Considero que el miedo, en su lectura positiva es uno de los sentimientos más importantes en el proceso de formación, crecimiento y desarrollo de los seres humanos.
Tiene por otro lado una lectura negativa, esta es aquella en la que el miedo nos paraliza, nos frena y domina doblegando nuestra razón e impidiendo nuestra acción.
Reflexionemos sobre como sería el comportamiento humano a cualquier edad sin ningún miedo o temor a nada. Viviríamos en un caos total, la ley del más fuerte y en la anarquía. No respetaríamos nada ni tendríamos conciencia, extremando la percepción, del bien y el mal. Los niños no temerían a sus padres y sus sanciones, los alumnos a los profesores, los ciudadanos no respetarían las leyes ni a las autoridades y así sucesivamente. Porque en todo lo expuesto anteriormente, subyace un miedo a una sanción o a perder algo y esto regula de alguna forma los mecanismos que permiten la convivencia.