26 abril, 2024

¡Atención compatriotas!

Estamos a pocos días – ¿por qué no decir pocas horas? Para con nuestro voto señalar el destino de la Patria ecuatoriana, para bien o para mal.

Y todo ante esta contienda tan desvalorizada, a tal punto que entre los dieciséis candidatos presidenciales y sus grupos participantes hay gente inescrupulosa, que llega hasta la ofensa al pueblo; como aquel que subasta la oferta de dar $1000 a un millón de personas, cuando llegue al solio presidencial… Oferta que, a más de ser una burla al pueblo, es una ofensa a la inteligencia humana.

Como igual la otra del socialismo de siglos pasado: de eliminar todo lo que significa riqueza y que con el estribillo de “quitarle a los ricos para dárselo a los pobres”, cuya política puesta en práctica empobreció a tantos pueblos; sin ir muy lejos,Venezuela es un ejemplo: nación ésta, muy próspera que dirigida por los dos últimos presidentes megalómanos, hoy se debate en la miseria, con millones de emigrantes, rompiendo fronteras.

Hay tantas cosas preocupantes al momento en nuestro país, como el absurdo derecho al voto facultativo a los adolescentes desde los 16 años, justo en el momento más emocional de su vida, en que sus actitudes y hasta conocimientos son cambiantes…

Todos conocemos la valía de cada etapa humana, como parte de su desarrollo y directriz que tengan.

Ni que hablar de los jóvenes, algunos dueños de gran inteligencia y rendimiento en sus colegios y universidades… pero para entrar en la política -de su estado-nación- necesitan, a más de los conocimientos elementales, preparación especial para ejercer gubernamentalmente.

Y con ello, esperar que las propuestas positivas de ciertos candidatos, que si los hay, a favor del pueblo, se lleven a efecto y así todos los ciudadanos pobres o ricos de la Patria seríamos beneficiados.

Por hoy, todos los votantes ecuatorianos debemos tener como visión imprescindible -la recuperación de nuestra Patria- caída en el abismo abierto por el tal gobierno, también megalómano y atracador del decenio pasado, que consideró la función pública un botín que se lo llevaron sin vergüenza alguna y no devuelto hasta ahora, aún siendo descubiertos en su felonía…

No quiero terminar este artículo sin expresar mi protesta, como maestra que soy, perteneciente al Magisterio Nacional constituido por miles de profesionales:  por la insignificante importancia, que los actuales candidatos dan a la educación.  Por ahí unos dos la mencionaron -como de pasada-

Olvidando que de la perspectiva, que tracen los gobiernos a la educación, depende la formación de los estudiantes que suman millones entre niños, adolescentes y jóvenes de escuelas, colegios y universidades, de los que depende el futuro en cada presente de la Patria ecuatoriana.

Por la paz del mundo

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