26 abril, 2024

Temporalismo, Espiritualismo y Cristianismo

Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios. Una vez que comían juntos les recomendó: -No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo. Ellos lo rodearon preguntándole: -Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel? … Dicho esto, lo vieron levantarse hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: -Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse.[1] Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos que los acompañaban.[2]

 

1.          ¿No hubiera sido mejor que Jesús se quedara con nosotros? – No.

a.  Si Jesús no se marchaba de este mundo, no nos enviaría al Espíritu Santo. Lo dijo Él mismo: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy el Espíritu no vendrá a vosotros. [3]  ¿Tan importante es el Espíritu Santo? – ¡Por supuesto!…: La Redención lograda por Jesucristo quedaría inconclusa sin el envío del Espíritu. En teología se atribuye, al Padre, la creación del mundo; al Hijo la redención de la humanidad;  al Espíritu, la santificación de las almas. ¿De qué serviría la redención de la humanidad sin la redención de cada ser humano?, y esta redención personal o santificación, es obra del Espíritu Santo. La redención se consuma, sólo cuando cada hombre y cada mujer, llega a poseer el Espíritu de Jesús, se transforma en hijo de Dios[4] y vive movidos por es Espíritu: Infundiré mi Espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según preceptos y observéis y practiquéis mis mandatos; arrancaré de vuestra carne…Yo pediré al Padre y os dará el Espíritu, para que esté con vosotros para siempre[5]El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.[6] Tal es la importancia del Espíritu Santo y tan importante es Su papel, que los Santos Padres decía que Jesús es el Precursor del Espíritu Santo”.

b.  Gracias a la ascensión nuestra humana naturaleza – un carpintero de barrio – formando parte de la Santísima Trinidad está en el Cielo glorificado como Dios: "hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús".[7]

c.  Gracias a la ascensión tenemos un Sumo Sacerdote en el cielo, un hombre, mediador entre Dios y los hombres: Pues no penetró Cristo en un santuario hecho por mano de hombre, en una reproducción del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro.[8]

d.  Si Jesús no se marchaba de este mundo, hubiera sido contemporáneo sólo de los habitante de Palestina del siglo I; pero gracias a que se marchó puede hacerse presente a cada hombre, en todos los puntos de la tierra y de la historia, no solamente a sus contemporáneos judíos; es contemporáneo de todo hombre y de toda generación; ¡es nuestro contemporáneo![9].

e.  Dios podría haberse quedado visiblemente entre nosotros, pero Él ha visto mejor ser “un Dios escondido” [10] porque así Él no nos ‘presiona’ con su presencia, sino que nos da la oportunidad de buscarle libremente, sin ser para nosotros algo irresistible. Pero el conocimiento a través de la fe – no por la evidencia del hecho, sino por la autoridad de quien afirma lo que hemos de creer – no es menos cierto que aquel que podríamos llegar a tener por los sentidos, que pueden engañarnos. 
 

f.  La ausencia que determina la ascensión es un test para comprobar si amamos o no al Señor: “Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios.[11] aspirad a los bienes del cielo, no a los de la tierra”  Donde está tu tesoro que allí esté tu corazón”.[12]  San Agustín: “Nuestro Señor Jesucristo ascendió al cielo; nuestro corazón ascienda también con él. El fue elevado, pero sigue padeciendo en la tierra todos los trabajos que nosotros, sus miembros, experimentamos. Mientras él está allí, sigue estando con nosotros; y nosotros, mientras estamos aquí, podemos estar ya con él” Los santos, como San Juan de la Cruz concebían su búsqueda de Dios:

 

A dónde te escondiste amado y me dejaste con gemido,

como el ciervo huiste habiéndome herido,

salí tras ti clamando y eras ido.

Pastores los que fueres allá por las majadas al otero,

si por ventura vieres a aquel que yo  más quiero,

decidle que adolezco, peno y muero.

