Los mercaderes de la Fé – Conclusión

Espero en verdad haber sido explícito y convincente al haber puesto a vuestra consideración un tema por demás polémico y de incalculables consecuencias en nuestra sociedad, repito, ASUNTO QUE ES PUBLICO Y DE GRAN NOTORIEDAD. Por tanto, en función de los mandatos establecidos en la constitución y leyes expresas, es razón que nos induce y nos obliga a respetar nuestro marco jurídico; además, como fiel creyente y sin hipocresía alguna, vivo y viviré plenamente convencido de que existe una innegable razón para profesar y respetar la existencia de un Ser Supremo y Superior.

De la misma forma, abrigo la esperanza de que “ya es hora de que pongamos nuestros pies sobre la tierra”, y entendamos que DIOS (tal como se lo quiera concebir), como columna vertebral de nuestra existencia, Supremo Hacedor da todas y cada una de las cosas que circundan nuestro planeta y nuestro universo; no ha sido, no es, ni debe ser objeto de la aborrecible forma tal como la que utilizan aquellos que, no solamente profanan su existencia; sino que, valiéndose de la desesperación y la fe de las personas, incluso de los que más necesitan y menos tienen, o nada tienen, vil y perversamente menoscaban sus bolsillos y les arrebatan lo que más pueden.

Delinquir de esta manera; aún utilizando artificios para aprovecharse de la FE de sus víctimas, es exactamente lo mismo que si estas estafas fueran ejecutadas bajo otras circunstancias. Así pues lo contempla la ley, y por tanto debe ser de oportuna aplicación. Es decir que nadie está ni estará exento de mantenerse al margen de nuestro ordenamiento jurídico, cuya vigencia y aparte incluso de nuestras creencias religiosas, nos demanda ser buenos ciudadanos.

Debo también dejar claro que las preferencias sexuales de hombre y mujer, es un tema del cual, y en lo personal, hace mucho rato que mantengo mis propios principios y mis propios conceptos. No me considero homofóbico, pero tampoco comparto el morbo y la lascivia con la los grupos GLTB, pretendan manejar sus conductas. Por tanto, y en este caso, jamás voy a estar de acuerdo que aquellos se manejen sin moral alguna, proyectando e involucrando sus preferencias sexuales en condiciones de la divinidad, cosa que definitivamente ofende y vulnera un sagrado principio (me refiero en específico sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo, en circunstancias en que dichos actos los manifiestan ceremonialmente como sacramentales y/o en el nombre de Dios).

Tampoco me permito “tratar de entender” a quienes vulneran dicha moral y las normas legales establecidas, en tanto y en cuanto se trate además de execrables delitos de abusos a menores, (pedofilia, violaciones, etc). Peor aun cuando sus actores se cobijan perversa y ferozmente bajo una antojadiza denominación, una Biblia, una secta o una sotana.

Lo que además creo es que, al vivir en un régimen de derecho, de normas y preceptos legales, el cual presupone nuestro deber a respetar y privilegiar dichas normas, repito, debemos entonces conducirnos dentro de las hojas de rutas que aquello dispone, y saber que no debemos transgredir lo que en ley expresa está escrito.

Con este breve análisis, y luego de haberles presentado abundantes fundamentos (videos) de lo que expreso; y que incluso se encuentran disponibles en diferentes espacios informativos, son actos que, entre otros más, violan absolutamente los contenidos que nos franquea ampliamente la constitución. Por lo que en uno de dichos videos se evidencia a un ciudadano brasileño, pastor o que se yo de la secta pare de sufrir, quien entre otras barbaridades más, y de manera prepotente, dice a sus esbirros: “LA LEY SO YO…ESTE ES UN PAIS DE AMARRE”.

Al respecto, quiero citar el Art. 2.- de la ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (numerales 1, 2, 3, 4), lo cual define y sustenta de manera expresa la aplicabilidad de nuestras leyes. Como hemos visto, las herramientas legales están explicitas, y a las órdenes, en la constitución y en el COIP. Por lo que voy a resumir mis conclusiones, al respecto, de la siguiente manera:

a) Definitivamente, los operadores y/o administradores de justicia deben ya intervenir a estas sectas repletas, a mas no poder, de extranjeros y nacionales perniciosos (no solamente el caso de “pare de sufrir”, pues son muchas más), y aplicarles todo el peso que la ley establece. Por otra parte, las víctimas no deben callar estos delitos, y previamente aprender a no dejarse sorprender, evitando así caer en las garras de estos facinerosos.

b) Se evidencia con absoluta claridad que estas denominadas sectas se constituyen en grandes y multimillonarias empresas alrededor del mundo, emulando incluso la mafiosa conducta de los eternos transgresores nacionales e internacionales de “la más alta alcurnia”. Sin embargo de aquello, no presumo de héroe o que se yo, y no me conmueve el mas mínimo temor a represalias de parte interesada, aunque queda además implícito el hecho por el cual me anticipo a advertir que responsabilizo a esta gente de cualquier acción que ejecuten, o quieran ejecutar en mi contra.

No soy pues de las personas que toleran la injusticia y luego callan su voz; y, como verdadera reflexión a la dolosa conducta de estos personajes, cuya perversa antítesis denigra los estamentos legales, así como nuestros principios de FE, y desde el más absoluto y profundo nivel religioso, me corresponde decirles: SI DIOS ESTA CONMIGO…ENTONCES QUIEN CONTRA MI…?