2 mayo, 2024

A propósito de la mala práctica médica

En el Congreso anual de la Academia Americana de Pediatría, se presentó un mock (simulación) sobre un caso de mala práctica en neonatología, que puede servir para hablar sobre las dificultades para juzgar la mala práctica médica.

Se trataba de una paciente que era atendida en un centro de atención primaria, donde arribó de emergencia. Se complicó el parto y el paciente nació asfixiado siendo recibido por el Pediatra de turno el cual intentó reanimarlo y llamó a un Centro especializado para que se pueda trasladar al neonato a ese centro. Al final el paciente fue reanimado y sacado adelante, pero a los 10 meses el lactante ya presenta problemas derivados de su hipoxia neonatal. La audiencia, un grupo de aproximadamente 88 Neonatólogos, éramos el jurado, haciendo como Juez, fiscal, abogado defensor, testigos de un lado y del otro y Médico juzgado, los más grandes neonatólogos de los Estados Unidos, quienes daban las razones por las cuales consideraban tener la razón. Al final, el jurado terminó absolviendo al Pediatra con 45 votos de inocencia, 30 de culpabilidad y 13 abstenciones. Fue una extraordinaria lección de Neonatología y de ética médica que pudimos aprovechar los asistentes.

Este caso me recordó el famoso caso de la Sala de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Francisco de Ycaza Bustamante, en el que se juzga al Jefe de la Sala por tratar de salvar la vida de más neonatos. Hay factores que DEBEN ser tomados en cuenta cuando se juzga una actuación médica. Debe pesarse los factores agravantes y atenuantes de cada caso, no sólo la pena por la muerte de los pacientes o su estado de gravedad, sino también las circunstancias en que ocurren las cosas, el entorno, la gravedad de los otros pacientes que requieren atención, etc. Por ejemplo, en Guayaquil, apenas si existen unas pocas Unidades de Cuidado Intensivo Neonatal que pueden atender al público sin un costo muy elevado y con adecuado personal capacitado en la Unidad. Creo que hay una pequeña Unidad en la Mariana de Jesús, otra en la Maternidad del Guasmo, la del Ycaza Bustamante, la del Roberto Gilbert y la de la Maternidad Sotomayor, que está saturada. Unas pocas Clínicas tienen Unidades pequeñas y la mayor parte de las Clínicas que atienden cesáreas, no tienen unidades montadas y sus niños son trasladados a las Unidades grandes. Sobre éste juicio, me pregunto si era más justificable que, para evitar la sepsis, se cierre la Unidad y mueran sin poder recibir nada de ayuda los niños cuyos padres buscaban desesperadamente un sitio donde los atiendan, o correr el riesgo de tener que tratar más casos de infección y correr el riesgo de muerte de estos prematuros, pues todos sabemos que el riesgo de infección grave o mortal es muchísimo más alto en los prematuros, pues sus defensas son muy bajas.

No se puede juzgar con el corazón, se debe juzgar con raciocinio y tomando en cuenta todos los factores y circunstancias que rodean al caso.

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2 comentarios

  1. De acuerdo, Jose Fernando, claro que existen médicos de primera. Tu eres uno de ellos. Pero es justo priorizar la aplicación severa de la ley en contra de quienes la infringen; y si los hay. Te cuento que yo he sido victima de aquellos. ABRAZOS RRO

  2. ME PERMITO MODESTAMENTE OPINAR QUE LA PENALIZACIÓN A LOS ERRORES O ACCIDENTES MÉDICOS NO VAN A SOLUCIONAR EL PROBLEMA, LOS MÉDICO SON TAMBIÉN SERES HUMANOS.
    LA PENALIZACIÓN POR «MALA PRAXIS» SOLO ENCARECE LA MEDICINA PÚBLICA Y PRIVADA.

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