10 noviembre, 2024

Yo te bendigo

Se dice que en los tiempos actuales la gran mayoría de jóvenes tienen apatía por la religión o las cuestiones religiosas. En Europa hacen encuestas cada diez años para diagnosticar las causas de los valores predominantes en la juventud actual europea como el individualismo, el consumismo, los divorcios, la poca o nula pertenencia a la Iglesia, pero la necesidad de pertenecer a un grupo, un movimiento, un ideal, así como su autenticidad expresada en libertad, a veces desmedida. En el fondo, hay valores y antivalores en la juventud. Pero, Europa está enferma y llena de conflictos ¿qué puede aportar la religión en este momento social? ¿qué puede aportar el cristianismo, que no es una religión en sí, sino un movimiento espiritual estructurado y organizado pero con un proyecto universal y diverso en la ejecución de sus propuestas por la variedad de culturas y personas que la conforman? ¿Tiene hoy el cristianismo algo qué aportar?

Las respuestas a este tipo de preguntas tan alarmantes solo pueden venir de hombres y mujeres serenos y confiables no solo por la claridad de sus ideas, sino por el testimonio de sus vidas que saben de problemas y no se desesperan, que saben de espera y luchan sin ver lo que anhelan, que se levantan cada mañana con una actitud proactiva viendo el lado bueno en medio de la negatividad de la sociedad, viendo el fracaso como un aprendizaje que han experimentado la suficiente felicidad para ser dulces/ las suficientes pruebas para ser fuertes/ suficiente dolor para seguir siendo humanos/ suficiente esperanza para ser feliz. El creyente que confía su vida a Dios vive a intensidad cada minuto, lo disfruta, lo sufre, lo abandona, pues ha experimentado que el amor entre las personas nace con una sonrisa, crece con un beso y acaba con una lágrima.

Los jóvenes de hoy sabrán si la religión sirve si sus padres la practican con la autenticidad que hemos señalado anteriormente, más que en los actos, en las actitudes. Sin embargo una práctica sencilla, humilde como LA BENDICION DE UN PADRE/MADRE, refleja la fe de quien la imparte como la esperanza en quien la imparte. Solía hacerse muy común antiguamente al despedirnos para la escuela nos daban la bendición, cuando dejábamos la casa por un peregrinar, un viaje sea de estudio o de turismo nos daban la bendición, al dejar la casa para el nuevo proyecto de vida, vivir en pareja, ser religioso, nos daban la bendición todo comenzaba con una sonrisa, seguía el beso y terminaba con una lágrima dejaban el futuro en la manos de Dios y de lo que nosotros podríamos hacer. Al terminar dicho viaje, uno revive los momentos y los recuerdos y son las últimas palabras que nos dieron el aliento para volar: YO TE BENDIGO, nos dijo papá o mamá. Gracias a eso, soy lo que soy. Oremos esta BENDICION IRLANDESA, que puede resumir mejor lo que anhelo decir.

Que los caminos se abran a tu encuentro/ que el sol brille sobre tu rostro,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos/ que el viento sople siempre a tu espalda./

Que guardes en tu corazón con gratitud el recuerdo precioso/ de las cosas buenas de la vida.

Que todo don de Dios crezca en ti/ y te ayude a llevar la alegría a los corazones de cuantos amas.

Que tus ojos reflejen un brillo de amistad/ gracioso y generoso como el sol, que sale entre las nubes/ y calienta el mar tranquilo.

Que la fuerza de Dios te mantenga firme/ que los ojos de Dios te miren, que los oídos de Dios te oigan/ que la Palabra de Dios te hable, que la mano de Dios te proteja/ y que, hasta que volvamos a encontrarnos, otro te tenga, y nos tenga a todos/ en la palma de su mano.

GRACIAS MAMA….

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2 comentarios

  1. Preciosa la bendición Irlandesa del final del artículo, me he tomado el atrevimiento de copiarla y enviarla a las personas que amo. Gracias.

  2. Muy buena su reflexión Padre, se debería fomentar de nuevo esta buena costumbre de dar la bendición a los hijos cuando salen, lo hago con mis hijos todos los dias,aun en la distancia a uno de ellos, y estoy convencido de que la recibe.

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