28 abril, 2024

Un duro inicio

Nadie podrá negar que el 2015 tuvo un duro inicio. Se dieron situaciones que conmovieron de diferentes formas a los ecuatorianos. Se nos ha vaticinado un año difícil, pero de ahí a que los acontecimientos se presenten desde los primeros días, ya es mucho cuento.

La caída del precio del petróleo tiene consecuencias aun difíciles de predecir, no obstante el gobierno empezó un recorte en el Presupuesto que sigue siendo muy poco frente a la baja. El problema está en el crecimiento de la burocracia. El no aumentar los sueldos es una medida política, hay que reducir es el Gasto Fiscal.

Los prestamos de los chinos son una boya de salvataje, pero el endeudamiento es peligrosos porque se hipoteca al pais; ademas se abre las puertas al libre ingreso de ciudadanos chinos, algo no muy recomendable.

En lo privado las nuevas medidas y regulaciones adoptadas por el gobierno como: la Ley de Incentivos a la Producción, de Incentivos Tributarios, que más que incentivar crea más impuestos; la restricción a la importación de vehículos; el arancel a los productos peruanos y colombianos, etc, golpearán la economía popular.

El ambiente político también tenderá a caldearse hay algunos frentes abiertos por el gobierno. La reelección seguirá siendo un tema conflictivo; la Conaie continuará en su lucha; los nuevos nombramientos de Procurador; Presidencia del CNE; los trabajadores por las Reformas Laborales, etc.

Lo artístico y popular se estremeció con el prematuro fallecimiento de Sharon, acontecimiento que congregó a cientos de personas que se reunieron para darle el último adiós. La forma en que se dio su deceso aún está siendo motivo de investigaciones ya que existen diferentes versiones sobre el hecho.

Hay que prepararse para un año que desde el inicio se presento duro.

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La verdad es una mentira sobre la que todos nos ponemos de acuerdo. Para muchos la veracidad es la mentira más difundida. Hoy actuamos como caníbales depredadores de sus hermanos.

Esta práctica antropófaga es la resultante de una manipulación perversa de los resentimientos sociales. Los mayores objetivos de los tiranos siempre han sido la ambición, el autoritarismo y la perpetuación en el poder. Todo lo que hacen está diseñado para mantenerlo. Imponen sistemas dictatoriales camuflados de democracia, para manipular a los incautos. Mediante la instauración del miedo logran el silencio ciudadano y a través de una persecución incalificable consiguen el comportamiento sumiso de la gente.

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