6 mayo, 2024

Las gallinas de la perdición

Este en es un ensayo satírico del escritor español Rafael Barret intitulado Gallinas adaptado a la situación política de crisis e inestabilidad y hartazgo de los ecuatorianos que no tenemos vinculación política partidista alguna

En ensayo empieza así

Mientras no poseía más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada. La propiedad me ha hecho cruel.

Siempre que compraba una gallina en Atuntaqui, la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia.

Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies es decir de los políticos que perturban mi paz.

Me aislé, durante 30 años, anduve por Colomba, Perú, por la costa , por el oriente ecuatoriano, por el IESS y en el libre ejercicio profesional del Derecho hasta cuando los gobiernos me permitían, les ganaba los juicios pero que difícil cobrar al Estado, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo, porque me volví desconfiado por tanto latrocinio de gobernantes, asambleístas y caciques provinciales, y mis vecinos que me mostraban una tenaz resistencia al cambio

Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas adquiridas con el sudor de mi frente, mis estudios y mi auto preparación y los demás que podían quitármelas, mis vecinos de variadas tiendas políticas.

Definí el delito. El mundo se llena para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil, al juicio de las elites políticas contra un presidente que esta entrampado en un tridente no deseado Correa. Iza , Nebot y los actuales asambleístas despreciables para mi gusto

Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas al intruso, pero saltaban el cerco de casa en casa como yo desde Atuntaqui a Quito y viceversa y no encontraba ni culpables ni paz , solo prófugos y decidí armarme para cumplir el Decreto del presidente. Reclamé los huevos como reclama el denunciólogo de Villavicencio que cobra por denunciar y cobra por callar y mi vecino me aborreció.

Desde entonces vi su cara sobre el cerco y en mis largas noches de insomio , su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía.

Sus 137 pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos, me refiero al Gran remate del país a vista y paciencia de la Fiscal y del nuevo remedo jefe del Consejo de la Judicatura que reclaman presupuestos para engordar a los jueces y fiscales

Los pollos ajenos no alineados al CR y PSC me parecieron igual de criminales porque piden Ministerios enteros por su voto. Los perseguí, y cegado por la rabia dispare 51 videos en tik tok y creo que mate algunos, pero a las minorías móviles ni mella les hace, siguen en la cacería del lobo feroz de Carondelet entre la compra y venta de votos.

El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria ni una vacuna.

Retiró gravemente los cadáveres de sus pollos, y en lugar de comérselos, se lo mostró a sus amigos los del narco estado, con lo cual empezó a circular por el pueblo de Antonio Ante y sus parroquias la leyenda de mi brutalidad imperialista, me tildaban que era un resentido social que no tenía ideología ni partido político que me defienda. Me volví un paria y sin amigos, y desde la pandemia tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra con mis 26 libros, 350 videos en YouTube y 51 videos en tik tok y aunque ustedes no lo crean a más que se terminaron mis ahorros ,ahora estoy aprendiendo Inteligencia artificial.

El vecino dispone de un perro coyotero decidido a todo; yo pienso adquirir una escopeta y chaleco con balas de goma permitido por el Decreto del inepto, para que nos matemos entre ecuatorianos y después nos pasan a factura porque así empezó Colombia y terminó con una guerra de guerrillas y del narco trafico que contamina a la Región

Les pregunto ecuatorianos ¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio de un país fraccionado. El espíritu del mal se ha apoderado de mí. Antes era un hombre medianamente feliz, Ahora soy un propietario con insomnio y con un país en la misma M.

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