2 mayo, 2024

Deplorable

Dos hechos deplorables se dieron en el país. con connotaciones totalmente diferentes, no obstante, dejaron en evidencia la situación espiritual y moral que se vive en el Ecuador.

La noticia del fallecimiento del expresidente Sixto Duran Ballen tomó de sorpresa a una gran parte del pueblo ecuatoriano. Si bien se conocía que su edad era ya bastante avanzada, las últimas entrevistas realizadas por algunos medios de comunicación lo presentaban con su mente totalmente lúcida y únicamente afectado por la dolencia de su columna que lo encorvaba notablemente.

Para muchos jóvenes la trayectoria de Sixto no fue muy conocida ya que su obra como Alcalde de Quito 1970-1978 y la Presidencia de la República 1992-1996, los más importantes cargos al margen de otros que le tocó desempeñar, fueron hace más de 40 años donde algunos aún no habían nacido o estaban en plena niñez.

Tuve la oportunidad de colaborar con él desde la Gerencia del Banco Ecuatoriano de la Vivienda, en la Presidencia el Ing. León Febres Cordero, cuando Sixto era Presidente de la Junta Nacional de la Vivienda y tenía a su cargo el proyecto de construcción de viviendas de interés social, como parte del slogan de campaña de pan, techo y empleo.

El comentar en un artículo la obra realizada por Sixto en su carrera como político y el aporte realizado al país resultaría muy extenso y con el riesgo de caer en errores u omisiones, por lo que me limitaré a deplorar la actitud del gobierno correíta y sus altos funcionarios ante el fallecimiento de un expresidente de la Republica que pudo haber cometido errores como todo ser humano, pero más fueron sus aciertos.

El pueblo de Quito le rindió el homenaje que se merecía y quedó expresado en las largas columnas de personas que se acercaron hasta su féretro para dejar constancia del dolor por su desaparición y el agradecimiento a sus obras.

La ausencia de las autoridades del gobierno verdes-Flex, fue el fiel reflejo de lo es la revolución del Siglo XXI. La soberbia agresiva y el odio de clases a todo aquello que pueda significar el pasado se puso de manifiesto ante la muerte de un hombre íntegro, honesto y tolerante como lo fue Sixto. Que deplorable actitud.

La llegada del líder chino tenia al gobierno ocupado en asuntos protocolarios, desde cómo recibir al prestamista que permite pagar los megaproyectos, hasta presentarle un panorama de un país que no lo asuste y los deje sin el flujo tan necesario. Los revolucionarios se engalanaron con los mejores vestuarios incluidas las camisas bordadas adefesiosas. Condecoraciones y comelonas eran la viva demostración del adulo. Deplorable y humillante.

Por otro lado, una ciudadana que decía ser funcionaria judicial y perteneciente al partido de Alianza País, por lo menos así lo demostraban las fotografías que circularon en las redes sociales, se negaba a pagar una factura en un restaurante, protagonizando un escándalo que convocó a la policía, mientras de su boca emergía el vocabulario más soez acompañado de amenazas de que en “menos de 30 minutos te mueres”. Deplorable aptitud.

Los dos acontecimientos han dejado muy en claro la visión que se tiene en este país por quienes están al frente del gobierno. El clima que se advierte generado a partir de lo que se denomina la década ganada y la pérdida de valores en la forma más deplorable.  

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