29 abril, 2024

Ignacianos por Haití

Ignacianos por Haití (IxH) es un movimiento de jóvenes para colaborar con jóvenes
haitianos a educar a niños y jóvenes haitianos. Esta es la propuesta que los jóvenes se
hagan cargo de una responsabilidad social, colaborar con el que sufre para que se
“Levante y camine…”.

No es una campaña asistencialista, ayudemos a los pobrecitos haitianos que tanto han
sufrido, en especial catástrofes naturales, huracanes y terremotos, el mayor, el del 12 de
enero del 2010, que nos hizo pensar en esta campaña y lanzarla. Es un movimiento
juvenil de solidaridad internacional y de creación de la verdadera conciencia ciudadana.
En nuestra “aldea global” estamos cada vez más interconectados y somos cada vez más
dependientes los unos de los otros para desarrollarnos como individuos y como pueblo.
Somos ciudadanos del mundo, “el mundo es nuestra casa”, (the world is our House”” ) fue
el lema de reflexión de más de 600 educadores Ignacianos de cerca de 80 países que
nos reunimos en Boston en agosto del 2012 para reflexionar sobre nuestra tarea
educativa, más allá de las letras. Con IxH hacemos vida este lema.

Esta campaña IxH nació en los colegios jesuitas de Chile, Ecuador, Brasil, Colombia, en
más de 14 países latinoamericanos en donde estamos los jesuitas, que después del
terremoto del 2010, nos preguntamos cómo podemos colaborar con Haití, y nuestra
apuesta fue la misma que daría Ignacio de Loyola: apostar por proyectos sostenibles, de
largo plazo y de impacto, educar como oportunidad de crecimiento y transformación de
las personas y de los pueblos.
En Ecuador, los colegios como el Cristo Rey, de Portoviejo, Javier de Guayaquil, san
Gabriel y Gonzaga de Quito, san Felipe de Riobamba, Borja de Cuenca, han apostado y
colaborado con este proyecto, en dos años y vamos por el tercero.

Por eso apoyamos a Fe y Alegría Haití, para que desarrolle una oficina de proyectos y de
planificación que le permita organizar sus centros educativos en las zonas más pobres de
Haití, en donde la presencia del Estado es nula o casi nula, y pueda reconstruir la
esperanza de sus niños y jóvenes, no están solos y no todo está perdido, el terremoto
trajo la globalización de la esperanza y solidaridad para los cientos de jóvenes que están
ayudando a reconstruir Haití. La cosa esta lenta. Hay cientos de Ongs, que lucran de este
negocio del sufrimiento, pero hay otras como Fe y Alegría Haití, El Servicio Jesuita de
Migrantes, que se dejan asesorar y buscan lo mejor para ofrecer con coherencia su
testimonio. Da gusto ver jóvenes de varios países trabajando codo a codo en este
proyecto para sacarlos adelante, qué hermoso fue conversar y estar con Sebastián,
Teresa, Roberto, Cristina, Gabriel entre otros. Gracias por su ejemplo.

Hoy con IxH se ha creado una conciencia latinoamericana diferente, son nuestros
hermanos y es nuestra responsabilidad humana y social sacarlos adelante. “nadie salva a
nadie. Nadie se salva solo. Nos salvamos todos o nos hundimos”, es un lema motivador

que se vive sin pronunciarlo. Eso es ser ciudadano del mundo, hacerme cargo de una
realidad social para transformarla, reconocer mis derechos como mis deberes, reconocer
al otro como igual.

Querido joven si te sientes cómodo con tus estudios, con lo que hoy haces, puede ser que
seas un buen chico o chica, pero un joven feliz solo se lo encuentra cuando se da, cuando
no es el centro del mundo sino cuando va al mundo para amarlo y servirlo. Cuando su
centro está afuera estrechando manos con los que sufren, construyendo puentes con lo
diferente, cultura y seres diferentes, acercando fronteras. Hay muchos ejemplos de esto.
Uno de los más impactantes fue la gran universidad que construyó República Dominicana
en tan solo seis meses para los jóvenes Haitianos, y muchos países en años no
concretan proyectos, sino estudios. Los que aman saben hacer las cosas. El joven exitoso
será el que sepa a dónde lo llevan sus estudios. Gracias Haití por tu hospitalidad. Gracias
FLACSI (Federación de Colegios Jesuitas de Latinoamérica), por la iniciativa. Gracias
Ignacianos por Haití por la solidaridad.

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Aparentemente la Ley de Comunicación nada tiene que ver con la Ley de Educación Superior. Sin embargo, están amarradas. Ambas pertenecen al mismo objetivo de poder. Cautivar y encarcelar los caminos de la información y el conocimiento. Prácticamente, el suprimir la autonomía universitaria, pretender desde el ejecutivo la rectoría administrativo académica y no permitir la libertad de cátedra, buscando imponer desde una docencia dócil los criterios de un solo contenido ideológico, significan destinar la enseñanza y formación social del estudiantado a la aceptación de la ausencia de libertad de expresión, contenido esencial de la Ley de Comunicación. Si ésta, además, busca la autocensura en quienes hacen información tratando de proteger las irregularidades, la corrupción, el nepotismo del gobierno central, al no permitir la crítica a su accionar social y político, el marginar la autonomía universitaria y obstaculizar la libertad de cátedra no es otra cosa que la misma autocensura en la formación profesional y en la construcción del conocimiento.

No hay comentarios

  1. Que bueno saber que existen grupos que aman a la gente por gente y están dispuestos a sacrificar tiempo y comodidades para ayudar a los que lo necesitan. Gracias.

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