27 abril, 2024

Opinión

Confesión…

Algunos de los lectores al encontrarme en reuniones sociales o en la calle me hacen la misma pregunta: …”Porque no escribe?”… Seré muy sincero: no entiendo lo que le pasa al país. Dado que pese a muchos esfuerzos no he logrado entrar en razón decidí que lo más cuerdo seria dirigirme a ustedes y recabar su ayuda. Nuestra formación universitaria, imbuida del método cartesiano busca que todo se resuma a la lógica. Pero este gobierno y su SAI., me sacan totalmente de los rieles de don Rene. Hablo de Rene Descartes, Francia me dio principios que sostenía Montesquieu; insistió en mi aceptación a Blaise Pascal y que se yo mas. Incluso se me metió entre ceja y ceja el necesario respeto a la separación de los poderes para controlar el poder omnipotente de su majestad, hablo de los reyes como Luís XIV… “L’Etat c’est moi! Hoy por hoy todo aquello en el caso de Ecuador se ha ido al tacho de basura.

Hace unas horas tuve la oportunidad de escuchar en Radio Francia los epítetos que el diario L’Humanite, órgano del partido comunista francés, le endilgaba al señor Sarkosy; coincidentalmente actual mantadario de esa nación. Nunca se ofendió, los acepto e incluso dijo que respetaba la opinión de dicho diario. Vaya aquí hubiera podido obtener unos cuantos centenares de millones de dólares en menos de lo que canta un gallo. Si tiene la suerte de caer en un debate de la Cámara de Lores del Reino Unido podrá comprobar los términos con que se refieren a camarón, perdón quise decir Cameron, Primer Ministro de dicho Estado… Y con mucha tranquilidad contesta a su adversario sin mandarlo preso, peor aun insultarlo.

Fallos Escandalosos

¿Cambios en el sistema judicial ecuatoriano? Definitivamente NO. Los FALLOS ESCANDALOSOS que se han dado con posterioridad a la restructuración, donde se incluye la elección de la nueva Corte Nacional de Justicia hacen colegir que se va de mal a peor.

Con el Perdón Sin Olvido que otorgó el Presidente Correa al ex Editor del Universo y a sus directivos, así como con el archivo del juicio en menos de 24 horas por la Sala Penal, se cierra una de las páginas más negras de la historia jurídica y democrática de este país. El perdón no borra la pésima imagen que hemos proyectado hacia el exterior, se violentó la Libertad de Expresión y se intimidó a la prensa ecuatoriana.

Torpezas e Inútiles batallas

El 18 de diciembre expuse ya mi criterio respecto al monumento de LFC. No me gustaba la obra en su ejecución artística, ni el lugar seleccionado por incoherencia histórica y arquitectónica, y expresé además, que el gobierno central no podía inmiscuirse. Dos meses más tarde encuentro más y más torpezas respecto al mismo tema, y es que cuando están subyacentes e implícitas consecuencias políticas vamos obligatoriamente a polemizar en beneficio de los propios odios, tendencias o afectos. Y tratándose de un personaje como lo fue LFC era de prever lo ácidas que serían las acciones y reacciones.

Opiné también que ningún ministro o ministra nombrado a dedo puede inmiscuirse en las atribuciones del Concejo y de un Alcalde elegidos en las urnas para regentar el urbanismo de una ciudad determinada. Caso contrario sería mejor, como sucedió durante la dictadura militar de los setenta, que fuese el mismo poder ejecutivo quien nombre directamente a quienes representan a la ciudad y a las provincias. Opiné que los bienes y mobiliarios urbanos son propiedad de la ciudad y representan o deben expresar o reflejar su historia e idiosincrasia. Opiné que mientras este sistema geopolítico rija, y mediante elecciones directas se elijan a sus autoridades seccionales, ninguna ley ni reglamento que se dicte puede permitir la injerencia del gobierno central en estos temas urbanísticos y locales.

Con Presencia Militar y Policial

En nuestro país hemos tenido la suerte de tener unas Fuerzas Armadas democráticas, patriotas y profesionales ligadas a su pueblo; su origen lo dice todo, no han sido de elite, tampoco represivas y peor corruptas. Los militares han estado vinculados a la suerte de su pueblo, por ello han sido admirados, queridos y respetados; han cumplido su deber en la paz y en la guerra, razón suficiente para ser una de las instituciones de mayor prestigio del país.

La Constitución de Montecristi, engendrada en los cenáculos del partido de gobierno, estableció claramente las misiones de los militares y de los policías; en ésta le da la potestad al presidente que mediante la declaración del estado de excepción, las Fuerzas Armadas puedan ser movilizadas, esta situación tiene su límite y, es la vuelta a la normalidad. Sin embargo que el país volvió a la normalidad se sigue abusando de esta potestad legal y los militares están siendo utilizados para cumplir misiones que le corresponde a la Policía Nacional, institución preparada y equipada para la seguridad ciudadana. Entre otros menesteres, los militares están custodiando edificios públicos, en acciones antidelincuenciales, dando seguridad a la Asamblea, controlando espectáculos públicos; en el control del narcotráfico, desalojando a gente pobre que ha sido engañada por traficantes de tierras mercenarios al servicio del gobierno de turno, a los ojos de esta pobre gente ve a los soldados como represores, triste papel que les ha asignado el gobierno de la revolución ciudadana a las gloriosas Fuerzas Armadas.

