La Gran Constante, “El Cambio”

Unos se aterran con películas de miedo, fábulas de ogros e historias de brujas, pero el verdadero miedo, aquel que nos cala los huesos, se da por el tan conocido “Cambio”… Si, El Cambio!! Cambio de lo habitual, una nueva responsabilidad, un futuro incierto, el tomar un nuevo riesgo, el enfrentar una decisión difícil, en fin, miedo a todo lo que desconocemos.

Cómo no tener pánico; es de lo más común! Ningún día será igual al otro y aunque hayan muchas similitudes entre los sucesos diarios, los resultados logrados serán totalmente distintos.

El bendito cambio; Algunos lo adoran y otros lo detestan.

Bien lo decía Kafka: “Es más seguro estar encadenado que ser libre!”.

Existen personas que al primer síntoma de un cambio se descomponen por completo y no logran controlar sus emociones y llegan al extremo de entrar en pánico. Claro está que si esa es su experiencia, estos seres se reusarán a cualquier esquema que genere diferencias a su día a día.

Por otro lado existen seres que forzan el cambio porque no pueden seguir viviendo un esquema monótono. Estos individuos abrazan el cambio y lo hacen parte de su vida.

Como todo en esta vida, los extremos no son la mejor vía!!!

El cambio es algo natural y normal en el universo.

Los seres humanos, al igual que las computadoras, podemos programarnos para aplicarnos a lo que se nos va presentando.

Si nos tomamos un momento y evaluamos nuestro pasado, entenderemos mejor nuestras reacciones a las variables vividas y entonces sabremos a que atenernos, sin forzarlo, ni huirle.

El posible resultado que puede darse en una nueva situación vivida es del 50/50, es decir, 50% positivo o 50% negativo, lo que no pensamos es que tanto del uno como del otro sacamos información que nos beneficiará y que contribuirá a quienes somos.

Nunca hay que olvidar que somos el resultado de nuestra experiencia y que lo único que realmente importa es el filtro mental/psicológico que utilicemos al emprender una situación.

¿Quién dijo miedo?

Venga ese cambio!!!!