26 abril, 2024

113 aniversario del prodigio de la Madre Dolorosa

Éste muy agradable encuentro de exalumnos, por el motivo líneas arriba indicado, no se realizó el día mismo del prodigio (20 de abril), por cuanto coincidió con los días de la Semana Santa (sábado), por tal razón, se lo difirió al sábado siguiente, 27 de Abril del 2.019.

Por parte de las autoridades religiosas que participaron en la celebración de la misa a las 8h00 (a.m), estuvo presente el P. Espinoza, -que no fue nuestro maestro de aulas -pero que sí lo conocimos y lo conocieron las promociones posteriores.

La Organización estuvo a cargo de la Aso. de Ex alumnos del Colegio Javier, ASIA-JAVIER, y del Comité de Ex alumnos de las 7 primeras promociones, que lo presidió Pepe Estrada (de la 1era Promoción); de la nuestra; la 2da Promoción, estuvo representada por el Dr. Jorge Pino Vernaza, y las otras, por cada uno de los representantes de las siguientes 5 promociones iniciales.

Como dato de interés, estuvo presente, ex alumna de de la Primera Promoción del Colegio Javier Mixto, una joven muy atractiva y de una agradable personalidad, que conversó, con los “viejos” ex alumnos y nos acompañó, con sus adláteres más jóvenes, durante el desayuno, que se dió a continuación de la celebración religiosa, (Misa), en el Salón de Actos del Colegio.

Le correspondió el ex alumno Javier Neira, uno de los más brillantes ex alumnos del JAVIER, que por coincidencia, sus primeros años de colegio, los realizó en el Colegio San Gabriel de Quito, dar el discurso de Orden, en nombre de la asociación de ex alumnos.

El Eco. Javier Neira, en su bien trazado discurso, revivió sus remembranzas en el Colegio San Gabriel, su relación espiritual con la “Dolorosa” y relató el entorno político que vivió el país, en esa época, de los años 1906 y se refirió, a los excesos políticos del Alfarismo, que tuvo un marcado sesgo anticlerical.

Creo de interés, dejarles para su lectura, el texto de dicha alocución, que el propio JAVIER, me lo proporcionó, que lo transcribo a continuación:

“SEMBLANZA DE LA MADRE DOLOROSA”

Gracias por la oportunidad, que me brinda ASIA JAVIER y el Comité organizador de este Evento, para rendir homenaje y evocar no desde lo teológico, sino de lo personal y espiritual, a la Virgen Dolorosa con motivo de los 113 años del portentoso Milagro del 20 de abril de 1906.

Tuve el privilegio de vivir 2 años junto a la Madre Dolorosa pues fuí interno en el Colegio San Gabriel. La misa diaria en la Capilla la presidía la Imagen del Milagro, por eso sin exageración siempre digo que la Virgen es la Dolorosa de mi vida. La que me inspiro en mi soledad, la que me alentó a la devoción Mariana, la que me protege, la que me inculcó valores, creencias y principios inmutables.

PERMÍTANME UNA PERSONAL REFLEXIÓN: A mis 12 años de edad veía la imagen del Milagro con la curiosidad natural de un niño. Su mirada penetrante, su manto verde, debajo una capuchina blanquísima, con un corazón flameante, atravesado por siete espadas. Abajo, como ocultando un secreto, una corona de espina tapaba su manto a la altura del vientre. En su mano izquierda cuatro clavos sostienen la compunción. Descripción patética que entonces hice inspirado en su triste aunque carismática mirada. Vivía distante de mi familia y por eso, estrofa por estrofa, por estrofa, el canto diario a la Virgen Dolorosa la convirtió en mi Madre Celestial, que estaría para siempre en mi vida. RECORDEMOS el himno: “Señora ya eres mi Madre, ¡No me abandone tu amor!”……

Quiero enfatizar algo que poco se lo recuerda y es el momento de convulsión política que el Ecuador vivía cuando sucedió el milagro el año 1906. Tropas Alfarista a fines del siglo XIX se tomaron los Colegios de varias congregaciones entre ellos el San Gabriel y el San Felipe Neri de Riobamba, expulsaron a varios Obispo, asaltaron el palacio Arzobispal de Quito destruyendo su biblioteca, y terminaron expulsando del país a los Jesuitas, aunque el pueblo, esencialmente católico, lo impidió. En síntesis, sometieron a las órdenes religiosas a toda suerte de vejámenes, y la educación confesional se batía en retirada por órdenes del General Eloy Alfaro, quien eliminó la enseñanza religiosa en los planteles educativos del Ecuador. Hoy he querido refrescar estos hechos para destacar que en ese contexto ocurrió el prodigio del 20 de abril de 1906, prodigio que marcó la religiosidad de los ecuatorianos, pues no fue otra cosa que un claro mensaje de amor a la juventud ecuatoriana, mensaje tan necesario hoy en dia, y tambien fue una advertencia a la clase política de entonces enfrascada en una lucha fratricida entre liberales y conservadores, entre socialistas y curuchupas para usar la jerga de esa época.

