1 mayo, 2024

Día: 1 de agosto de 2011

Para ti

Te tuteo no porque te irrespete ya que no te respeto, sino porque para ser respetado, uno tiene que ganarse ese respeto y tú… nos irrespetas a todos.

No alcanzo a entender todos los líos que armas. Se supone que alguien en tu puesto debería tratar por sobre todas las cosas y especialmente por sobre las de sí mismo, de buscar la paz social y el bienestar de todos como su principal meta. Por eso te digo que no entiendo como antepones tus problemas personales al bienestar de la nación y encima de eso tienes la inverecundia de decir que lo haces como ejemplo para todos, ya que tu “triunfo” ha sido mal ganado con el abuso de tu poder y es un mal ejemplo para todos.

Un vencedor, jamás se mofa de su vencido.

El vencedor que lo hace, es un perdedor.

Nocturno

Manuel Acuña es uno de los más conocidos poetas del romanticismo. Nacido en Saltillo, Estado de Coahuila, México en 1849. Estudiante de Medicina tiene entre otros un poema filosófico “Ante un cadáver” que demuestra en tercetos su facilidad para la magia poética.

Se dice que su gran amor platónico fue Rosario de la Peña a quien le dedicó, poco antes de su muerte su más conocido poema, el “Nocturno”, por lo que se dijo que es desdén de Rosario había sido la causa de la decisión de cortar su vida. . Se suicidó con cianuro en su cuarto de la Escuela de Medicina en 1873, a los 24 años de edad.

Vale la pena recordar este hermosísimo Nocturno que ha servido de inspiración a miles de enamorados.

Gkill City

Creo en la libertad. Sin libertad la vida sería monótona, llana y plana. El arte en todos sus aspectos no tendría sentido. La fantasía moriría. El amor tendría una sola postura. No habría moda, piercing, hilo dental ni siliconas. No habría sorpresas y el ser humano quedaría degrado al nivel de simple manada. Sería aburrido vivir sin imaginación y que quede claro que, la imaginación, es la hija mayor y predilecta de la libertad con el poder creativo.

Con estos pensamientos en mi cabeza este sábado 30 de agosto fui a esa inmensa mansión derruida que está a la salida del puente del Albán Borja, donde estos rebeldes de GKILL CITY exponían, entre otros, los desechos del Salón de Julio. No fui por cierto a la exposición organizada por el Municipio guayaquileño ya que por principio no me atrae ver concursos donde la prohibición de algo, empaña. Fui a la Expo Inmundicipalidad a ver hasta donde la imaginación de los jóvenes se organiza, se divierte y se desarrolla en repulsa a las prohibiciones. Un espacio libre donde, aun un zapado olvidado del que cuelga un teléfono, merece un premio. Fui a ver la libertad, y libertad sobraba.

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