26 abril, 2024

Prueba y Error

Pecho inflado, sueldo ganado
Siempre en mi ruta, bien caminado
Aplausos y gestos reconfortantes
En mi rostro un buen semblante

Con cada vuelo sentía ganar
Y en cada escenario conquistar
Nunca se extraña sino se pierde
Nunca se sabe hasta que aprendes

Busqué caminos de libertad
Quería vida y también ganar
Un nuevo reto donde encontrarme
Paso tras paso lograron cansarme

Qué pasó, que me golpeó
Que tonto he sido todo cambió
Esta vía nubló la llegada
Ojos al piso, espalda doblada

Mente abierta, mensaje recibido
Suerte tengo de todo lo aprendido
Busco mi ruta y fijo mi compás
Metas fijadas, mi mente está en paz

La vida nos enseña con cada paso que damos.

Artículos relacionados

La muerte

Entre las poesías de Buesa, hay una que me intriga y me fascina. No tiene título y se encuentra en uno de sus libros, en medio de otras, así mismo, sin título.

Se refiere al paso que todos daremos en algún momento, al final de nuestras vidas y a la forma como esperaremos ese momento.

Filosofar sobre el momento final de nuestra existencia es algo por lo que algunos muestran un recelo y un temor, para mí infundados, puesto que hasta ahora no he conocido a nadie que no vaya a dar ese paso en algún momento de su existencia, si es que no lo ha dado ya.

Para mí, Morir es el epílogo más hermoso de una existencia plena. Lo importante no es ese momento, sino lo que ha ocurrido, lo que hemos hecho en ese camino que el tiempo nos permitió discurrir entre nuestros semejantes. Lo que uno hizo y lo que uno dejó sin hacer, lo que uno sembró en el corazón de los demás, las raíces que se ahondaron en nuestra alma y las que se secaron por caer en tierra árida o perjudicial para ellas. El balance global y el destino eterno, lo va a dar Dios, cuando llegue el momento de nuestro juicio final.

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×