Muero porque no muero…

 

g.  Quien es capaz de mantenerse fiel a Dios estando Él ausente y vive de la esperanza de llegar a poseerlo,  se purifica, así como él es puro.[13] El mismo viento apaga el fuego chico de una vela, acrecienta el fuego grande de un incendio forestal. Así sucede con la distancia y el amor. Los pequeños amores se apagan con la ausencia del amado; los grandes amores crecen, por la falta de su presencia. Los esposos, los hijos y los padres, los verdaderos amigos, cuando están lejos, ven acrecentarse su amor y sienten una profunda nostalgia y gran añoranza. Amor que Dios ha derramado en nuestros corazones[14].

2.          ¿Fue correcta la actitud de los Apóstoles ante la ascensión?

a.  Por un lado, los Apóstoles muestran un despiste muy grande al preguntar a Jesús, habiendo Él dejado claro que su reino no era de este mundo, que había rechazado varias veces los intentos de las turbas de hacerle rey….Señor ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?”; es decir: “Señor, ¿es ahora cuando vas a dar el golpe de estado para expulsar a los romanos de nuestra tierra e instaurar nuevamente un gobierno judío?”.

b.  Por otro, a pesar de que Jesús  acababa de decirles: “Id por el mundo  y predicad el Evangelio…”, los Apóstoles se queda boquiabiertos mirando la nubes, hasta tal punto que tiene que intervenir unos ángeles para decirles: “¿Qué hacéis allí plantados mirando al cielo?  

3.          En estas dos actitudes se reflejan las dos constantes tentaciones de la Iglesia:

a.  Temporalismo: “¿Es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?”

·    ¿Qué es el temporalismo? Es acudir a la fuerza motivadora de la fe, de la religión y de lo espiritual con miras exclusivamente materiales, temporales, naturales, intramundanas; sin que importen para nada los valores trascendentes, espirituales, sobrenaturales de la religión. Es ver la
religión como una fuerza más entre otras, que ha de embarcarse en la consecución del ‘paraíso terrenal’, sin ninguna trascendencia eterna: ustedes, los cristianos, arrimen el hombro en la búsqueda de mejores condiciones económicas, sociales, políticas…; porque eso de Dios y el más allá puede ser útil para conseguir nuestros fines terrenos; pero, por favor, no nos vengan con el cuento de la salvación eterna, porque hasta es posible que Dios no exista…

·    Cristo es un Mesías mundano, político, revolucionario, social, económico, que vino a establecer un reino de justicia y paz entre los hombres. El no vino a reconciliarnos con Dios y para llevarnos al Cielo. Interesa de Él y su Evangelio, simplemente como una fuerza motivadora para la instauración de la justicia social; para erradicar la pobreza material, sin que importe la pobreza espiritual (o sea, el vacío de Dios en la vida de los hombres) que consiste en un vacío el estado espiritual de los pobres co La religión se ocupa de los problemas de este mundo y nada tiene que ver con la eternidad. Cristo es el Primer Che Guevara de la Historia.

·    La Iglesia no tiene otra misión que la de una gran fuerza transnacional que, codo a codo, con el Socialismo y el Marxismo, tiene como meta la equitativa distribución de la riqueza; hasta tal punto que si en un determinado momento se ha logrado ya en un país la erradicación de la pobreza, la Iglesia no tiene nada que hacer. La Iglesia no debe hacer una opción preferencial por los pobres pecadores, cualquiera que sea su ubicación social; sino sólo por los pobres, a secas, con exclusión de los ricos, explotadores. La Iglesia es  una institución filantrópica más. La Iglesia no debe hacer una opción preferencial por los pobres pecadores, sino sólo por los pobres, a secas, con exclusión de los ricos, explotadores.