¿Es productivo perdonar y no olvidar?

Dirigir procesos, liderar cambios humanos no es fácil, sobre todo en una época en la cual se privilegia el individualismo, el egocentrismo, la soberbia intelectual, todos ellos filtros mentales u obstáculos de la mente que son, sin dudas, aprendidos digamos aprehendidos como resultado de una formación, escasa en su exposición al entorno de conductas como la solidaridad, la honestidad, el respeto a la dignidad del otro, la sencillez y la humildad entre otras manifestaciones excelsas de la realización humana.

Dirigir no es liderar, pero lo óptimo sería que ambos vocablos participen de una inequívoca simbiosis que sea referente específico de la eficiencia y efectividad de un ser humano, de una comunidad humana, del universo tal cual fue pensado por el Creador. Desde mi particular óptica de católico convencido y de pensador independiente no es posible perdonar, en toda la extensión conceptual de lo que significa- sin olvidar. Queda una espina clavada en el corazón, una molestia continua en el cerebro, un vacío doloroso en el espíritu cuando, a pesar de haber perdonado –en forma declarativa- se conserva la necesidad insatisfecha del desquite, de la venganza o de las ganas de “cobrarnos” palmo a palmo los agravios.

El llanto en Lovaina

A mí se me hizo imposible aceptar que nuestro Presidente, hombre inteligente y destacado estudiante universitario haya tenido que esperar llegar a Lovaina para darse cuenta de la mediocridad de nuestros estudios universitarios y llorar por el tiempo perdido de estudios. Habiendo estudiado algunos años antes y viendo los cambios que se han ido realizando en el currículum de estudios de las diferentes carreras, creo que el llanto de Lovaina tiene otra causa. ¿Será que como dirigente estudiantil reclamó más libertad a los alumnos, menor pensum de estudios, menos trabajo?

Cuando yo empecé la carrera de Medicina, entrábamos en total 120 estudiantes a primer año, de los cuales un 75% eran repetidores de curso y apenas unos 15 terminábamos sin repetir ningún curso. Pocos años después fui honrado al ser nombrado Profesor de Pediatría y el currículum incluía 9 horas semanales de Pediatría en quinto y sexto curso, durante todo el año lectivo. Al retirarme, se empezó a reducir el tiempo de estudios y ahora sólo se enseña Pediatría durante cuatro meses a 15 horas semanales.

Re-orientar la política exterior

Nuestro país ha sido noticia en todos los periódicos del mundo con relación al juicio que le siguió el Presidente Rafael Correa al Diario El Universo y la insólita detención de la valija diplomática que fue retenida en Italia por droga, motivo por el cual creo que es indispensable reorientar la Política Exterior del Ecuador.

Asimismo, debemos resaltar que la Política Internacional definida con relación a los altos intereses nacionales deberá estar dirigida a la mejor defensa y afirmación de estos.

Ahora bien, en la configuración de la Política Internacional ecuatoriana no solo interviene, como erradamente se puede creer, el Presidente de la República, el Ministro de Relaciones Exteriores, sino también otros autores, que de una manera u otra inciden en ella por ejemplo, La Función Legislativa, las Organizaciones no Gubernamentales, las Universidades, la opinión pública, etc.

La Salud

Me llamó la atención leer en el diario Metro noticias, que se ha ingresado al país 75 especialistas médicos cubanos, entre Médicos, rehabilitadores, odontólogos y epidemiólogos, para que vengan a preparar a nivel de posgrado en Medicina familiar y comunitaria a los Médicos Residentes de Colta, Guamote, Chimborazo, Tena, Archidona, Arosemena Tola y Napo.

Por otro lado, el Senescyt no tendrá sino unos pocos posgrados permitidos, lo que impide que se pueda preparar buenos especialistas en cantidad suficiente como los que necesita el Ecuador.

¿Es que acaso en Ecuador no hay médicos preparados para ejercer medicina familiar y comunitaria, es decir atención médica primaria?

Ni perdón, ni olvido

Mucho se ha jugado con las palabras y aún con los conceptos. Como que los problemas de fondo pueden esconderse en un basurero revuelto, y de esta manera, el País, ese ente que necesitamos forjar, queda atolondrado impidiendo que avancemos.

Se trata de buscar un lugar de encuentro para, dentro de ese espacio territorial que hemos poblado, ir labrando el mejor bien común que podamos. Y algo bueno debemos extraer como corolario de esta batalla personal e intensa entre un personaje estrambótico y exuberante, como ha resultado ser este Presidente nuestro, y el sistema de libertad informativa como elemento substancial de la democracia. Casi un año perdido en una fiera batalla entre abogados que exprimieron y retorcieron las palabras y conceptos sea para monetizar su oficio o encaramarse en la notoriedad, nos obliga a buscar conclusiones ciudadanas para que las cosas no queden como han quedado, flameando banderas para un próximo encuentro que vendrá sin duda luego con este o con otro nuevo gobernante. La prensa y los gobiernos son contrapoderes naturales y mutuamente deben vigilarse, pues triste es llegar a tener un régimen en los que estos dos poderes estén unidos.

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