10 mayo, 2025

Comentario

La mala educación

¡Atrevida! ¡Atrevida! ¡Atrevida! Gritaba al son de su berrinche una jovencita
de unos 16 o 18 años de edad, al lado de su amiga, y en medio de un grupo
de gente que la miraba, asombrados todos ante los gritos desproporcionados
que la joven me dirigía en medio de la playa.

La historia comienza así: Llegué a la playa junto a mi esposo y tres de mis
cuatro hijos. Estaba dispuesta a poner toalla y pareo sobre la arena para
tomar sol; pero, mi hija menor se empeñó en que mejor tome sol acostada
sobre una perezosa, (de esas sillas para tomar sol). En el club a donde nos
encontrábamos y del cual somos de los socios más antiguos, hay ese servicio
de sillas y carpas para los socios y visitantes. Junto a una de las varias carpas
del lugar, había una de aquellas sillas, desocupada. En realidad con un
envase plástico, semi vacío, de un bronceador. Mi hija lo cogió y me dijo: se
parece al tuyo. Pero no es el mío, le respondí, así que déjalo a donde estaba.
Ella me dijo, ¿y si lo pongo encima de esa mesa y así llevas la silla para tomar
sol? Está bien, le respondí. Creyendo que alguien había dejado el frasco semi-
vacío porque ya no era de mayor utilidad. Por lo demás, carpa y sillas estaban
sin nada ni nadie. Es una opción que en esas circunstancias, algún socio o
visitante llegue y utilice la carpa y las sillas.

El diario

Hacer un diario espiritual es una de las principales
recomendaciones que recibe cualquier aspirante que desee
enriquecer su vida espiritual. Y es un punto que vale la pena
considerar en esta época en la cual lo material prevalece, aunque
lastimosamente, lo sabemos por experiencia, no perdura. Se
termina.

Por todos los lados y de todas las maneras posibles trabajamos,
luchamos arduamente por fortalecer nuestros recursos materiales.
El dinero y el poder, los bienes terrenales y hasta el conocimiento
sirven para aquello. Más y más. Un día se acaba. Y ese día, cuando
todo se acaba, lo material no sirvió para nada. La seguridad de estar
vivos solo la da la vida misma. Y después, cuando la vida se termina,
solo queda el espíritu. Pero ahí es a donde menos aportamos.

¿Para qué sirve un diario espiritual? Pues para muchas cosas, sobre
todo para darnos cuenta de que somos más que esta pasajera
envoltura. En él, debemos anotarlo todo, funciona, según dicen
los que recomiendan esto, como una especie de confesionario
privado, a donde debe anotarse absolutamente todo lo que
sentimos, pensamos, hacemos y dejamos de hacer. Lo que es
bueno y lo que no. Es como irnos descomponiendo día a día en las
partes de un rompecabezas, que somos nosotros mismos. Sacar un
balance. Tener las cuentas claras. Parece que es muy productivo,

Interpretación de un cuadro

Hoy voy a distraer mi atención, despertar
mi sensibilidad y recrear mi imaginación,
asomándome al encuentro de algo que
quizá no forme parte de la rutina diaria de
muchos de los que me estáis leyendo,
pero que quizá empiece a estarlo a partir
de ahora.

Y qué será ese algo que nos está
esperando, pues sencillamente una obra
de arte, la cual nos ayudará a acercarnos
sorprendidos a ese ente abstracto que es
la belleza, un ente que Schiller consiguió
atrapar en sus versos al decir que “su
encanto estriba en su misterio”. Pues sí,
vamos a desafiar las palabras del poeta
descifrando el misterio oculto en un lienzo
artístico y conseguir así terminar el día un
poco más bellas o bellos de lo que
estábamos al iniciarlo. ¡Nos vamos de
visita!

Confieso que he amado

Conocí a alguien y lo perdí. El tiempo se interpuso en nuestro camino. ¿Pero sabes qué? Nunca
me he sentido tan orgullosa de mí. Me arriesgué. Me entregué a lo desconocido y me colmé de
sensaciones mágicas, y por entregarme a lo desconocido sufrí también, por dedicarme a sentir
y no pensar. ¿Pero sabes qué? Fue la mejor decisión que pude haber tomado. Amé cuando me
preocupé porque el otro tuviera comida en la mesa y besos en la mejilla. Me dejé amar cuando
permití que me acariciaran, que me besaran y me miraran con dulzura y deseo. Aprendí que una
hora de caricias es más terapéutica que una hora en el psicólogo. Descubrí la magia de placeres
sensoriales que produce el contacto entre las pieles y la seguridad psicológica que nace del
abrazo entre los cuerpos. Sentí la espontaneidad que brota de la libertad de amar y comprendí
que el cuerpo es un fruto insaciable, donde los rincones menos esperados son los más jugosos y
bienaventurados.

Reconocí que soy YO en mi auténtica verdad cuando no trato de impresionar a nadie, ni siquiera
a mí misma. Declaré que el amor genuino es aquel que acoge tanto las virtudes como los
defectos, las fortalezas y fragilidades del corazón humano. Descubrí que los ojos son el idioma
del deseo; la mirada comunica lo que la lengua calla.

Caminando hacia la Pascua

¿Qué vas a hacer en esta Semana Santa? Pregunta común de muchos
creyentes, que en la sociedad en general se dice, ¿Qué vas a hacer en el
feriado? ¿Qué mismo es lo que la sociedad en general como los creyentes en
particular queremos recordar con estos días, que muchas veces ni son santas
ni en una semana? Pues, trabajamos normalmente, a lo mucho le dedicamos
el viernes santo y el sábado de Gloria.