Si queremos que la historia sea algo vivo, convengamos en que nuestra Madre Dolorosa, es símbolo del orgullo Javeriano porque ella es nuestra guía, nuestro blasón, la que nos hace distintos de otros colegios, gracias a esa educación disciplinada, hermenéutica, eminentemente lógica, metódica y rigurosa que caracteriza la educación Jesuita. Vale recordar que la Dolorosa siempre ha sido, es y será parte esencial de nosotros. Sin ella, nos sentimos incómodos. Ella es nuestra fuerza y nuestra guía porque es la que nos motiva a vivir alegremente y en familia, es la que modula nuestros momentos de alegría, la que nos levanta de nuestras caídas, la que controla nuestras emociones, la que nos susurra en las noches de desaliento y dolor, especialmente ahora que el Ecuador está envuelto entre el desatino, la codicia y la sevicia, cuando vivimos un momento de transición que luce interminable y que se expresa en la crisis de todo orden que nos envuelve.

Entre las muchas cosas que debemos a los Jesuitas está el cabal sentido de Misión y de Tarea. Cómo no recordar al P. Villalba, al P. Chacón, a Paquito Cortez mi eterno director espiritual, Gonzalo Cruz, Pedro Barriga, Juan Valpuesta, a los hermanos Manolo y Paco Espinoza, al P. Nevado y tantos otros que ahora se me escapan. Ellos, no solo nos educaron, sino que nos inculcaron honestidad, servicio, solidaridad. Y bajo ese molde actuamos. El innegable aporte Jesuita al Ecuador, se ha basado tanto en la evangelización como en la educación. La compañía de Jesús fundada por San Ignacio de Loyola en 1534, fue una de las primeras que llegó al país. El estoicismo jesuítico jamás se amilana pues la medida del amor es amar sin medida, expresión que algunos atribuyen a San Agustín.

Tras una cortina de años y antes que la vida pase, rendimos, emocionado homenaje a la Virgen Dolorosa al cumplirse 113 años del portentoso Milagro. Ella es la Madre inspiradora de nuestra existencia y la protectora de nuestras familias.

La Madre Dolorosa es nuestro aire maravilloso, es quien alienta el trajín de nuestras vidas, es la impronta que alimenta nuestros espíritus, es aquella por la que se justifica esa YA FAMOSA EXPRESIÓN: QUE AL JAVIER SE ENTRA, PERO JAMÁS SE SALE.

Ec. Javier Neira Menéndez.
Gracias”

Guillermo Arosemena, Jorge Pino, Armando Cruz, Jorge Idrovo y sus dos hijos varones y quien escribe estas “carta”, disfrutamos con los otros ex alumnos de un sabroso desayuno y recordamos con alegría los recuerdos de aquellos años vividos en el Colegio Javier, con los maestros de esa época, la mayor parte de ellos fallecidos, y las “travesuras” que realizábamos, tanto en clase, como en los “recreos”.

Un agradable encuentro de exalumnos, en homenaje a la Virgen Dolorosa. Los aportes voluntarios de quienes, se adhirieron al acto, se destinarán a la “Casa de Retiros” que fundara y lleva su nombre: “Casa de Retiros P. Pedro Barriga S.J “ (+), hoy regentada por el P. Nevado S.J.

Atentamente,

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2 comentarios

  1. De acuerdo con Sucre Calderon, gracias a Xavier Neira por sus palabras relievando a nuestra Madre Dolorosa, incondicional guia de alumnos y ex alumnos de los Jesuitas en el Ecuador. Felicitaciones a Pepe Estrada motor y gestor de la Misa y el Desayuno recordando a nuestra bien amada Madre Dolorosa que nos acobija a los que nos educaron los seguidores de San Ignacio de Loyola y de San Francisco Javier.

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