Código para Vida

Hace unas semanas trascendió la noticia en los diversos medios de comunicación, e inclusive en redes sociales, que a una perrita mestiza, a quien se la denominó “Vida” fue presuntamente arrojada desde un cuarto piso de un condominio en “Socio Vivienda” en la Ciudad de Guayaquil, según las versiones de algunos vecinos. El can quien yacía moribunda en la calle, fue rescatada por una Unidad de rescate de la Prefectura del Guayas y trasladada a una Veterinaria.

Este tipo de actos de maltrato a los animales no solo son deplorables, sino también criminales.

El recientemente entrado en vigencia Código Orgánico Integral Penal en artículo 249, reza lo siguiente: “La persona que por acción u omisión cause daño, produzca lesiones, deterioro a la integridad física de una mascota o animal de compañía, será sancionada con pena de cincuenta a cien horas de servicio comunitario. Si se causa la muerte del animal será sancionada con pena privativa de libertad de tres a siete días. Se exceptúan de esta disposición, las acciones tendientes a poner fin a sufrimientos ocasionados por accidentes graves, enfermedades o por motivos de fuerza mayor, bajo la supervisión de un especialista en la materia.”

Los comentarios en las redes sociales respecto de la nueva sanción, solo van en una dirección: las penas están muy suaves. “Definitivamente muy suave esa penalización, sea un perro, gato, iguana o cualquier otro animal, es un ser vivo. Acaso no merece los mismos derechos de vida que nosotros, la misma importancia que nosotros. De mi parte exijo una sanción mas fuerte, el hecho de que no hablen como nosotros no significa que no sientan como nosotros.” Yo coincido con el comentario.

Decía Ghandi que La Grandeza de un pueblo se juzga por cómo trata a sus animales, y en el Ecuador en ese aspecto aun estamos en pañales por la falta de control de las autoridades. No es suficiente sancionar, hay que controlar y mas que nada prevenir.
¡Reacciona Ecuador, el maltrato es violencia!