6 mayo, 2024

Opinión

El hombre y el animal

Todo hombre que intenta imponer a la fuerza por cualquier medio su criterio sobre el de los demás, es un tirano. El hombre es un ser racional, es decir posee, gracias a su Creador, el poder de razonar. No importa si su criterio es correcto o errado, si las bases de su pensamiento son falsas o reales, si las conclusiones que obtiene de ellas son buenas o malas. Cada persona es libre de tener su propio criterio y nadie, por más poderoso que sea, puede tener derecho a cambiar ese criterio o esa apreciación. Este es el verdadero poder de la democracia y de la libertad. Es diferente al accionar. Yo tengo derecho a actuar en la forma que me parezca, siempre y cuando respete en todo los derechos de los demás. Cuando con mi forma de actuar altero en alguna forma el derecho de los demás, cuando mato, violo, impongo por la fuerza mi criterio o mi pensamiento, estoy poniendo de lado las facultades de razonamiento que Dios me ha dado, para proceder como un animal, que no razona, sino que impone. El animal vence, el hombre convence. Se vence por la fuerza, por la potencia, se convence por el razonamiento.

Todo tratado impuesto por la fuerza dura lo que dura la fuerza en manos del ganador. Cuando el que perdió llega a tener más fuerza, puede vencer a su adversario y se cambian los papeles.

China: bendiciones combinadas

El país más populoso del planeta, con un registro nada favorable en sus políticas de respeto a los derechos humanos y con un gobierno marxista leninista de un solo partido, se está tomando el mundo. Su política de no intromisión en temas soberanos de los países con quienes mantiene relaciones de toda índole, sumada a la ventaja de precios en la oferta de sus productos y servicios, han convertido a este estado comunista no solo en el gran favorito de los países en vías de desarrollo, pero también en el principal financista individual de la mayor potencia mundial. Hasta Julio de 2011, China tenía en su poder US $1.2 trillones en Bonos del Tesoro americano y se había convertido en el segundo socio comercial de los Estados Unidos.

En un estudio presentado a finales de 2011 por el Director General de Políticas Externas del Parlamento Europeo, éste, reportó a China como su principal fuente de importaciones y su segundo socio comercial global. China es la segunda economía individual (por país) más grande del mundo, luego de los Estados Unidos y la tercera economía, considerando a la Unión Europea como la mayor del planeta.

La excelencia burocrática

Me resisto a ver una foto donde policías resguardan una universidad ecuatoriana, legalmente constituida acorde a circunstancias que ahora quieren corregirse. Detrás de esos hombres armados, mientras la delincuencia campea, como telón de fondo luce uno de esos vistosos letreros a lo SRI escrito en letras rojas sobre fondo blanco que dice SUSPENDIDA por falta de calidad académica Firma la CEAACES. Asumo que es parte de la nueva campaña electoral del gobierno que se titula “Excelencia Académica”, que ya entró en la jerga sabatina y pronto la escucharemos en las publicidades radiales.

Veamos el esquema legal y burocrático ya trazado. Un poderoso organismo conformado por la nobleza intelectual del siglo 21 tiene la absoluta capacidad legal de juzgar la “calidad académica” ajena. Mucha arrogancia debe sentir aquel que detenta la capacidad de manejar el destinos de asustados alumnos de la vida, en estos tiempos en los que una computadora corrige la ortografía, suma, multiplica y da acceso a toda la información existente en todas las universidades del mundo entero y traducido a cualquier idioma instantáneamente. En fin. Para mí, antiguo de criterio, la educación hay que impartirla sobre la base del esfuerzo, sin policía ni nada. Causa – consecuencia, es la norma didáctica suprema. Estudia, toca guitarra o patea la pelota. El papel del estado es abrir oportunidades, infraestructura y maestros, pero lo que se ha diseñado son controles. No queremos Ph.D administrando nuestras vidas, ni manejando taxis, sino taxistas que cumplan con las reglas de tránsito, y burócratas que tengan nociones claras sobre lo que es el “servicio” público sin arrogarse el papel de dioses.

Tiempos Revolucionarios

Corrían los tiempos de la llamada partidocracia; exactamente el 16 de enero de 1987, el presidente Febres Cordero, en la Base Aérea de Taura, había sido secuestrado; ya en la tarde, después de un día de tensiones para el país, Febres Cordero era liberado. En Guayaquil, sus seguidores le habían preparado un recibimiento, esperaban que sea apoteósico; la gente era traída desde los suburbios para engrosar las filas del recibimiento; este trabajo lo hacían los “líderes” que promovían invasiones, entre otros destacaban Balerio Estacio, Jaime Toral Zalamea y Carlos Castro. La pobre gente que estaba obligada a acudir a donde se les ordenaba, tenían la esperanza de que se haga realidad el ofrecimiento de un pedazo de tierra y poder construir una modesta vivienda; no importaba la extorsión y maltrato de quienes controlaban estos asentamientos, no asistir a la manifestación ordenada significaba perder el solar que les habían sido asignado; para estos extorsionadores era su modus vivendi; los políticos de turno en el poder les habían otorgado patente de corso, ellos tenían la obligación de “sacar a la gente” para las marchas y contramarchas.

