Los docentes, universidades y escuelas politécnicas públicas y privadas están
preocupadas, y más las privadas; la causa, las resoluciones y proyectos del
reglamento de la Ley Orgánica de Educación Superior, y el mayor problema,
el famoso “PhD”. Nadie, en su sano juicio, podría estar en contra de mejorar
los niveles académicos e investigativos de la Universidad Ecuatoriana, pues,
la excelencia en la educación, es un anhelo de todos. Sin embargo, las
propuestas sugeridas no se encuentran acorde a nuestra realidad, ya que,
la obligatoriedad de que el 70% de los docentes cuente con un PhD, parece
sacado de alguna novela de ficción, dado que la mayoría de centros no
cuentan con los recursos y condiciones necesarios para su consecución.
Es conocido por todos que en nuestro país, la cátedra y la investigación no
son bien remuneradas, a diferencia de Europa o Norte América, donde los
intelectuales se pueden dar el lujo de ser solo profesores a tiempo completo
o investigadores, pues sus sueldos sobrepasan, en muchos casos, los de
un gerente, y por ello sus universidades son conocidas mundialmente como
de excelencia.