El conflicto
El territorio de la Guayana Esequiba tiene aproximadamente 160.000 kilómetros cuadrados. Es decir, es una superficie del territorio continental sudamericano que solo por sus dimensiones tiene una importancia superlativa.
El conflicto territorial tiene su origen en la época de la colonia, específicamente en el año 1815, cuando la colonia holandesa, colonizadora de la región de los países que hoy se conocen como Surinam y Guyana, le vendió a la colonia británica el territorio que hoy es la República Cooperativa de Guyana. Ya conformada la colonia conocida como Guyana inglesa, el Reino Unido empezó a hacer exploraciones hacia el oeste del río Esequibo, línea que definía el límite entre las colonias españolas y las holandesas antes de ser vendidas a los ingleses. Es así como durante mucho tiempo los ingleses fueron adentrándose en el territorio que hoy se disputa; en ese tiempo, Venezuela ya era una república y los asuntos internos referentes a los tiempos de independización le restaron importancia a su frontera selvática hacia el este.
En 1899 tuvo lugar el Laudo arbitral de París, en el que se le adjudica a la Guyana inglesa la soberanía del territorio; sin embargo, en este laudo, Venezuela no tuvo representación, por lo que nunca aceptó dicho laudo. Además, años más tarde se descubrieron irregularidades que dejaban en evidencia la invalidez del laudo, al haber estado comprado a favor del Reino Unido. Poco antes de la independencia de Guyana inglesa, en 1966 se realizó el Tratado de Ginebra, en el que ambos países se comprometían a encontrar una solución que beneficiara a ambas partes. Mientras el territorio sería administrado por Guyana, teniendo prohibido explotar cualquier recurso dentro del territorio.
Durante los últimos años, Guyana ha autorizado exploraciones petroleras offshore e incluso ha comenzado a extraer el recurso, lo que ha despertado molestias en Venezuela. Guyana presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) un caso para validar el laudo arbitral de París (1899); Venezuela podría presentar los documentos que avalan la invalidez de dicho laudo. Sin embargo, dado el estado antidemocrático de Venezuela y su falta de cooperación con organizaciones internacionales, especialmente con la Corte Penal Internacional (CPI), que tiene investigaciones abiertas por crímenes de lesa humanidad contra el régimen venezolano, el gobierno venezolano, sin disposición a salidas diplomáticas, llevó a cabo recientemente un referéndum en el que «consultaba» 5 preguntas a los venezolanos, buscando afirmar el dominio de Venezuela sobre el Esequibo. Sin duda, el estado de dictadura al que se encuentran sometidos los venezolanos no los beneficia de cara al conflicto.
El territorio.
El territorio Esequibo no solo tiene cantidades importantes de petróleo y minerales bajo sus tierras y mares, sino que también abunda un recurso que, al avanzar del tiempo, se va haciendo más codiciado e indispensable: el agua dulce. El Esequibo cuenta con aproximadamente el 10% del agua dulce de la cuenca del Amazonas. Entre los ríos principales se destacan el río Esequibo, Cuyuní, Mazaruní, Potaro, Siparuní, Rupununí. Estos permiten activar vías de transporte desde el Atlántico hasta distintos puntos continentales. Además, el caudal de estos ríos cumple con las condiciones para generar represas para la industria hidroeléctrica y generar energía limpia.
Por un lado, para Guyana, este territorio significa la salvación. Este país ha sido históricamente pobre, donde los habitantes sufren las consecuencias del subdesarrollo de la peor forma: déficit en la alimentación, educación, salud y trabajo, dando como resultado un estancamiento en cuanto a las oportunidades de progreso. Por eso, el descubrimiento de la existencia de 11.000 millones de barriles de petróleo en las costas atlánticas de la Guayana Esequiba representa para Guyana una oportunidad para salir del subdesarrollo y finalmente lograr avanzar.
Más allá de las riquezas materiales que posee este territorio, esta región significa mucho más que eso, tanto para Venezuela como para Guyana. Además de que a lo largo de los años, en ambos países se ha sembrado la noción de que el territorio es y siempre ha sido de cada nación respectivamente; aunque además, para Guyana, este territorio duplica en dimensiones a su territorio oficial.
Por otro lado, para Venezuela, significa tener lo que siempre fue suyo, hacer frente y recuperar la completa soberanía de lo que en siglos pasados la colonia inglesa quiso arrebatar por superioridad de poderes.
Posibles resultantes territoriales según cómo se resuelva la disputa.
En caso de que Guyana lograra oficializar su control sobre la soberanía del territorio Esequibo, sería probable que su enfoque de desarrollo territorial mantuviera su rumbo: desarrollo en torno a la ciudad de Georgetown y la latente expansión urbana por las costas atlánticas al oeste del Esequibo, por su cercanía a la cuenca petrolera offshore. Sin embargo, el desarrollo nacional de Guyana sería inminente, como ya ha comenzado a verse en los últimos años por la explotación petrolera ilegal en el marco del Tratado de Ginebra.
En caso de que Venezuela recuperara la plena soberanía sobre la Guayana Esequiba, y contase con un sistema político democrático y estable. La postura de apropiación territorial sería probablemente distinta, ya que Venezuela actualmente no tiene control sobre el territorio. Naturalmente, se expandiría la red vial y urbana a distintos puntos del territorio anexado, surgiendo una mezcla de culturas, costumbres e incluso idiomas, acercando así la cultura de las Guyanas a Venezuela y eventualmente al resto de Sudamérica. De esta forma, podrían vincularse finalmente por carretera Venezuela y las Guyanas, generando un corredor comercial que conectaría principalmente la cuenca petrolífera del Orinoco (302.000 millones de barriles) con la cuenca Guyana occidental (11.000 millones de barriles). Esta conexión podría impulsar el comercio y el desarrollo regional.