25 abril, 2024

Opinión

Lo que no me gusta…

El evangelio dice que debemos recibirnos con hermandad entre todos, pues todos tenemos un mismo origen: Todos somos Hijos de Dios y por lo tanto iguales. No hay diferencia de cunas. El más grande entre los grandes prefirió nacer en un humilde pesebre, rechazado por todos, sin recibir posada en ninguna parte, para llamar nuestra atención y corregir nuestra forma de ser. Sólo Él, con su Madre, su padre en la tierra y se rodeó tan sólo de los animales que le prestaron su pesebre y fue visitado tan sólo por humildes pastores que fueron avisados por los Ángeles. Los Reyes Magos llegaron después, guiados por la estrella. No me gusta, pues, que al lado de este ejemplo de humildad, fomentemos el odio, la venganza, que sembremos resentimientos, diferencias entre clases, que desunamos a nuestros hermanos, fomentando regionalismos absurdos, despertando envidias, rivalidades entre clases sociales o grupos étnicos o religiosos.

Está bien que sean toleradas las desviaciones, ahora llamadas preferencias sexuales. Pero está mal que sean fomentadas o que pretendan promocionarlas. Estas desviaciones incluyen no sólo la homosexualidad, el lesbianismo, los transexuales, los travestis, sino también los sádicos y violadores y los que asesinan a sus parejas. La falta de sanción es una forma de fomentarlas, la impunidad es otra. Si alguien desea tener una preferencia sexual diferente de la creada por Dios y dada por el género de la especie, y si encuentra a otra persona que piensa o siente igual, está muy bien que lo toleremos y que no lo ataquemos. ¡Allá ellos con sus deseos y yo no tengo porqué aislarlos ni por qué dejar de apreciarlos! Si son mis amigos, el respeto incluye el respetar sus preferencias. Ahora, si esa persona para satisfacer su identidad sexual, tiene que promocionarla, pretendiendo que los demás sean o piensen como él, está equivocado, o si pretende violar contra su voluntad a otra persona que no siente o desea como él o amenaza matar por amor, hay que detenerlo.

Richard Wagner: La gran paradoja

Wagner fue el compositor más controversial y el más influyente de la segunda mitad del siglo XIX. Fue en esta parte del siglo lo que Beethoven fue para la primera. Fue un revolucionario, la izquierda del movimiento musical de su época. Su música redefinió lo que era expresivamente posible en opera e inclusive en la música sinfónica. Ordinariamente asociamos este tipo de originalidad y poder artístico con el “libre pensador”, alguien cuyo liberalismo artístico se refleja en otros aspectos de su vida. Alguien quien en su humanidad se refleja toda esa capacidad artística. No fue así con Wagner quien como ser humano fue detestable, arrogante, pedante e insoportablemente egotista.

Harold Schonberg nos dice:

“Había algo de mesiánico en el hombre, un grado de megalomanía que alcanzaba niveles de lunático y que elevaba el concepto del artista como héroe a un nivel sin precedentes. Era un hombre bajo de estatura pero irradiaba poder, confianza en sí mismo, rudeza y genialidad. Como ser humano era de asustarse: amoral, egoísta, virulentamente racista, arrogante, lleno del evangelio del súper hombre y la superioridad de la raza germana. Sobresalía en todo lo que es desagradable en el carácter del ser humano”.

Las Personalidades anormales de su majestad

Este individuo definitivamente tiene algo patológico. Sus ansias desmedidas de trascender, hacen que cada día los modelos que tenía para superar, le queden chicos y se crea un ser predestinado para la inmortalidad.

Así por ejemplo, el dueño del velasquismo era uno de sus íconos. Ahora gracias a la lambonería que brota a borbotones de la estupidez relativa generada por sus adulones, se cree superior a este. Antes también veía al libertador como a una de las figuras a emular. Hoy se cree superior al libertador, pero como su patrón se lo impone, todavía lo tolera y no dice nada, pero se calla sabiendo que en el fondo se siente superior al libertador. El ya se cree el nuevo icono de la integración latinoamericana. Incluso ya superó a dios y para que no le haga sombra, lo sacó de la constitución.

Este tipo de individuos tiene lo que se denomina en psiquiatría trastornos de personalidad anormal. No son psicóticos; es decir no deliran ni están locos, pero su conducta anormal daña los demás y lo hacen más si tienen algún tipo de poder.

Prohibido Olvidar

No obstante el coronel de Policía César Carrión, acusado de haber participado en un supuesto intento de magnicidio el 30 de septiembre de 2010, durante los disturbios que se generaron en la revuelta policial, fue sobreseído en todas las instancias judiciales; se pretendió -a través de la acuciosa intervención de la Contraloría- hacerle pagar el valor por los daños ocasionados al Hospital, argumentando que no había asegurado dicha casa de salud policial. El coronel Carrión al momento apenas tenía dos meses de Director y el tema del seguro, en las instituciones como la Policía o FF.AA. se resuelve en instancias superiores; como si esto fuera poco, el Consejo de Generales decidió darle de baja de las filas policiales, “por atentar contra el prestigio y honor de la Policía Nacional”. La decisión del Consejo de Generales, fue calificada como “Crónica de una baja anunciada”.

