13 enero, 2025

Asociaciones políticas y democracia

Asusta ver la cantidad de partidos, asociaciones, grupos, etc., políticos que existen y quieren existir en el país. De acuerdo con la prensa, ya vamos por los 300. Si recordamos la vergonzosa elección de alcalde de Quito, donde una persona salió electa con el 20% de los votos, y antes del año ya era cuestionada por irregularidades, mucho me temo que esto se vea repetido más fácilmente en futuras elecciones.

Ya no hay ideologías políticas. Se habla de derecha y de izquierda, se habla de socialismo, de comunismo, capitalismo, democracia, libre empresa, pero ninguno de estos grupos tiene claro el respeto al ser humano, a la libertad, a las ideas.

Si en verdad queremos hablar de diferencias, la única que logro percibir, es la que habla de libre empresa y de Gobierno estatizante. El grupo donde el Estado es el que ordena todo, hace y deshace, y el grupo donde las Empresas logran sus ventajas, como Estados Unidos.

Ambas tienen su lado flaco: el que manda es el que decide. Y esta persona puede ser buena, excelente, mala o pésima. Bien o pésimamente asesorada, y puede ser la salvación o el hundimiento del país.

Creo que para evitar que vuelvan a existir aberraciones como la ocurrida en la elección de la alcaldía de Quito, el Gobierno y los partidos políticos, deberían definir los lineamientos de los partidos, movimientos, agrupaciones y más grupos, formando no más de 4 grupos diferentes y anexar todos los que tienen características similares, encasillándolos en uno de estos 4 grupos y que entre ellos se realicen elecciones primarias, de modo que no haya nunca más de 4 candidatos para cada puesto.

Da vergüenza ver que ya mismo tenemos 17 millones de candidatos, porque todos quieren ser candidatos (aunque todos sepamos, en la mayoría de los casos, el verdadero motivo para candidatizarse).

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Personas que son contrarias a lo que escribo, manifiestan su inconformidad diciendo que soy un opositor de su majestad.

Normalmente soy una persona positiva y optimista. Ni siquiera digo malas palabras frente a las mujeres y no soy conocido como conflictivo ni belicoso. Ofrendaría mi vida por lo que creo y pienso que el patrimonio más valioso del ser humano está en su honra.

Hago este preámbulo por que quisiera ver a cualquiera de las personas que tan ciegamente defienden las patanadas del insultador, como a la hora de ser atacados también, pudieran responder con tanta mesura y reflexión como la que exigen a quienes si lo hacemos.

Existen circunstancias extremas donde las reacciones dependerán de los valores intrínsecos de moral, honor, y convicción que la persona tenga.

Pensando en muchas cosas…

Esta es una época que se puede tomar en dos sentidos. Uno, podría ser como de “post-mortem” y estaría bien, ya que hace apenas dos meses que asistimos a la muerte del año anterior, puede que aún queden heridas que sanar, secretos que contar, secretos que ocultar más todavía, momentos que recordar, temores que vencer o deudas que pagar.

También podría ser una etapa de inicio, algo así como un estado entre pre-natal y natal. En la que hemos puesto esperanzas, y deseos que, obviamente, queremos se cumplan.

Si se habrán dado cuenta, entre una y otra posibilidad queda un vacío. El antes y el después nos deja inevitablemente el “ahora”. Qué estamos viviendo “ahora”. Ahora, mientras se quemaba el “viejo”; ahora mientras escribo o ahora, mientras ustedes leen lo que escribí.

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