·    Los clérigos (curas, obispos) no tiene otra misión que liderazgo en la lucha revolucionaria por el cambio de las estructuras socio-políticas-económicas. Las Misas, son momentos de encuentro de compañeros de la lucha por el compromiso político…

b.  Espiritualismo: Qué hacéis allí plantados mirando al cielo…”

·    Es lo contario al temporalismo: La religión se ocupa de la eternidad y nada tiene que ver con la vida. La religión es una experiencia intimista, sin conexión con la vida (trabajo, familia, deberes); muy afectiva y nada efectiva; muchas devociones, pocas obligaciones. Reuniones, grupos de oración, novenas. Son los movimientos carismáticos de experiencias pseudomísticas…

·    La religión se reduce a los rezos, prácticas de piedad, colección de libros piadosos, estampas, imágenes, medallas…; todo esto compatible con toda concesión a la naturaleza: pereza, ira, avaricia, envidias, celos, murmuraciones, maledicencias, vanidades… Es el caso del beato.

·    Sobre los problemas de los pobres, los espiritualistas piensan así: “Es una barbaridad. El Obispo quiere meter a todos los pobres de la ciudad en un residencia para desamparados. ¿Cómo, entonces, podremos nosotros dar nuestra caridad en la calle?” (histórico).

·    Ante el desastre de las inundaciones: “Viendo tanto pobre acarreando sus pertenencias, me he comprado una bella porcelana en la que se ve a un viejo arrastrando un carromato. Un lindo recuerdo de las inundaciones.  Me ha costado 1.800 dólares. Valió la pena.” (histórico)

c.  Cristianismo: La visión correcta.

·    La misión de Cristo y de la Iglesia es espiritual, religiosa, sobrenatural. La Iglesia debe ir a todas las naciones para hacer que los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

·    No se debe confundir la misión de la Jerarquía con la misión de la Iglesia. La Jerarquía debe ejercer su triple función: enseñar, santificar y gobernar o pastorear. Los fieles laicos están llamados a santificarse y a ordenar según Dios las realidades temporales (familia, trabajo, empresa, política, comunicación social…).

·    Los laicos, llevando a cabo sus tareas con el deseo de hacer la voluntad de Dios, de paso que alcanzan la salvación eterna, dejan la huella de Dios en las realidades de la vida. Es lo que hicieron los primeros cristianos: incrustados en la estructuras del mundo pagano, lo cambiaron eficazmente.

·    Eso sí: Hay que evitar la clericalización del laicado,  reduciendo el papel del fiel cristiano laico a la  colaboración en el apostolado organizado de las curias; o al ejercicio de ministerios laicales (lectores, ministros de la Comunión); o formando parte de organismos consultivos diocesanos. Cosa tan absurda como si pretendiéramos que para cristianizar las empresas, en los consejos de administración de las empresas, estén presentes obispos o curas…  o el Congreso deba estar presentes clérigos.

·    Los laicos: Están llamados a la santidad, a pleno título, sin ninguna diferencia respecto a los demás miembros de la Iglesia; al seguimiento e imitación de Cristo. La santificación de los laicos es presupuesto fundamental y condición insustituible para realizar su misión en la Iglesia y el mundo. Los laicos son el corazón de la Iglesia en el corazón del mundo.

·    Los fieles laicos tienen un puesto original e irremplazable: por medio de ellos la Iglesia está presente en los sectores más variados del mundo.

·    Los fieles laicos viven en el mundo; esto es, están implicados en todas y cada una de las ocupaciones y trabajos del mundo y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, de la que su existencia se encuentra como entretejida…

·    Son personas que viven la vida normal en el mundo, estudian, trabajan, entablan relaciones de amistad, sociales, profesionales, culturales

d.  Carta a Diogneto :La Carta a Diogneto es un breve anónimo escrito dirigido a un tal Diogneto que, al parecer, había preguntado acerca de algunas cosas que le llamaban la atención sobre las creencias y modo de vida de los primeros cristianos:

·    Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su lengua, ni por sus costumbres. En efecto, en lugar alguno establecen ciudades exclusivas suyas, ni usan lengua alguna extraña, ni viven un género de vida singular.

·    La doctrina que les es propia no ha sido hallada gracias a la inteligencia y especulación de hombres curiosos, ni hacen profesión, como algunos hacen, de seguir una determinada opinión humana, sino que habitando en las ciudades griegas o bárbaras, según a cada uno le cupo en suerte, y siguiendo los usos de cada región en lo que se refiere al vestido y a la comida y a las demás cosas de la vida, se muestran viviendo un tenor de vida admirable y, por confesión de todos, extraordinario.

