“La revolución en los sectores estratégicos será irreversible”. Esa fue la frase con la que el ministro Coordinador de Sectores Estratégicos, presentó su informe a la Nación sobre la gestión de trabajo dentro de las áreas que componen esta cartera de Estado (hidrocarburos, minas, ambiente, telecomunicaciones, recursos hídricos y la empresa Ecuador Estratégico).
En su discurso, destacó el aprovechamiento de los recursos naturales a favor de todos los ecuatorianos, cuestionando el “falso dilema” de intentar confrontar las actividades extractivas con la conservación del ambiente, situación que no deja de ocasionar marchas masivas y constantes reclamos por parte de varias comunidades que frenan afanosamente los proyectos de inversión. Destacó, también, el arranque de industrias como la refinación de cobre, la fundición de aluminio, la producción de acero, como parte de aquel anunciado cambio de la matriz productiva que nos permitirá sustituir las importaciones, incrementar exportaciones, generar miles de empleos. Como todos sabemos, la fabricación de estos metales se da a partir de la extracción de los minerales que se encuentran en el subsuelo en su estado nativo.
Por lo que, en concreto, la citada matriz productiva requiere directamente de la explotación minera. Los problemas son, básicamente, dos: en primer lugar, la falta de un marco jurídico para la minería y la férrea oposición de ciertos grupos ambientalistas que, a decir de algunos, “boicotean los proyectos”. La falta de la reglamentación a las últimas reformas mineras, ha frenado sin duda la inversión, ocasionando inclusive la paralización de actividades en varios proyectos importantes para el país; en segundo lugar, la falta de diálogo con las comunidades en conflicto, que se resisten a que en su territorio se exploten los recursos, no permiten avanzar en el planteamiento de el ambicioso nuevo modelo de matriz productiva.
La falta de seguridad jurídica y la escasa información a los sectores involucrados, indiscutiblemente generarán conflictos y un freno a la inversión extranjera, los cuales pueden y deben ser evitados a través del dialogo social con las comunidades y la celeridad en la expedición de los tan anhelados y ofertados reglamentos mineros, caso contrario, el laureado nuevo modelo de matriz productiva quedará, como un gran eufemismo, solo en sueños.
Ojala en vez de criticar,criticar y criticar que ha eso llaman opinión publica propusieran alternativas para no extraer los recursos naturales, los ambientalistas politiqueros, Ecuador ya no es el mismo ahora ya tenemos PRESIDENTE que como ecuatorianos deberíamos enorgullecernos, por su capacidad, por su patriotismo, por hacernos soberanos y mas que todo gobernar para los mas pobres seamos mas objetivos no neguemos por no estar de acuerdo, o por odio, o resentimiento. saludos