28 abril, 2024

De Bolivar, y de la libertad de prensa

Emilio Palacios, quizás el penúltimo de los mohicanos en esta batalla por la embestida de Rafael Correa contra los vestigios de la libertad de prensa que queda en Ecuador, nos hace un llamado, vía electrónica, para meditar sobre si vale la pena seguir debatiendo sobre el tema Guayaquil, Bolívar y su historia.

Tiene razón en parte, pero realmente es cuestión de nuestras libertades escudriñar sobre la real importancia que tiene Bolívar para muchos de los guayaquileños que intentamos poner en orden nuestros íconos de identidad, impuestos desde Quito y sus elites políticas o culturales, y ahora desde Caracas desde donde se intenta usurpar la grandeza de Bolívar en beneficio personal de Chávez.

Para mí siempre quedará la duda de que hubiese sido mejor para esta región, la del Guayas de 1.830. Bolívar llegó como conquistador y por puesta de mano le ganó la mano a San Martín, y otro hubiese sido la historia. O Guayaquil se anexaba al Perú, o a Colombia, como sucedió hasta que unos generales de segunda impidieron los sueños de la Gran Colombia y fundaron a este país cuya dicotomía quedó marcada y atrapada entre dos visiones de la vida representadas en un país pequeño por costeños y serranos ubicados en dos ciudades distintas y contrapuestas.

Hubo otra opción, la de ser un país independiente, si acaso Olmedo en vez de poeta y hombre de letras hubiese tenido un carácter más aguerrido y determinado. Es difícil pedirle a un bardo tal cosa. Escogimos la peor opción, ya que los venezolanos, con Flores impregnaron ese militarismo que tanto daño nos ha hecho durante la vida republicana. Yo hubiese querido que esta región se asemeje a Costa Rica, fundada con una identidad sin dicotomías históricas y libres de castas armadas y banderas copiadas de sus conquistadores. Pero lo pasado pisado. La historia finalmente siempre será un punto de encuentro y discrepancias.

Yo he vivido entrometido en la prensa libre que ahora se defiende, y he vivido y sufrido los vetos, vicios, y defectos impregnados por sus propietarios quienes realmente y por lo general no son periodistas de vocación sino empresarios apalancados en el poder que información representa.

Bastante de razón tiene Correa desde ese punto de vista. Vivimos hace mucho rato un Ecuador con ese vicio estructurado, pero siempre hubo, hay y habrá periodistas de corazón y alma que son irremplazables. Podrán cerrar todos los medios de comunicación que quieran, pero el gobierno nunca podrá cerrar esas voluntades de quienes si tienen el alma y vena periodística. En esa línea periodística está Emilio Palacio, pero él deberá entender que quienes piden debatir sobre la historia y sobre ese mito que para Guayaquil es Bolívar, tienen el derecho de hacerlo.

Que no se cierre el debate en El Universo en esta situación histórica, y que todas las puertas se abran incluso para quienes defienden a Correa. De eso se trata la libertad de prensa. No es Emilio Palacios, ni nadie quien puede poner semáforos sobre este u otro tema, quizás influenciado por los reales peligros que corren sobre su persona, profesión y oficio.

Me sumo a sus esfuerzos, pero para mí no es nuevo sentir como desde los mismos medios de comunicación se ejercen presiones o imponen silencios utilizando ese principio de la libertad de prensa que ahora defienden. ¿Qué diferencia hay entre un Alfredo Vera, calificando entrevistados en los medios de comunicación, y los dueños de los Canales o Medios que así lo han venido haciendo para con muchos de nosotros?

Me sumo a la lucha por las libertades de expresión de las cuales yo he disfrutado y me han acarreado más de un problema. Defendamos todos los espacios, y despreciemos todo tipo de veto. La sociedad solita se encarga de encontrar su justo medio. Nadie es dueño de la verdad absoluta.

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No hay comentarios

  1. Estimado Dr. Raad
    Me voy a salir olímpicamente del tema. Hace poco un consultor quiteño me dijo que el problema de tráfico de Quito se resolvería si la capital se trasladara a otra ciudad, o se creara una ciudad capital como se hizo con Brasilia.
    Yo pensé enseguida que nuestros problemas de regionalismo y centralismo, se verían resueltos de la misma manera.
    Saludos

  2. La otra opción que tu mencionas, mi estimado Henry, dejó de existir en enero de 1829, cuando Guayaquil y casi todo su Departamento fue tomado por los peruanos y sólo fue devuelto después de 9 meses de ocupación, en septiembre del mismo año.
    La devolución de Guayaquil se hizo a Colombia país que le ganó al Perú en la batalla de Tarqui. Esta entrega se selló con el Tratado de Guayaquil en 29 del mes indicado arriba.
    Si siendo parte de un pais grande, el Perú se apoderó de Guayaquil, ¿ No crees que independiente, el Perú habría actuado como el lagarto, que traga y no vomita?

    saludos

  3. Cúanto hubiese dado yo porque me boten así del palacio(como lo hizo con el Señor Palacio, y digo Señor con mayúscula, por que Economista puede ser CUALQUIERA, ser Señor ayayay, estás lejos muchachito) del pueblo del Ecuador, y no de un advenedizo que piensa con el hígado, ya de «coco», Nat King Cole.

