25 abril, 2024

Diálogos con el Yo interior

Abordar un tema complejo como el yo interior en todas sus formas y conceptos requiere de más de un libro.

En síntesis, solamente en Wikipedia el índice para tratar este tema contiene: 1. El yo en la lingüística, 2. El yo en antropología, 3. El yo en filosofía, 4. El yo en psicología, 4.1. El yo según el psicoanálisis, 4.2. El yo según la psicología analítica, 4.3. El yo según el postracionalismo (cognitivo-constructivista), 5. El yo según las filosofías místicas orientales y mucho más.

El yo, según el diccionario de filosofía Walter Brugger, es la conciencia y éste la define: “En sentido etimológico, estricto, propio, conciencia significa un saber concomitante, acerca de la existencia psíquica propia y de los estados en que en un momento dado ésta se encuentra.”

La introducción anterior me permite simplificar el contenido y extensión de esta reflexión y concretar la misma al título, es decir, cómo a lo largo de la vida dialogamos con ese yo (conciencia) interior, que según nuestra edad, conocimientos, experiencias, vivencias y mucho más, nos habla, conduce y guía cual piloto interior por la escalera de la vida, poniéndonos en ascenso unas veces y en descenso otras.

Hablamos con nuestro yo de nuestros sueños, amores, temores, angustias, sustos, alegrías, tristezas y ese largo etcétera de lo que acontece en nuestras vidas.  Pero lo interesante de esta reflexión y diálogo es que nuestro yo cambia con los años y los tiempos y así como nuestro cuerpo cambia, cambia nuestra conciencia, nos recuerda el pasado, vive el presente y sueña el futuro que queremos o quisiéramos alcanzar.

Nos habla de lo que cree que podemos alcanzar y discute con nosotros las opciones y posibles resultados. Algunas veces incrementa nuestros temores, otras nos empuja y nos obliga a tomar riesgos y ser más audaces.  Muchas veces se deprime con nosotros y el mismo yo nos aconseja cómo superar esa depresión.

Nuestros sentimientos constituyen un diálogo diario y eterno con nuestro yo interior, escucha con nosotros todas las opiniones y consejos, pero en la soledad e intimidad nos ayuda a tomar las decisiones diarias de la vida.

Por ello muchas veces nos preguntan: ¿eres consciente de lo que haces o vas a realizar?

El yo interior, simplificando tantos conceptos, análisis, reflexiones, es al fin y al cabo, nuestra conciencia que acumula y procesa todo lo que somos, hacemos, aprendemos y sentimos en los tres tiempos de nuestra existencia: Pasado, presente y futuro.

Somos la expresión de nuestra conciencia que procesa todos los hechos, conocimientos y experiencias de nuestra vida y define cómo somos y actuamos. Aunque muchas veces, pueda que parezca extraño, no coincide con nuestras decisiones y actuaciones.

Decimos que tenemos remordimientos de conciencia, pues ésta nos llama la atención y reprende cuando hemos actuado mal.

Pienso que hay que dialogar más con el yo interior en momentos de silencio y reflexión para conocerse más y mejor, ya que lo más difícil en la vida es conocerse a sí mismo.

La conciencia o yo también constituye motivo de muchos tratados, estudios y libros, por ello lo único que busco con esta sencilla reflexión es entender que el yo determina nuestra profunda individualidad, nos convierte en seres únicos, y marca los limites en todos los campos: físicos, abstractos, sentimentales, intelectuales psíquicos y otros que interactúan con nosotros.

Aunque parezca un poco pretencioso, yo soy yo con mi yo, único y diferente, en continuo proceso de descubrirme, conocerme y ser feliz, esa es la vida, una experiencia interminable.

Artículos relacionados

Las gasolineras

Las primeras gasolineras de las que tengo noticia, estaban ubicada en el estrecho Malecón de Guayaquil. Recuerdo la gasolinera “Aviles Alfaro”, junto al muelle 7, de propiedad del sr. Jerónimo Aviles Alfaro. […]

Enrique

Acabo de verte por última vez.

A medida de que me alejaba de tu habitación, las ideas se me desorganizaban en mi mente.

Estaba en estado de Shock.

Deambulaba dentro de una irrealidad, donde no podía contestar respuestas y peor hacer preguntas.

Al salir de la clínica y cruzar la calle, un carro me atropelló a la altura de las piernas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×