27 abril, 2024

L. F. C.

Llevo varios días queriendo escribir esta pequeña entrega, pero cada tecla que digito me provoca un torbellino de gratos recuerdos, que no me permiten continuar, y del título de este artículo, no me sale una palabra más sin que rueden por mis mejillas unas lágrimas, por quien tuve la suerte y el honor de conocer, y quien con sus sabias ideas y enseñanzas, me inculcó que nuestra meta debe estar más allá de nuestros intereses personales, que nuestra meta, debe ser siempre velar por el bienestar de los más necesitados.

Conocí al “Presidente”, como cariñosamente le decíamos, durante sus dos períodos al frente de la Alcaldía de Guayaquil, cuando en una verdadera “revolución”, cambió el sentimiento de la ciudadanía, hacia el antiguo Guayaquil; elevó nuestra autoestima, y pasamos de ser meros habitantes de esta urbe, a decir con orgullo y altivez soy “guayaquileño madera de guerrero”.

Tuve el honor de trabajar con él desde varias áreas del Municipio de Guayaquil, fui un cercano observador de su manera de administrar el Cabildo Porteño, y poco a poco fui comprendiendo que su accionar aparentemente duro, tenía como única finalidad que los objetivos que se habían definido, mismos que siempre fueron en beneficio del progreso de esta ciudad, se cumplan tal cual se habían planificado, y en el caso que existiera un desvío, aunque sea uno pequeño, el mismo, debía de tener su motivo plenamente justificado.

En el plano político, tuve mayor cercanía a él, desde el momento que asumí en abril del año 2003 la coordinación de las juventudes del P.S.C., partido político, que L.F.C. me enseñó a amar, y que ese sentimiento lo llevaré muy dentro de mí, aunque nuestro “Querido Presidente”, haya abandonado terrenalmente este mundo, y del cual siempre nos solicitó, que no permitamos que el mismo se hunda, que luchemos por nuestros ideales, que debían ser los puros ideales Socialcristianos, y que mantengamos vigente el # 6 en nuestras mentes, así como nuestro eslogan partidista que reza “Patria Libre, Sociedad Justa”.

Viví en carne propia al León humano y solidario, que con sus pequeños detalles, como el responder a todas y cada una de las cartas dirigidas a él o llamarte para desearte Feliz Navidad y Prosperidad a ti y a tu familia, o grandes detalles como el haber visitado a mi padre en la clínica, cuando pasó por una enfermedad muy grave que lo mantuvo postrado por algún tiempo, me hicieron vislumbrar al hombre que nunca moriría; y, parafraseando lo comentado por nuestro Alcalde Jaime Nebot, en sus palabras de despedida al amigo, “El hombre muere, sólo cuando lo olvidan”, puedo afirmar sin temor a equivocarme, que así como para muchos, L.F.C. y sus enseñanzas, permanecerán vigentes en nuestros corazones.

Tengo muchas más cosas que decir de León Febres-Cordero Ribadeneyra, pero en estos instantes, cuando la remembranza de los buenos momentos pasados con él, sobrepasan la capacidad de transmitirlos, sólo atino a decir, “el País pierde un Gran Hombre”, pero su legado y el recuerdo de quien fue “Mi querido Presidente”, nunca morirán en la memoria de los miles y miles de ecuatorianos que seguimos su ejemplo y que seguiremos transitando el camino por él trazado.

Paz en su tumba, y descanso eterno para su alma

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Lo que debemos replantearnos…

La vida nos da constantes lecciones de cómo debemos vivir. Todo lo que necesitamos saber se encuentra en la existencia. El ser humano a veces es incapaz de comprender las señales que se le presentan. Sin embargo, hay acontecimientos inesperados que nos muestran los cambios que debemos hacer con lo que nos queda por vivir.

Tenemos una falsa creencia de inmortalidad que nos hace indiferentes a nuestro tiempo real de vida. Pensamos que las desgracias solo les ocurren a los otros, pero no a nosotros. Actuamos como si tuviéramos la seguridad de que nuestra existencia es indefinida.

En las tragedias ajenas se esconden muchas lecciones que debemos aprender. Cuando alguien que queremos descubre que debe enfrentarse a su muerte prematuramente, se nos revelan varias señales. Son mensajes que nos advierten los cambios radicales que debemos dar a nuestro vivir. Estos indicios son más fáciles de comprender si amamos al ser que tiene esa tragedia. De la manera cómo quién queremos tiene conciencia de su partida, descubriremos también que nuestra partida será más pronto de lo que imaginamos. El ver cómo enfrenta a su muerte, nos ubica en la realidad de que ya hemos vivido más que aquello que nos queda por vivir.

No hay comentarios

  1. Estimado Primo,

    Que bien que has tenido el honor de conocerlo muy de cerca al Señor Don Ing. Leon FebresCordero R. Yo no tuve el honor de conocerlo de cerca pero si , como muchos GUAYAQUILEÑOS y ECUATORIANOS , vivì el cambio que èl fomento y luchò por muchos años.

    Si me acuerdo el bochornoso momento cuando sacaròn a esa LACRA de pipones que como el màs ruin PARASITO estaban incrustados en el edificio MUNICIPAL.
    Me acuedo de eso y muchas otras cosas mas, como el momento cuando se entregò a la urbe porteña el REGENERADO malecòn 2000 y que deberìa ahora llevar el nombre de nuestro PRESIDENTE y ALCALDE.

    Estimado primo, ahora que me dedico a atender vapores de ALTO BORDO ( INTERNACIONALES ) te puedo transmitir que, los tripulantes (europeos en su gran mayorìa)TAMBIEN han vivido en su mayoria el cambio de nuestra querida urbe y me dicen que GUAYAQUIL està cada dìa màs linda y que INCLUSIVE muchos de ellos , al momento de gozar sus vacaciones conjuntamente con sus familiares hacen turismo en nuestra hermosa ciudad.

    Que BACAN se siente ser GUAYAQUILEÑO y eso lo digo de corazòn , ESE SENTIMIENTO se lo debemos a L.F.C. y que con mucho acierto ahora le toca (como ya lo lo ha comprobado tambien ) seguir fomentandolo el Abg. Nebot.

    Que viva por siempre en nuestros corazones y almas L.F.C.

    y Que viva GUAYAQUIL.

    Atte
    Manolo

  2. El partido lo enjuició en el Congreso por malversación de fondos en los gastos reservados. No obstante, el juicio político, transmitido en cadena nacional, también se convirtió en un juzgamiento a Febres- Cordero. Dahik lo acusó de haber duplicado su patrimonio luego de la presidencia; de usar el poder judicial para perseguir a enemigos, periodistas y golpear a diputados; de haber conspirado con el dictador panameño Noriega para poner un paquete de droga a Abdalá Bucaram; de destruir la economía para complicar al gobierno de RodrigoBorja. ?Soy víctima de un caudillo absolutista que no tiene límites. Podré haber cometido errores, pero estas manos están limpias y sin sangre?, finalizó.

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