Estulticia

Este chico Fernando Balda ha resultado ser un útil sujeto de ocasión para los intereses de Sociedad Patriótica. Su denuncia mal planificada le ha costado el exilio. De remate, quienes lo usaron infructuosamente como herramienta, quisieron que el Consejo Nacional Electoral lo reconozca asambleísta a la fuerza para encamisarlo en inmunidad parlamentaria, sin siquiera haber alcanzado los votos en comicios. Balda hoy está escondido en la cueva de sus – seguramente – remordimientos.

Insisto y seguiré insistiendo. La oposición no se organiza. Lo poco que hace es ineficiente. Los juegos de palabras de Gilmar y Lucio, a más de resultar a veces graciosos, no son más que eso: juegos graciosos. Ni sumando a los dos Gutiérrez y sus amigos hacen un medio discurso que explote las incoherencias verbales en las que sábado a sábado cae el Presidente Correa. Sabatinas que desgastan la figura del Primer Mandatario, y devalúan el lenguaje presidencial. Pero como nadie le hace frente organizado, esas sabatinas le valen a Alianza País como método de presencia de marca para recordarnos que la Patria será de todos, pero mientras ellos estén a la cabeza.

El tema de Fabricio Correa Delgado, sus contratos y empresas ha derramado tinta que sin duda ha salpicado la popularidad régimen. Supuestamente no siendo de su propiedad, COSURCA, MEGAMAQ y compañía han hallado en Fabricio un perfecto agente oficioso que las defiende como propias y hasta gratis. Y desempeñó mejor todavía su papel de defensor cuando a raíz de la excelente investigación periodística de diario Expreso de Guayaquil, el mayor de los Correa Delgado se exhibió en los medios vituperando a su hermano menor, su supuestamente protegido.

Rolando Panchana Farra es el típico caso de aquel toro que olvida cuando ternero redactor de noticias amamantó del seno de la prensa financiada con capitales privados. ¿No creció material y profesionalmente en Ecuavisa y Gamavisión? Tengo el proyecto de Ley Orgánica de Comunicación en mi computador. Lo he repasado posando mi atención en eso que llaman “Sistema Nacional de Comunicación”, esas entelequias que disque es integrada por todos, pero que sólo dirigen ellos. No me gusta. Y no es por simple desafecto que la rechazo, sino porque si ese proyecto cobra vida legal, entonces ya comenzará a entronizarse en el Ecuador un sistema de información oficial con más control y vigilancia. ¡Qué coincidencia que en Venezuela exista también ese Sistema Nacional de Comunicación! Pero allá le agregaron los calificativos de popular, alternativa y comunitaria. ¿Hay en la pequeña clase media ecuatoriana quien no piense que nuestras leyes son precocidas en Caracas?

Finalmente la UNASUR es un verdadero circo de tres pistas, con fieras (Correa y sus descomposturas propias de cualquier cosa menos de Presidente de la República); acróbatas (Uribe esquivando las dagas políticas de Chávez y sus muchachos); doncellas (la señora de Kirchner que anda necesitada de espectáculos para bajar el tono de las investigaciones que le hace la Justicia Federal de la Argentina); maestros de ceremonias (Lula y su sesudo reclamo por la mala dirección en el encuentro de Bariloche); y encantadores de serpientes (García y la inusitada brillantez con que se expresó en la sesión). ¿Qué es UNASUR para obligar a la soberana República de Colombia a exhibir documentos que son propios de sus entendimientos con otros países? ¿Dicasterio vaticano? ¿Tribunal de Justicia Internacional? ¿La Asamblea Nacional del Ecuador aprobó el tratado internacional que nos vincula con UNASUR? ¿Qué es UNASUR?

El poder enceguece. Que el Dr. Alexis Mera Giler, sabedor como lo es de la cultura romana del Viejo Imperio, les recuerde a sus amigos de correrías juveniles, lasallanos unos, cristobalinos otros, todos hoy detentando el poder político en el Ecuador, que Respice post te. Hominem te esse memento…