Algunas de las clásicas respuestas nos dicen el tono de los días. Transcribo lo
que he escuchado a algunos jóvenes, a quienes deseo invitar a pensar en el
hecho mayor de la fe cristiana. Y dicen: pues a la playa, a farrear, a surfear,
a vagar, a estar con mis amigos, alguno dirá en casa, sin hacer nada, y uno
que otro dependiendo de la solidez de la familia, estaré en los oficios litúrgicos,
bueno ese lenguaje no suele ser usual dirán ir a misa, visitar las siete iglesias,
ir al lava pies, al viacrucis de la ciudad, a la fogata del sábado. Eso ya es un
avance y el testimonio de una tradición que ha sabido contagiar a los hijos,
transmitirle el sentido, en muchos casos se queda como obligatoriedad, en
otros como ritos que se repiten que dicen algo para prepararte al más allá, con
desmedro del más acá. Lo cierto es que rarísima vez se dirá que se aprovecha
la Semana Santa para profundizar en nuestro CAMINAR HACIA LA PASCUA.

Recordando Angostura

Hace 5 años, cuando el ataque a Angostura, se cuestionó la violación
a la soberanía de nuestro patria por el ataque de las fuerzas militares
colombianas al campamento de las FARC encabezadas por Raúl Reyes, el
narcoguerrillero más importante después de “Tiro fijo”; pero poco se dijo
de la violación a nuestra soberanía por parte de los subversivos.

Lucía Morett, una de las sobrevivientes, fue capturada herida; justificó
que estuvo en el campamento guerrillero porque era estudiante de la
Universidad Autónoma de México. En sus declaraciones a la prensa, dijo
que luego del ataque se encontraba en estado de shock, felizmente cuando
llegaron los militares ecuatorianos, tomó la mano de uno de ellos y se
sintió tranquila y segura, luego fue trasladada a Quito en un helicóptero
militar e internada en el Hospital de las FF.AA. bajo extremas medidas
de seguridad…

Necesito que lo leas…Te veo con los ojos del sentir; del percibir.

Espero tu indulgencia para la limitación de mis palabras al tratar de expresarte con justicia la profundidad de mi sentir. Amarte ha sido un privilegio para mi existencia.

Has hecho realidad todo aquello que anhelaba. Quererte como te quiero, es la resultante de la realización que otorgas a mis aspiraciones.

No tienes la menor idea de cuánto te admiro. Por lo humilde que eres posiblemente pienses que exagero. Es que precisamente la sencillez que emana de tus poros es lo que valoro y contradictoriamente aquello que más hace que te ame.

Es probable que para los demás seas una mujer común. Para mí eres única sobre la tierra.

No se nace mujer, se llega a serlo

A propósito del día internacional de la mujer, que se celebra el 8 de marzo, quisiera exponer
brevemente el pensamiento de Simone de Beauvoir, novelista, filósofa y feminista francesa. Su
obra “El segundo sexo” supone una revelación en cuanto a la concepción de la mujer ante los
ojos de una sociedad patriarcal.

Beauvoir redacta la siguiente premisa: “No se nace mujer, se llega a serlo”. Como sabemos,
el existencialismo afirma que el ser humano no nace “siendo”; nace y luego, a través de
la experiencia, “es”. La diferencia radica en que el destino de un hombre y una mujer son
completamente distintos, y las posibilidades de una mujer para “llegar a ser” se ven mermadas
al lado del hombre. La mujer, por su condición biológica, psicológica e histórica parece ser presa
de un destino maldito e irremediable.

¡A las mujeres del siglo XXI!

Siempre me he preguntado ¿Por qué un día de la mujer?
¿Por qué? si ella, por ser de cada uno de los días del mundo, es eterna.
Ella, la mujer, madre, hija, hermana, nieta, familia en todos los grados.

Y como activa; moviendo las ruedas del progreso: ama de casa, obrera,
artesana, maestra, periodista, monja, oficinista, ejecutiva, empresaria, hoy en
pleno siglo XXI, política activa.

No hay un solo espacio de la sociedad, donde ella no incursione igual que
su contraparte el varón.

Pero llegar a ello no ha sido fácil, a las mujeres nos ha costado mucho,
bregar por más de un siglo – Mujeres de toda clase, desde las obreras que
fueron inmoladas en la fábrica de Chicago, hasta las que en manifestaciones
callejeras, o en las bancadas legislativas, como las que honraron nuestro
Congreso en el siglo pasado, para poner en la Constitución leyes igualitarias
entre hombres y mujeres.

Ella vs la otra

Epidemia

Muchas veces he tenido preguntas sobre cuál persona le conviene más a alguien, su pareja o la persona que dice que ahora le llena su vida. La respuesta es sencilla, acertada y rápida en el 99,9% de los casos. Poseo un simpático libro, escrito por Micheline Sandrel que se titula: “Diccionario del amante perfecto y del marido pasable”, en el que la autora asegura una verdad indiscutible: El o la amante puede ser una persona perfecta, pues sólo está con uno cuando esa persona y yo deseamos estar juntos, por eso, los momentos con él o con ella, son siempre alegres y maravillosos. El marido o la esposa, tiene que aguantarnos nuestros momentos de mal humor, y nosotros también tenemos que tolerar esos malos momentos.

Tu mujer o tu marido, conoce tus defectos, tus debilidades, tus errores, tus gritos, tus malos ratos y aún así está contigo… Tu amante conoce tu dinero, tus lujos, tus momentos de felicidad, tu sonrisa, tus caricias… por eso está contigo.

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