26 abril, 2024

¿Feliz año?

El fracaso político, dirigencial y deportivo de Eduardo Maruri Miranda ha sido muy lamentable. El traspié cometido con el Barcelona Sporting Club (BSC) lo ha dejado como el damnificado número uno: entre llantos y besos a sus hijos, renuncia, tirando la pelota al estético Dr. Juan Carlos Estrada Aguirre, quien al hervirle la manos por la responsabilidad lanzada, tira la bola en menos de 24 horas al primero que ve: Harb Viteri. Este último, de carambola presidente del BSC, ya llora las más tristes. No hay plata, peleas anticipadas con auspiciantes del año que terminó, y flirteos sin disfraz con Alianza País. ¡Qué suerte más infausta ha caído sobre BSC!

A Augusto Barrera lo asaltan en la ciudad que él mismo dirige y representa legalmente; y para el señor no sucede mayor cosa, pues el tema ha sido calificado como común, de poca monta, que es lo mismo. Si así seguimos con ese discurso tan propio de los científicos sociales autistas que nos gobiernan, la situación de inseguridad ciudadana seguirá resolviéndose con más balas, más camionetas, más motos, más radios y más gasto sin retorno ni resultados efectivos. ¿Tan difícil es entender que ese modelo de policía francesa del siglo XIX ya ha colapsado en el Ecuador? ¿Cuándo veremos policía civil de verdad, en precintos de seguridad, organizados en distritos barriales y electorales, sobre los cuales se monten verdaderos cuarteles que alberguen juzgados de contravenciones, fiscalía y pertrechos? En un gobierno de Alianza País no veremos esto. Estoy seguro.

Las famosas reinas del camino son verdaderas reinas del terror en las carreteras manabitas. La temeridad evidente con la cual algunos choferes de dicha cooperativa de transporte interprovincial conducen sus unidades, produjo la muerte de más de una treintena de personas. ¿Responsables? Por ahí anda Ricardo Antón rogando por un informe de lo sucedido. No habrá responsables; y si por ahí se castiga a alguien, la cooperativa seguirá operando y la conducta de sus choferes y la vetustez de los sistemas mecánicos de sus unidades, seguirán siendo boletos a la muerte. ¿No se dan cuenta que de cuando en cuando buses de pasajeros desfilan ensangrentados por los despeñaderos de la patria y sigue la cosa igual? Ya están queriendo reformar la ley de tránsito, cuando nunca la comenzaron a aplicar por completo. El enfermo es el colchón y no el paciente llamado Ecuador.

Alianza País, sus asesores en comunicación y demás satélites que giran alrededor de Rafael Correa Delgado, en su discurso atacan y ofenden a Guayaquil y Guayas calificándola de ciudad y provincia delictiva, corrupta (por los jueces penales que por ahí se sacan la toga ante la baratería) y dada al pillastre. Es lógico que si sólo en Guayaquil habitan más de 3 millones de personas, sea la que más conflictos tenga en sus calles. Así mismo, la poca cantidad de jueces penales, tribunales penales y salas penales de corte provincial, profundizan el problema. El trabajo policial, más que técnico, es propio de celador. Todas estas deficiencias siempre suman, pero en detrimento de nuestro bienestar y seguridad patrimonial y física. No es que Guayaquil sea cueva de ladrones, sino que la conflictividad social se siente más porque la habitamos más. Las derrotas electorales en Guayaquil y Guayas se vengan con improperios.

Finalmente, Balerio Estacio está preso para investigaciones por tráfico ilegal de tierras en Guayaquil. ¿Recién hoy el presidente de más elevado nivel académico de la historia republicana se entera de esto? ¿No era traficante de tierras el pastor Estacio cuando fue asambleísta constituyente de Alianza País en Montecristi? Así como sirvió a los socialcristianos en su momento, don Balerio fue útil a la revolución con sus descamisados, hasta que comenzó a molestar. Correa, como buen economista, identificó su público objetivo y eliminó al intermediario. Ahora él capta a los invasores como los votos necesarios para hacerse de la alcaldía de Guayaquil. Es la lógica electoral que de resultar, veremos en el Sillón de Olmedo a algún personaje que retrotraiga el pasado de muladar a nuestro municipio.

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Me permito recordarles estimados lectores que ALBA es el acrónimo de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Forman parte de esa suigéneris organización cinco países de habla hispana: Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia y tres micro estados del Caribe de habla inglesa: San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda. En cuanto a liderazgo, es claro que quien tiene la batuta de esta organización es Chávez.

Hace pocos días estos países se reunieron en Caracas en la XI Cumbre del Alba. Entre las varias actividades, los jefes de Estado, recibieron sendas solicitudes de Santa Lucía y Surinam para formar parte del Alba; además, aceptaron estudiar la propuesta presentada por el mandatario de Bolivia, de crear un Consejo de Defensa del Alba.

Un ensayo sobre la no-realidad

Asumiendo una hipotética noción, aceptando que vivimos en un mundo paralelo he tomado la decisión de enviar mensajes a mis iguales atrás del espejo. La única forma de comunicarnos entre estos dos mundos, que incluyen la conciencia de la no-conciencia, es con signos y señas dejadas a través de los espejos, te dejo el mensaje sujeto a interpretación en la que los positivos son negativos y los encuentros son desencuentros, dejar un informe de conciencia es un desinforme de inconsciencia.

