19 enero, 2025

La salud es primero

Un día me hicieron una cirugía. Tenía mucho miedo, yo estoy en contra de las operaciones, sobre todo si son por razones estéticas. Pero me di cuenta que necesitaba operarme, por mi salud mental y para sentirme mejor físicamente. Lo pensé muchísimo, operarme o no operarme, pero me acordé algo que pasó un día cuando mi abuela aún vivía. Yo le dije, abuela llévate la mitad de lo que a mi me duela o me preocupe y me dijo: “Sí, cuando yo me vaya de este mundo me llevaré la mitad.” Recordar eso me dio tranquilidad.

Hablé con muchas personas sobre este tema y al final decidí que me hicieran la operación. Además de operarme, también quería ir a un concierto de una de mis bandas favoritas, que sería justo después de 15 días de mi operación. Pero no puede ir porque lo más importante es la salud antes que cualquier cosa. A veces si tu quieres ir a un lugar o quieres hacer algo, o quieres ir a bailar, pero te estás recuperando de una operación o tienes una enfermedad, primero cúrate y ahí anda hacer eso. Porque puede ser que tu digas vamos al concierto, pero después te puedes arrepentir. Claramente, cuando estás con tu familia, tu mamá, tu papá o tu hermana o tu esposo o tus amigos, te sientes segura.  Puede ser que cuando estás bailando en el concierto puedes empeorar y puedes ser una carga para esas personas que están al lado tuyo. Todo tiene su tiempo, quizás no puedas ir a la fiesta o a ese concierto, pero habrá otro concierto de la misma banda u otra fiesta mejor cuando ya estés mejor y recuperada o recuperado podrás disfrutar más de la fiesta o del concierto. Recuerda: ¡la salud es lo primero!

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El Lugar

Tomar decisiones importantes, ser determinados. Todos tenemos un lugar al que deseamos ir en algún momento de la vida. Solemos postergar el viaje, reprimir ese deseo. Ponemos pretextos y aparentes prioridades, miedos y angustias, sin darnos cuenta que solo hacemos que el tiempo se extienda en vano, y permanezca en una innecesaria espera.

En mi caso, ese lugar de mis sueños es Calcuta. Tuve que decidir que ya era hora de estar ahí, creo que mi alma lo pedía. Dije que si a la invitación de una amiga y viajé a la India con un grupo de yoguis y yoguinis (hombres y mujeres que practican yoga), nueve personas en total. Solo tres eran conocidos míos, al resto los había visto unas cuantas veces, e incluso a dos del grupo no los conocía. Pero Dios tiene su plan perfecto y Él sabe y decide con quien debes estar cuando se trata de compartir experiencias inigualables como las que he vivido.

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