¿Hay patria en Ecuador?

RAE la define como tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. Se puede agregar que tiene una tradición común y una identidad colectiva. Antes de crease la democracia no existía la patria. Las naciones nacieron con las democracias que garantizaron los derechos y libertades individuales y el ciudadano se convirtió en la razón de ser de las naciones. La definición más clara de la democracia pertenece a Abraham Lincoln: “Gobierno de la gente, por la gente y para la gente” De qué democracia se puede hablar cuando hay cerca de 300 organizaciones políticas en Ecuador, clara manifestación de ignorancia en materia ideológica. 

Los políticos populistas se llenan la boca con la Patria Grande de Simón Bolívar, que nunca hubo. Gran Colombia fue enorme fracaso, el mayor perjudicado fue Guayaquil y su provincia. Y ellos se han encargado de destruir el concepto de patria en Ecuador. Cuando los gobiernos son incapaces de cumplir con sus ofertas de campaña, cuando el nivel de violación de las leyes y constitución es tan impune que los que saquearon el país comienzan a salir de prisión sin quitarles lo robado, cuando jueces benefician a que personas condenadas por delitos cometidos, al extremo de permitir participar en elecciones. No hay patria cuando el poder judicial y legislativo funcionan como lo hacen actualmente. No hay patria cuando no hay interés colectivo para sacar a la masa de ecuatorianos de la ignorancia y pobreza, ni hay cuando la corrupción se ha convertido en un estilo de vida. Es la causa de encontramos tan mal ubicado en el ranking de Estados Frágiles. En este Índice, el país menos frágil es Finlandia con 15.1 y el más frágil Yemen con 111.7. Ecuador tiene 69.1 De nuestra región Costa Rica,41.0 y Chile 43.2.  

Admiro a los que continúan creyendo en un Ecuador próspero y educado, con ciudadanos saludables y enemigos de la corrupción. Admiro a los empresarios que siguen invirtiendo en sus empresas y a los emprendedores que arriesgan sus pocos capitales para hacer realidad sus sueños. Estos últimos son los salvadores de lo poco que queda de nuestra patria.