28 abril, 2024

!VALIÓ LA PENA? Memorias auto biográficas

Me permito por esta vía hacer un pre lanzamiento de mis memorias biográficas, un libro que he titulado ¡VALIÓ LA PENA? A quienes puedan estar interesados les invito a leer estas líneas.

Fue inevitable. La jubilación me puso frente a frente conmigo mismo. No lo tomé con el fin de un camino, sino como la apertura de un nuevo sendero. Había llegado el momento de hacer lo que yo realmente quería, y no lo que las obligaciones y rutinas pecuniarias o sociales me imponían. Estaba al fin libre, libre de verdad y en la cima de una montaña de años mirando con la frente levantada el paisaje ya estático de mis tantos ayeres. ¿Cómo convertir los recuerdos en algo del presente para evitar la depresión inevitable ante ese corto futuro que se presenta lleno de neblina y con cierto aroma de muerte? Debía emprender una aventura existencial y como instrumentos tenía solamente mi libertad, mi mente y una cierta vocación literaria pasmada por los avatares del destino. Solo leyendo y escribiendo a mis anchas encontraría mi realización cotidiana y con deseo irrefrenable decidí recuperar aquel tiempo perdido disfrazado de empresario y de muchos otros atuendos como el detestable smoking, la asfixiante corbata o la obligadas conversaciones de salón hablando muchas veces de dinero, de política o de nada.

Es así que decidí que este último sorbo de mi vida lo debía beber a plena satisfacción y con la autenticidad más profunda que queda dentro de este cuerpo y mente que ya, flagelados por el tiempo, poco a poco se evaporan. Y así se inició este trabajo de novelar mis propias experiencias, no anclado en el ayer, sino proyectando los recuerdos para plasmarlos en un análisis que hoy se materializa en un libro de 664 páginas que he titulado ¡VALIÓ LA PENA?, una novela biográfica de mi propia existencia. Dos años y algo más ha durado la travesía surcando tempestades emocionales para llegar finalmente a este remanso que causa toda meta cumplida.

He disfrutado enormemente de esta, quizás, última aventura. Ha sido un trabajo apasionado por la intensidad requerida para atreverme a escribir sobre todo aquello que aun palpita en mi intima memoria, y que seguirá latiendo hasta que cada hoja del papel utilizado llegue a reciclarse. Finalmente las polillas son menos laboriosas de lo que son los gusanos que darán cuenta de nuestras neuronas o del fuego que incinere la parte corpórea.

Dos años y cuatro meses de trabajo en la elaboración de esta retrospectiva que inicialmente estuvo diseñada para ser impresa, pero no difundida sino como obra póstuma. Escribí bajo la perspectiva de que el lanzamiento se lo haría ahí, al pie del féretro. Un acto dramáticamente solemne con dosis de humor negro que acallaría con ironía, al menos por unos instantes, ese murmullo disonante que se suele bullir en los entierros.

Terminada la tarea me vinieron noches de insomnio y ciertas ansias de compartirla aún en vida. ¿Por qué no? Si finalmente soy dueño de mi yo, de mi propio tiempo, de mis emociones y de mis íntimos pensamientos. Sólo cuando decidí seguir adelante y publicar este trabajo sentí que mi corazón recobró vigor y ganas. El “que dirán” queda así derrotado ante un inesperado lance de osadía.

Al momento deseo inventariar a los lectores que estuviesen interesados en adquirir esta novela o memoria biográfica titulada ¡VALIÓ LA PENA? Una forma de distribución asignada y selectiva, acudiendo a la bondad de las redes sociales.

Para manifestar su deseo, utilice el siguiente correo electrónico;

hraadanton@gmail.com

Oportunamente, por la misma vía, les llegará la información adicional esperando por cierto que en el mayor número de casos pueda estrechar la mano de cada persona que se lleva mis confidencias, anécdotas y pensamientos plasmados en este libro lleno de anécdotas, recuerdos, amores, desencantos y todo aquello que crudamente constituye la vida

Artículos relacionados

Carta abierta a Carlos Jijón

¡ Jijón !:

Acabo de leer tu enésimo ataque a León Febres Cordero comparándolo con Correa. Es evidente que a través de los años no has podido dominar tu odio, tu envidia y tu resentimiento social hacia ésa figura histórica tan innegablemente trascendente y que ésos sentimientos negativos se han convertido, dentro de ti, en un veneno amargo aunque más inocua que la hiel para el objeto de tus ataques. Comparar a León con Correa, es un acto no solo de odio y resentimiento sino también y principalmente de profunda ignorancia, agravada por la ceguera que tu veneno te causa a ti mismo. Como no te atreves a atacar ahora frontalmente a Correa, por miedo a terminar como Palacio, en el exilio y viviendo anda tú a saber cómo, te ensañas con singular cobardía con la memoria de un hombre muerto, cuando éste ya no puede defenderse por sí mismo aunque sus amigos y coidearios lo sigamos haciendo con pasión y afecto, como lo seguiremos haciendo hasta el final de nuestros días.

Tu artículo está lleno de sofismas, más bien es en sí mismo un real “monumento al sofisma” y la pobreza de tu lógica y análisis no amerita que se lo analice y refute puntualmente.

No hay comentarios

  1. Si todos tuviéramos ese valor y esas agallas otra sería la historia. Claro que valió la pena! Gracias Dr. por su amistad!

  2. Valentia, franqueza y frontalidad ha sido la características de sus escritos y eso no es frecuente encontrar en estos tiempos. Guayaquil le debe esos ejemplos que Ud. ha dado defendiéndola y desenmascarando hipocresías de falsos líderes. Esperanza con alegría en el nuevo ciclo de vida!!

  3. Lo felicito. Ha dado un paso muy arriesgado.
    Los problemas de salud mas que la muerte es el limitante mas importante a esas alturas del partido.

  4. mi querido amigo Henry, de ninguna manera puedo perderme la oportunidad que brindas de leer y disfrutar del comentario de tu propia historia, que estoy seguro, que si valio la pena vivirla!! Siempre he admirado la frontalildad de tus comentarios y acciones.. tu amigo de siempre, Carlos Baquerizo

  5. Siempre recuerdo positivamente el tiempo en el que
    compartimos y luchamos por mejorar algo que
    que se nos encomendo dirigir y al final liquidar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×