  4. Sr. Raad: Excelente articulo, todo debate es bueno si nos deja algo positivo de aprender, con la historia solo se puede hacer juicios, nada mas, analizar situaciones con mentalidad del siglo XXI algo que sucedio en el siglo XVIII es ver lo que pudo haber sido y no fue.
    Viendo ahora los resultados de esta anexion a Colombia que sin duda alguna Bolivar la HIZO A LA FUERZA,fue nefasta para la Republica de Guayaquil y para lo que ahora llamamos a este pedazo de tierra Ecuador porque en nuestra historia mal escrita, vemos que los cambios politicos jamas dieron resultados donde todo el Pueblo mejoro en su forma de vivir politica y socialmente. Cada gobierno de turno quiere refundar el Pais, como este, que sin duda alguna es y sera otro bofeton al pueblo ignorante que soniando en un bienestar miserablemente le dio su voto.
    Si nos hubieramos anexado al virreynato del Peru quisas se hubiera evitado la guerra de 1941, Guayaquil seguiria siendo el Puerto Principal, Quito hubiera perdido porque seria una ciudad cualquiera al sur de Colombia y la gran hacienda de Juan Jose Flores, Ecuador, no hubiera existido jamas.

  5. ¿ES USTED PERUANO?, sea como sea, Dios sabe por qué hace las cosas. Que horrible sería sería formar parte de un país tan feo como el Perú. en buena hora que pasó lo que pasó. Si siendo independientes el Perú nos quería «ANEXAR»(!!!!). Imagínese siendo parte de ellos no nos dejaban independizarnos nunca. ¡Viva el Ecuador!
    «Túmbez, Marañón o la Guerra».

  6. Pero por supuesto, quien se cree este tipo para poner «semaforos» en temas trascendentes. Los guayaquilenos tenemos derecho a conocer aun mas sobre nuestros iconos de identidad como bien manifiesta.

    Que mejor oportunidad que evidenciar las diferentes opiniones que sobre el tema se erigen.

    Excelente post.

  7. Concuerdo en que este debate es fructíferamente inacabable. Me parece muy importante. Pertenezco a esa generación a la que se le enseñó a odiar rabiosamente al Perú, en una mezcla extraña de falta de objetividad histórica y patrioterismo, combinado con intereses felinos de tráfico de armas.

    Al igual que ocurre con los seres humanos, el éxito no depende de circunstancias externas sino de potenciar al máximo las internas. Por lo que no comulgo con aquello de que con Perú nos hubiese ido peor. Ciertamente sólo especulamos, pero Guayaquil como tal hubiese jugado un papel protagónico solo o formando parte del actual vecino sureño. Creo que la pregunta es: ¿con quién se hubiese potenciado mejor toda la capacidad intrínseca de nuestra pequeña Patria? Para nadie es secreto que Perú tiene un dinamia turística más globalizada que la ecuatoriana. Por lo tanto, mucho me temo que no cabe llamarlo feo cuando los incas son tan reconocidos a nivel mundial y la visión de ese país es de emprendimiento y libre mercado, igual que la del guayaquileño pujante, sea éste propio u orgullosamente adoptado.

    Es muy cierto que al Ecuador como tal, no le ha hecho nada bien la visión dicotómica de dos regiones con aspiraciones encontradas, en muchos casos. De hecho, uno de los principales puntales del desazón generalizado que vive el país, es debido que el actual mandante ha acogido entusiastamente una visión mayoritariamente con visión quiteño-centrista en vez de la innegable dinámica costeña. Por eso, debemos entender cabalmente cómo se soluciona esa malhadada dicotomía que ha impedido que realmente seamos nación.

    Increíble que se pida que optemos por no hacer olas y dejar en un falso pedestal a ídolos históricos que finalmente fueron tan humanos y tan defectuosos como cualquier mareado por el poder, que rompieron los mismos ideales con los cuales liberaron a nuestros países.

    El debate histórico debe continuar. Lo exige un saludable guayaquileñismo.

  8. El ciudadano Raúl Cedeño, no ha logrado superar su época escolar y los libros preñados de mentiras.
    Que diga: ¿Qué hizo Simón Bolivar por Guayaquil?
    Bolívar, hombre más pelucón que los pelucones ingleses, lo único que vió es el valor estratégico de la salida al mar y la abundancia de generosidad y solidaridad costeña. Por eso invadió y ocupó Guayaquil; capital de lo que por corto tiempo fue: La República Libre del Guayas.
    Pr lo demás, concuerdo totalmente con el doctor Raad ¡Hombre INTEGRO y luchador!

  9. Gracias por su comentario señor Kure, no es mi intención desprestigiar al doctor Raad, es sólo que a criterio personal y de acuerdo a lo que he leído de historia en libros diametralmente opuestos, no estoy de acuerdo con la suposición de que Guayaquil o el Ecuador estuviera mejor como parte del
    Perú.

    Es verdad que Bolívar poco o nada hizo por Guayaquil, de hecho si por él hubiera sido tampoco existiría la provincia de Manabí. Pero la realidad fué que el Distrito Sur que éramos en esa época para la Gran Colombia pagó una alta suma de impuestos de gastos bélicos y cedió toda la frontera norte para poder salirse como territorio independiente.

    Entonces nuestra independencia política costó demasiado, sin embargo, de haber pertencido al Perú jamás la hubiésemos logrado.

    Por eso es que me atrevo a perguntarle al doctor Raad si es que se considera peruano. Para mí lo que ese país le ha hecho históricamente al nuestro no tiene perdón ni remedio.

    Entonces no quiero polemizar más y pido disculpas si alguien se ha ofendido con mi comentario.

    A propósito señor Kure, soy Licenciado en Comunicación Social y en Ciencias Políticas, tengo treinta años, soy padre de una hermosa niña y tengo una empresa de radiocomunicación. Hace mucho tiempo dejé los libros de la escuela.

    Gracias

  10. Dejando a un lado los dolores causados por las disputas territoriales, yo si me atrevo a decir que a Guayaquil, a la provincia del Guayas, nos hubiera ido mucho mejor con Lima que con Quito, una capital más dinámica, de apertura de mercados, menos centralista que Quito.

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