Las propuestas del nuevo humanismo

El hombre es loco-cuerdo. La verdad humana trae consigo el error. El orden humano implica el desorden. Pues la buena respuesta sólo puede ser compleja y contradictoria. EDGAR MORIN

Como que, desde siempre, las sociedades han definido su existencia confrontando, una y otra vez, crisis continuas. Sin embargo, han resultado, desde esta situación de discrepancias, saludables indicadores de cultura creativa. Podría decirse, aunque pueda interpretarse un tanto reduccionista, que hay una especie de permanencia ideológica por un llamado a la aparición de un “hombre nuevo”. Es, en términos sociológicos, la invocación a un bienestar colectivo con algún tipo de beneficio individual. Expreso, o velado y en ciertas instancias hasta esotérico.

Cueros afuera

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Dejé por dos meses y algo más esta columna como una suerte de tiempo para refrescar la mente y permitirnos no descansar, pero sí calibrar la óptica de opinión con que se he desarrollado este espacio. Ya de regreso y con nuevos bríos, la salida del intendente general de policía del Guayas, Julio César Quiñónez, trajo cola… y de cuero.

Roberto Cuero Medina ingresó a la Gobernación del Guayas como el primer negro (afroecuatoriano se dice ahora) en ocupar esa distinción. Sin ser guayaquileño de nacimiento eso no obstó para que gozara de la confianza del presidente Correa: Cuero sirvió de ariete revolucionario para molestar a un segmento minúsculo pero importante de la sociedad guayaquileña que cree que las cosas aun se ganan por apellidos, colores y olores. Pero la revolución de Cuero se quedó en los discursos, pues las legendarias y partidocráticas prácticas en Intendencia de Policía y Comisarías de Policía se repitieron y con fuerza.

La cultura del reclamo

Los ecuatorianos debemos prepararnos para RECLAMAR el respeto a nuestros derechos, oponiéndonos cuando somos atropellados, vejados o extorsionados para que estos nos sean reconocidos.

Si bien es cierto que en el país ha existido prácticamente desde su instauración como República un alto índice de corrupción, también no es menos cierto que en los regimenes totalitarios que controlan todos los estamentos del Estado, el ciudadano tiende ha sobrevivir y acostumbrarse al atropello y a la lesión por parte de quienes tienen como obligación impartir justicia o dispensar un servicio al que se tiene derecho.

Fabricio Correa D.

Al escucharlo en una entrevista, hace un par de días, tranquilo, pero con su estilo de lanceta muy bien dirigida, refiriendo cómo buscan negarle su derecho de ecuatoriano a optar un puesto electivo nacional. Decidí expresar mi opinión sobre la obra que se ha montado.

Antes de proseguir debo aclarar dos cosas: Desde que “Rafo” fue Ministro de Finanzas, quede seguro de que su método de gestión sería fatal para el pueblo ecuatoriano y, segundo, más tarde, creí que había saludado con Fabricio en el Centro Comercial, de muy corta vida, “La Puntilla”; luego me aclararon que él no era el esposo de una amiga de mi conyugue que me presentaron con su consorte.

En otras palabras, para ninguno de ellos les tengo afecto o desafecto en lo personal; empero, si en sus actuaciones públicas.

Algún día…

Algún día entenderemos que las cosas no cambian si nosotros no cambiamos.

Algún día entenderemos que culpar a alguien por tener buena voluntad y dar al máximo de su capacidad, no es la solución a un problema ancestral.

Algún día entenderemos que la caza de culpables es la forma más fácil de condenar a inocentes, dejar en la impunidad a culpables y hacer que las cosas continúen igual. Se puede probar la culpabilidad del hombre, como se lo ha venido haciendo hace desde hace más de dos mil años, haciendo que la masa grite “¡Crucifícalo!, ¡Crucifícalo!”

Hoy se murió mi hermano Eduardo Burbano García…

Recibí la noticia en la mañana.

Ayer en la noche habíamos hablado y me protestaba porque no había ido a almorzar a su casa en los días jueves como siempre.

Esta costumbre la iniciamos para poder estar junto a su padre Pepe, quién también es mi padre por el cariño que le tengo.

Siempre me preparaban pastel de cangrejos y yo tenía mi propio frasco de ají no moto, que era intocable para los demás.

Conocí a Eduardo en el tercer grado de primaria del colegio Espíritu Santo. Nació un día después que yo, el 7 de Febrero. De inmediato nos hicimos íntimos amigos. El vivía en una casa que en esa época era la única que tenía ascensor y quedaba al lado del hotel Humboldt, donde ahora queda la bahía.

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