9 diciembre, 2024

Mensaje (sin arbolito) de Navidad

Lo que niegas te somete, lo que transformas te libera. (Jung)

La razón no es el camino. Tantas veces teniendo razón y cada vez más esclavo de la misma. Lo lógico no es lo normal. En la naturaleza nada es lógico ni razonable. La sociedad es el imperio de la razón. Pero la sociedad es un invento. La sociedad es una moda, es un consumo. La razón en la sociedad nos consume. La vida nunca se consume. La vida es eterna. La vida transcurre en el presente. La razón nunca está presente. Quizás ni exista. La razón de un tiempo no es la misma razón en otro tiempo. Ni siquiera la razón con la que me desperté en la mañana es la misma razón con la que me acuesto. Un día estoy vivo y tengo razón de estar vivo y otro día ya de mí sólo tendrán recuerdos porque estoy muerto. La única razón es la muerte. Como no hay verdades humanas eternas ni inmutables entonces es importante atender y respetar las razones de los otros. La razón del otro es mi atención. Observo mi razón y mis razones y trato de ver su forma, su antigüedad, su color, la fuerza que contienen y la negatividad que esconden. La razón está en el pensamiento. El centro del pensamiento es el ego. Todo el ego es engañoso. La tiranía del ego es que siempre tiene razón. El ego no es el camino. Puede que el otro tenga razón, obedezco sus razones pero no las sigo. Obedecer significa atender. El obedecer desde la atención es un camino libre. Hay que darle libertad a la gente y darme libertad a mí mismo.

El mundo es efímero. Hay que profundizar ante todo lo que existe. La gente superficial que gusta aprovecharse de ti abunda y cada vez son más. No seas tú uno de ellos. Se fiel a ti mismo. Mantente tranquilo. Todo lo que tú crees ponlo a dudar, atrévete a dejarlo ir. No te sometas a creencias que sostenerlas te aten y esclavicen.

Ten preguntas pero obtén respuestas. También las preguntas son efímeras, las respuestas pasajeras. Una pregunta verdadera dura varias vidas y viene desde el planeta más lejano y ha tenido que sobrevivir sequias y abundancias.

Este momento es lo mejor que tienes. Este instante agradece que alguien esté viniendo a ti con la ayuda y la misericordia que necesitas y requieres. El tiempo sirve para comprender que siempre hay alguien que te puede dar la mano, venir en tu ayuda. Tienes un poder sobre el tiempo. El tiempo es efímero. No debería importante. Poséete a ti mismo y orate a ti mismo. Aprende a decirte: YO SOY, muchas veces. Dile ahora mismo. Cántale a Dios desde “yo soy”. Yo soy no es la mente o por lo menos el pensamiento que te tiene aprisionado, en estado vegetal. Decir: YO SOY es mágico. Las cosas, sucesos y fenómenos no tienen razón, son mágicos.

No todo lo que nos sucede nos pasa por nuestro propio bien. No necesito tener a gente aprovechadora ni vampira como maestros. Un día vendrán dioses del cielo trepados en elefantes y dinosaurios regalando oro y piedras verdes pagando por las cabezas de los santos, los rectos y los serios, como Usted, peor quien escribe, no somos perfectos no nos llevaran, pero nos quedaremos con el oro de los dioses entregándoles la cabeza de los iluminados.

Soy pesimista, esté es un valle de lágrimas y no hay respuestas. Alguien me tiene vivo, alguien me tendrá muerto. Alguien o nada. Me has encontrado amigo, tú lectura y tú silencio es mi respuesta. Te agradezco. Tengo gratitud. Tener gratitud no es tener razón, es una forma especial de vivir. La gratitud es Navidad. Lo más grande de lo grande es lo nuevo. Acojo lo nuevo. Cuando está presente lo nuevo no hay conflicto. Estoy aquí desde hace siempre. No puedo sobrevivir a mi muerte sino estoy aquí ayudando a la tierra a ser sol y a mi padre, el sol, ser vía láctea. No soy forma, soy ser. Vivo para Ser. Este instante es bello. Todos los obstáculos para SER me han abandonado. Las dos únicas certezas: Yo soy un milagro y la muerte también es un milagro.

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¿Quién es realmente este hombre?

Cierta vez escuché decir a un entrañable amigo y sacerdote, desgraciadamente ya fallecido, que Jesús, siendo el hijo de Dios y siendo el personaje más maravilloso de toda la humanidad, nació en un humilde pesebre, rodeado de la más grande pobreza, rodeado de animalitos, y hasta de los deshechos que estos evacuaban (por decirlo de una mejor forma).

De aquello, la historia da plena fe a través de documentos en los cuales se destaca una carta del SUPREMO EMPERADOR, EL CESAR, quien un tanto preocupado por los comentarios que a él le habían llegado, le pregunta a su gobernador, Poncio Pilatos: “Me he enterado que allá existe una persona llamada Jesús que dice ser el Rey de los judíos. Podrías describirme quien es realmente ese Jesús, pues el único Rey y señor soy yo”. Pilatos le responde, y le dice: “Jesús es un individuo de pelo largo y ensortijado, color oro, y se peina con la raya en medio al estilo Nazareno. Su barba, del mismo color de su pelo, es también partida en la mitad. Viste humildemente una túnica y sandalias. Es prácticamente imposible sostener su mirada directamente a sus ojos. NO VISTE COMO UN REY, PERO TIENE TODO EL PORTE DE UN REY”.

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