·    Habitan en sus propias patrias, pero como extranjeros; participan en todo como los ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña les es patria, y toda patria les es extraña.

·    Se casan como todos y engendran hijos, pero no abandonan a los nacidos. Usan mesa común, pero no lecho común. Viven en la carne, pero no viven según la carne. Están sobre la tierra, pero su ciudadanía es la del cielo.

·    Se someten a las leyes establecidas, pero con su propia vida superan las leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los desconoce, y con todo se los condena.

·    Son llevados a la muerte, y con ello reciben la vida. Son pobres, y enriquecen a muchos. Les falta todo, pero les sobra todo. Son deshonrados, pero se glorían en la misma deshonra. Son calumniados, y en ello son justificados. «Se los insulta, y ellos bendicen» (1 Cor 4, 22). Se los injuria, y ellos dan honor. Hacen el bien, y son castigados como malvados. Ante la pena de muerte, se alegran como si se les diera la vida. Los judíos les declaran guerra como a extranjeros y los
griegos les persiguen, pero los mismos que les odian no pueden decir los motivos de su odio.

·    Para decirlo con brevedad, lo que es el alma en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo. El alma está esparcida por todos los miembros del cuerpo, y los cristianos lo están por todas las ciudades del mundo. El alma habita ciertamente en el cuerpo, pero no es es del cuerpo, y los cristianos habitan también en el mundo, pero no son del mundo


[1] Hechos de los Apóstoles 1:1-11

[2] Mc 16:15-20

[3] Jn 16:7

[4] La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! Ga 4:6

[5] Jn 14: 15-16

[6] Jn 14:26

[7] 1 Tim 2,5

[8] Hb 9:24

[9] Raniero Cantalamessa, La Palabra y la Vida

[10] “Verdaderamente tú eres un Dios escondido e invisible, un Dios misterioso, Dios de Israel, Salvador nuestro” (Isaías 45:15)

[11] Col 3:14

[12] Mt 6:19

[13] 1 Jn 3:3

[14] Ro 5:5

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I

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No hay comentarios

  1. estupendo artículo

    UNO DE LOS CAMINOS PARA LOGRAR ESTO: «La redención se consuma, sólo cuando cada hombre y cada mujer, llega a poseer el Espíritu de Jesús, se transforma en hijo de Dios[4] y vive movidos por eL Espíritu» ES LA MEDITACIÓN REAL, AQUELLA QUE PRACTICAN LAS RELIGIONES MONOTEISTAS ORIENTALES Y QUE ENTIENDO ES LA QUE EFECTUO JESUS ANTES DE SU PASION
    Felizmente ya existen miles de sacerdotes que están en este camino.

  2. Padre Paulino, por favor no compare a Jesús con el aventurero y asesino confeso de 400 cubanos ejecutados con su mano, responsable de haber ordenado la muerte de miles de disidentes del Castro-comunismo. Actualmente la extrema izquierda lo idealiza y lo antepone a Dios, empezando por el presidente de la república.

    Irene Hurtado Y.

  3. el reino de dios yace en el corazon de los hombres no en el mundo material. la mejor enseñansa de cristo dice: si me das un pez comere hoy si me enseñas a pescar comere mañana. cristo reparte los panes con el acto de compartir. proclamo que el reino de dios no esta en una tierra no esta en aquellos que siguen la guerra santa. los verdaderos demonios compañeros son los que viven dentro de nosotros a travez de este sistema perverso que lo a comprado todo a travez de la televicion, incluso nuestras conciencias. cristo fue capaz de conocerse a el mismo y saber que el poder del amor no yace en el romanticismo de una institucion como la iglesia u otras. si no en el corazon de los hombres. todo es adentro como todo es afuera. amar significa tolerancia y respeto. amar significa creer y crear en ti- a pesar de todo no creais en la justicia- por que esta mato a los hombres mas justos bien sabia de esto socrates y jesus. amaos unos a los otros y compartid el pan.

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