2 mayo, 2024

Lunfardo

El español es el idioma oficial de la mayoría de países de América del Sur. Y digo mayoría porque en este maravilloso continente coexisten muchas y diversas lenguas, como el español, portugués, inglés, quichua, guaraní, francés, etc.

A propósito de la devaluación del peso argentino, resulta atractivo para los turistas ecuatorianos viajar al país del tango, pues el cambio del dólar en el mercado llamado “Blue” es de 10 a 1.

Ahora, si viajamos al país del sur es de suponer que podamos comprender todo lo que nos dicen (después de todo, compartimos la misma lengua castellana).

Sin embargo, no debe sorprendernos que al llegar a la “Ciudad de la Furia”, como la llamaba Gustavo Cerati, integrante de la recordada banda de rock Soda Stereo, nos topemos con un dialecto desconocido para algunos foráneos: el lunfardo.

Los entendidos dicen que el lunfardo surgió en Buenos Aires durante la segunda mitad del siglo XIX y, con el tiempo, se fue incorporando al lenguaje habitual de casi toda Argentina y Uruguay. Es la jerga utilizada en la mayoría de los tangos para referirse a diferentes cosas en términos especiales. Y es considerado por muchos como el idioma del tango argentino y hoy un sinónimo del hablar porteño.

Esta jerga tiene hasta su propio diccionario y no necesariamente todas sus palabras se encuentran reconocidas por la Real Academia Española. Tal es el caso de la palabra “sorete”, totalmente desconocida para mí. En el diccionario lunfardo “sorete” significa “informal, tramposo, hombre de poco valor moral”. El diccionario es completo y tiene palabras inimaginables que van de la A a la Z.

Si usted, estimado lector, es de aquellos que gustan viajar hacia el sur y por lo apetecible de los “precios” decide encaminar su rumbo hacia la “Ciudad de la Furia”, no olvide navegar por la web y darle un vistazo a ese diccionario lunfardo para estar acorde al dialecto del tango y que luego no se le arme un “quilombo” con el castellano.

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Una buena Banca es indispensable en el desarrollo del comercio y del país; pero la angurria del nuevo género de banqueros y, sobretodo, la intervención política Estatal ha sido fatal.

Banqueros han existido desde la época de Babilonia. El nombre deriva de la palabra italiana banco, “escritorio”, utilizada durante el Renacimiento por los banqueros judíos florentinos quienes hacían sus transacciones sobre una mesa cubierta por un mantel verde.

Su función siempre fue de fomento y compartición de riesgo. El “banquero” ponía su dinero para una empresa aceptable: Traer especies y sedas del Oriente etc., corría el chance de que el Barco se hundiera y perdía sus fondos; al suceder esto, los pares le rompían el banquito en que se sentaban y de ahí el término “Quebró.”

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