2 mayo, 2024

Los incendios de la ciudad de Guayaquil

Entre otros temas dolorosos, de nuestra querida ciudad, figuran en la historia guayaquileña, DOS GRANDES INCENDIOS en el pasado: El primero hacia el año 1883, según los estudiosos, y el otro, en los años 1896.

En el 1ero. la ciudad , contaba con 30.000 habitantes, -se quemó íntegramente-, en el 2do, la ciudad contaba con 50.000 habitantes, se quemaron lugares emblemáticos y los principales oficinas públicas.

Dos hechos muy dolorosos, y la ciudadanía, no contaba, como en la actualidad, de un “Cuerpo de Bomberos”, que ayude a mitigar las llamas. Se sabe que la ciudadanía, formaba grandes columnas con baldes en mano, que se vaciaban unos a otros, tomando agua desde el río Guayas hasta el lugar del incendio, que ante la fuerza devastadora de las llamas y el viento, poco o nada podían hacer sus heroicos hijos por mitigarlas.

Dicen los historiadores de la ciudad de Guayaquil, que fue Dn. Vicente Rocafuerte, en su segundo período presidencial, el creador del primer Cuerpo de Bomberos de la ciudad, que como en todos los tiempos difíciles, sus integrantes, hasta hace muy pocos años, eran VOLUNTARIOS.

Los “Hombres de la Casaca Roja”, como se los conoce, tuvieron y tienen una Misión importantísima en la actualidad y aportan dia a dia con su esfuerzo y valentía, ya no solo en materia de incendios, sino también en materia de socorrismo, en caso necesario, con sus ambulancias.

Junto a otra organización de origen guayaquileño, la Cruz Roja del Ecuador,l que nació en esta ciudad, pero que desde el año 38 del siglo anterior, su sede está ubicada en la ciudad Capital, por disposición de la Matriz en Suiza, sin que su actuación en esta provincia, como Cruz Roja Provincial del Guayas, sea menos importante. Fue creada por el Gral. Eloy Alfaro.

Por alguna razón coincidente, grandes incendios, de las últimas décadas, se originaban en el mes de Diciembre, hasta pocos años atrás, llenando de luto y de dolor a muchas familias, en la época del año -Navidades-, menos indicada.

Recuerdo con mucha tristeza y espanto varios de ellos, en las décadas pasadas:

1) El incendio de los edificios de madera ocupados por el almacén de los “Hnos. Antón”. Terrible, se tomó casi una manzana, (calles Av. 9 de Octubre y Chimborazo), lo vivimos con mi familia en carne propia, vivíamos en el edificio El Morro, al frente de la acera lateral de ese Almacén y otros ubicados en ese sector.

2) El incendio en la Bahía (sector cercano a la Iglesia de San José), igualmente fatal, (muchos muertos, heridos y asfixiados), que dejó a dichos comerciantes grandes pérdidas económicas.

3) El incendio del Banco Continental de Guayaquil. Con varios heridos y asfixiados, entre Directivos y empleados de la Institución.

4) El Incendio del Hotel Ritz. Una casa vieja de madera de 3 pisos altos y Buhardillas en el último, ubicado en la esquina de la Av. Nueve de Octubre y Noguchi. El incendio se inició en la P.B.

En las buhardillas, se alojaban ciertas “prostis”, a cuyos aposentos llegaban de madrugada a dormir. Muchas de ellas estaban aún dormidas, cuando se inició el incendio. No les quedó otra que, lanzarse a la calle para salvarse de las llamas, con trágicas consecuencias, cuando, nuestro Cuerpo de Bomberos, no contaba aún con las mallas para amortiguar sus caídas.

Otro incendio que recuerdo, no menos pavoroso, fue el del Edificio Arroyo, ubicado en la esquina de la Av. 9 de Octubre y Pichincha, también de madera, de unos cuatro pisos de alto.

Casos como éstos, hay muchisimos mas para comentar, unos causados por cortocircuitos imprevistos, otros, por falta de cuidado y previsión de los propios ciudadanos, pero, siempre dejan dolorosos recuerdos, pérdidas económicas y de vidas humanos, que lamentar.

En los últimos años ha afectado con mayor incidencia a amplios asentamientos humanos en la periferia de la ciudad, coincidencialmente sectores pobres, que lo pierden todo, quedando en la más absoluta pobreza.

Que las entidades del servicio contra incendios y de socorro: -Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja del Guayas-, y lamentablemente la Desaparecida “Defensa Civil”, -que ojala renazca-, sigan aportando por muchos años más, su tiempo y su vocación de servicio, que, gracias a Dios, la ciudad cuenta todavía, que junto a la P.P.N.N., -controlando el orden, en tales lugares-, contribuyen a mitigar tales dolencias y pérdidas irreparables.

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