La paridad de la disparidad y la desaparición del mundo real en el inverso, nos involucra en la esperanza de que la desesperanza sea la positiva afirmación de una negación afirmante de la realidad despejada desde una realidad de no conciencia. Esa igualdad desigual, es la que determinara a futuro el nexo sin mensaje del encuentro casual premeditado, buscado desde la arista del no querer.

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  1. Saludos: Cinco aspectos muy interesantes del diario convivir nacional. El PRIMERO: Efectivamente, el caso Maruri constituye una clara demostración del refrán muy conocido en el mundo hispano: ?El que mucho abarca, poco aprieta?. Aprovechando una magnífica coyuntura política, se erige como un nuevo ?delfín?, tomando como referencia la figura del Presidente Correa: buena presencia, bien vestido, vinculado a la sociedad de Guayaquil, sonriente, joven, entre otros atributos que le permitieron hacer una campaña solo posando para las fotografías. Decidido a catapultar su figura a nivel nacional, se ?asocia? con los hermanos Noboa y pactan la distribución alternativa de cargos en Barcelona SC: Con mucho marketing, incluyendo avión ?canario?; futbolistas extranjeros y nacionales comprados o contratados, en tal cantidad, que habían para formar 2 o 3 equipos de mediana calidad; un agresivo endeudamiento económico, con las llamadas ?inversiones?. Luego, discrepancias con los ñaños Noboa, entre trifulcas, discusiones, renuncias y defenestraciones, se queda con el club. Los fracasos continúan y se produce un retiro sin haber conseguido absolutamente nada, frente a una afición que solo desea el triunfo, aunque esto es muy difícil, a ésta no le interesa, solo quiere triunfos, como nos han representado el antiguo imperio romano: Panem et circenses. Y el circo o coliseo romano es el Estadio ?Monumental?, o ?Isidro Romero? y ahora, ?Banco del Pichincha?. Esta institución deportiva se erige como una fuente de arribismos políticos, .de donde han salido una serie de personajes del mundo político, incluyendo a Pocho Harb. Lo único de rescatable, es que Harb se inició primero en la actividad deportiva, como comentarista, y luego incursionó en la política. Ahora, como presidente de Barcelona, adopta una ?política? muy usada en nuestro ámbito ?El fin justifica los medios?. Ojala que lo ayuden todos aquellos que se rasgan las vestiduras como ?fieles seguidores ?y que ?aman de corazón? a este club, pero no con consejos, no con ideas, no con gritos, amenazas e imprecaciones, sino con dinero, que es lo que se requiere para un club de fútbol profesional, cuyos ?deportistas? llegan con astronómicos sueldos que constituyen una afrenta para el resto de ecuatorianos. Y esto, es para todos los clubes del Ecuador.

    EL SEGUNDO: Me parece inconcebible que la propia ciudadanía tenga que uniformarse, armarse, hacer brigadas y patrullas; realizar recorridos, trasnochar y perder su tiempo para tratar de tener algo de seguridad. ¿Y para que se paga a la Policía, a las FFAA, que incluye todo un aparato burocrático, logístico, operativo? ¿Cuánto gasta la ciudadanía de Quito en todo aquello? Para eso, distribuyan ese dinero a quienes en forma anónima, cívica, y desinteresada arriesgan su vida, sin reconocimientos, sin medallas, TV, rangos ni bonos, realizando el trabajo que les corresponde a otros.

    EL TERCERO.- Creo que tiene razón. Ricardo Antón se ha comprometido mucho con los intereses transportistas, siendo aparentemente muy enérgico y duro al comienzo, para luego ceder, con la muletilla de haber ?consensuado?. Sin embargo, los accidentes deben haber y siempre habrán, ya que nadie conduce un vehículo para matar o matarse. Lo detestable son todas estas organizaciones ?clasistas?, ?gremiales? del transporte, que toda la vida han abusado, extorsionado, chantajeado a cuanta autoridad de turno exista. Por ello es la proliferación de asociaciones, federaciones y organizaciones similares, que se disputan los cargos, prebendas, privilegios, funciones, entre dimes y diretes, entre denuncias y defenestraciones mutuas, lo cual demuestra cuan rentables son estos ?sacrificados? cargos.

    EL CUARTO: Guayaquil, tierra de pillos, delictiva y corrupta? No es nuevo este asunto, ya que el guayaquileño es el cuchillo del propio guayaquileño, de naturaleza antropófaga. Tengo 57 años siempre he podido observar que casi todos los escándalos se dan entre guayaquilenos, sea entre personas naturales o jurídicas, siendo muy excepcionales entre serranos. Quito es una fuente inagotable de actos delictivos, de todo tipo y naturaleza, con vínculos intercontinentales, ejemplo, nigerianos, rusos, entre otros. Sin embargo, nadie dice nada, todo queda tapado, cubierto, y la ?prensa libre, crítica? de Guayaquil no investiga y denuncia estos hechos. ¿Porqué culpar solo a Correa? ¿Dónde estamos nosotros para demostrar que no solo es Guayaquil, sino en todo el país, la región, el continente?. ¡Ah, es que si se toca a a Quito, pierde el turismo, se afecta a la burocracia, se devela una cruda realidad! Insisto: ¿Qué hacemos nosotros, que hace nuestra prensa?.

    EL QUINTO.- Caso que personalmente considero tiene varias aristas, claramente preconcebidas, de los cuales prefiero no comentar hasta ver por donde despunta. Quizás sea la punta del iceberg.

    Napoleón Sotomayor.

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