Pendejos

Nombre medio duro para esta entrega, pero en fin, es como los medios de comunicación gobiernistas, escudados en que fue solamente una inocentada, denomina a grupo de personas, por el simple hecho de no estar de acuerdo con sus políticas de manejo o administración del País.

Es decir mis queridos lectores, ser de oposición actualmente, es ser PENDEJO, y habrá que tabular que cantidad de PENDEJOS que habemos en el Ecuador, porque de ser cierta tal afirmación, más de cinco de cada diez compatriotas caeríamos en ese “honroso” rango, y nos convertiríamos para el mundo de un sólo plumazo, en País de PENDEJOS; que bárbaro verdad?, ahora cuando nos pregunten de que nacionalidad somos, tendremos que decir somos ecuatorianos PENDEJOS o peor aún, somos unos PENDEJOS ecuatorianos.

Noticias Médicas Relevantes (3)

1. La Academia Americana de Pediatría recomienda realizar como screening a todos los recién nacidos una oximetría de pulso para tratar a tiempo las anomalías de corazón de los recién nacidos. El programa consiste en tomar una oximetría de pulso a todos los recién nacidos al día de nacido, en la mano derecha y un pie. Si la lectura en ambas es de 95% o más con una diferencia entre las dos medidas de máximo 3%, la prueba se considera negativa. Toda prueba positiva debe ser reevaluada. Las saturaciones por debajo de 90% requieren evaluación mayor. Si persisten estas cifras, debe realizarse un ecocardiograma para descartar una malformación cardíaca o o una causa pulmonar o infecciosa de la baja de oxígeno.

2. Se considera necesario reducir los niveles tóxicos de la intoxicación por plomo. Una cifra de cinco microgramos por decilitro de sangre puede incluir muchos más chicos con riesgo de intoxicación, que pueden estar siendo pasados por alto.

3. La pérdida de siestas puede aumentar en forma seria los problemas de ansiedad en lactantes y niños pequeños.

El año que pasó

Se lo puede analizar de distintas maneras. Debemos evaluar si estanos mejor o peor que antes. La respuesta cae por su propio peso: Las condiciones no han mejorado. Hemos llegado con desparpajo a una nueva corrupción disfrazada de revolución, que sigue siendo la misma corrupción.

La inmunidad para los corruptos es política de estado. Se han encontrado a funcionarios corruptos en fragrantes actos, que no han sido fiscalizados ni están presos y por el contrario se los ha solapado para dejarlos descaradamente en la impunidad.

El otro día recibí la foto de un yate que fue comprado por un alto funcionario, que antes estaba quebrado.

Los bufones y el Rey

Qué lástima por los que hacían de bufones con máscaras grotescas y canciones! ¡Qué lástima que así se les obligue sin importarles sus tristezas y dolores, Porque debían hacer reír al rey […]

El año nuevo y la eternidad

Los humanos nos parecemos a veces a nuestras “hermanas las ranas”, como diría S. Francisco. Ciertamente, nos distinguimos de ellas en que mientras las ranas dan saltos por el espacio; nosotros, en cambio, damos saltos por el tiempo: saltamos de un año a otro. Pero, si nos descuidamos, podemos parecernos a las ranas, en la frivolidad, la trivialidad, la superficialidad con que damos nuestros saltos. Que las ranas sean intrascendentes en sus saltos espaciales es normal; pero no es adecuado que nosotros en nuestros saltos cronológicos seamos superficiales como los batracios.

Lo primero que debemos pensar ante el año nuevo: No es lo mismo año nuevo que año bueno o, más aún, mejor. Influidos por la sociedad de consumo, corremos el peligro de identificar lo “nuevo” con lo “bueno” y lo “mejor”. El comercio nos ha convencido que “nuevo” es igual a “mejor”. Los detergentes, por ejemplo, vienen con la palabra “nuevo” para convencernos que éste es mejor que el anterior. Nuevo, sin embargo, no es sinónimo de mejor.

Mensaje para el año nuevo

Sólo hay dos cosas que podemos perder: el tiempo y la vida, la segunda es inevitable, la primera imperdonable -José Maria Franco Cabrera –

Así como a los dorios, jonios y eolios miles de años atrás les costó convertirse en los antiguos y maravillosos Griegos porque hablaban distintas lenguas y dialectos, tenían culturas distintas, etc. Pero cuando lo lograron cambiaron el mundo para siempre, asimismo a los que conformamos el Ecuador nos cuesta todavía ser un país unido sin regionalismos, discriminaciones, etc. buscando soluciones en común para convertirnos también en ejemplo para la historia.

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