28 abril, 2024

Instituciones educativas… ¡aparecen y desaparecen!

Sí, en efecto, a medida que avanza el tiempo hemos visto tantas y tantas instituciones educativas privadas que han aparecido, muchas con grandes expectativas generadas, y luego han desaparecido… Hoy, que en Guayaquil percibo algunas en ese trágico camino, me pregunto… ¿cuáles son las razones?. ¿Por qué una organización educativa “sólida” puede caer hasta el punto de desaparecer?

Múltiples razones puedo percibir desde mi óptica de educador, desde el mítico cierre del famoso “Dolores Baquerizo” hasta la intervención –paso previo al análisis de permanencia en el mercado- que hace el CONESUP a una que otra universidad guayaquileña. Lo cierto es que existen escuelas y colegios privados así como tecnológicos y universidades que bajan y bajan el número de estudiantes que reciben año con año, siendo por tanto una consecuencia a corto o mediano tiempo su cierre… ¿qué ocurrió?

Tal vez la primera razón que encuentro es la de falta de un lineamiento estratégico sustentable en el tiempo, por la manifiesta incapacidad de quienes las dirigen. En efecto, instituciones otrora filosóficamente definidas y serias han tenido la “suerte” de encontrarse en su camino con malos administradores que las llevan a colapsar por no entender de la gestión educativa estratégica que sirve para permanecer en el tiempo, firme y compacto o porque no se han modernizado y siguen administrando como en el siglo diecinueve. Desde los “pequeños errores” de alguien improvisado en la dirección hasta la supina ignorancia de otros y otras que han acabado con décadas de prestigio, en muchos casos. Me viene a la mente una Directora con un marcado afán por el individualismo y con una tendencia a maltratar para hacer su voluntad, llevará a su escuela y colegio a la debacle, sin dudas.

El siguiente factor que me sirve para el análisis es el de que los operativos no sean capaces de llevar adelante lo delineado por los “cerebros” que diseñan la estrategia. Sigue siendo un problema de las “cabezas” el no escoger las personas idóneas para el cumplimiento de lo que se necesita o la no formación de verdaderos equipos de trabajo que lleven adelante el cumplimiento de los libretos pensados. Aquí también puedo incluir la verdadera aversión que muchos directivos tienen por el control y con ello, al no verificar y controlar lo que se hace, así como el no valorar la retroalimentación como parte de la cultura de esa organización, se pierde un elemento fundamental para el mejoramiento continuo y la percepción de calidad por parte del usuario.

Otro aspecto clave digno de relievarse es el de la adaptabilidad en el tiempo. En efecto, muchas instituciones educativas les cuesta entender que el cambio es una realidad evidente y no los asumen o en otros casos los aceptan con condiciones o de manera muy superficial. Los cambios “cosméticos” solo maquillan la realidad pero no aportan nada para el futuro, tarde o temprano los padres de familia y alumnos se darán cuenta. La metodología, el sistema de calificaciones, las relaciones humanas, la tecnología, la formación espiritual, el deporte, el arte, etc, deben ir constantemente asumiendo su rol específico en la formación de un perfil de salida claro y evidente desde la arista que les corresponda. La Visión y la Misión deben ser concordantes con la realidad y no “construida” por el interés de un directivo que “se las sabe todas” y que termina “tomando el pelo” a sus usuarios. Reglas y procedimientos debidamente explicitados. En suma, todo lo que hace que hablemos de una verdadera organización que tiene en sus entrañas a lo más preciado de un país, sus niños, niñas y jóvenes.

Veo con tristeza la lenta agonía de muchas instituciones educativas que en los próximos dos o tres años tendrán que tomar una posición definitiva en cuanto a su permanencia en el espacio y tiempo. La mejor manera de resolver un problema es en principio asumiendo, aunque provoque dolor, de que existe, para luego tomar las decisiones apropiadas para vivir y no solo sobrevivir en el competitivo medio al cual me refiero. Después de más de tres décadas de trabajar en la educación privada puedo afirmar que no es justo ofrecer servicios a medias, hay que trabajar permanentemente para lograr el éxito y la mejora continua para bien de las familias que en nosotros –los educadores- creen. Cumplir lo que se promete sigue siendo un axioma esencial del servicio… ¿verdad?

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  1. MI ESTIMADO DOCTOR, AQUEL PERSONAJE QUE DIBUJA CON GRAN DESTREZA EN ESTE ARTICULO, TUVE LA OPORTUNIDAD DE CONOCER, PERO COMO BIEN UD, DICE LA CULPA ES DE LOS DIRECTIVOS, CREO FEJACIENTEMENTE QUE ES ASI, NO OBSTANTE RECORDEMOS AQUELLA FRASE QUE NUESTROS ABUELOS NOS DECIAN CUANDO VEIAN SITUACIONES ADVERSAS «NO HAY MAIL QUE DURE CIEN AÑOS NI CUERPO QUE LO RESISTA».

    CUAL EMPRESARIO QUE SE ESTIME HA DE DESPERTARSE DE ESTE GRAN LETARDO EN QUE HA CAIDO UN COLEGIO AMADO POR MUCHOS PERO QUE AHORA CUAL ESTATUA DE SAL CAE A GRANDES PASOS.

    OPINO COMO USTED QUE TODO PROCESO DE CAMBIO TRAE NOVEDADES A UJ SISTEMA HE AHI EL DESAFIO GRANDE DE VIVIR, APRENDER CUAL BUEN FUTBOLISTA A LIDIAR CON LA PELOTA Y HA BAILAR EN LA CANCHA.

    APRECIAMOS LOS QUE SABEMOS, VER POR OTRA PARTE, EL CAMBIO DE MENOR A MAYOR DE OTRA INSTITUCION EDUCATIVA QUE ESTA SIENDO GUIADA POR UN BUEN EJECUTIVO DE LA EDUCACION, AUGURO GRANDES CAMBIOS QUE SERAN EN BENEFICIO DE LA COLECTIVIDAD DE NIVEL MEDIO Y ESO A LA LARGA DARA UNOS MARAVILLOSOS FRUTOS……..

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