18 abril, 2024

¿Valió la Pena?

Acabo de concluir la lectura del Libro ¡Valió la Pena? escrito por mi amigo de siempre Dr. Henry
Raad Antón, que en 643 páginas, escribe la historia de su vida, con solo 71 años de existencia,
que parecen 100 de experiencia, por su gran capacidad para escribir y razonar tan maravillosos
años vividos, dedicados al trabajo y al desarrollo de su extraordinaria capacidad de escribir para
expresar sus ideas y pensamientos sin tapujos, ni cobardía. Con solo una gran ventaja a su favor, la
siempre compañía de una gran mujer, su esposa Patrizia Puccini

Cada página de las 643 que he leído, me despertaron siempre un inusitado interés por leer la
siguiente pagina, por su brillo de honestidad y sinceridad con el cual termina un relato para
iniciar otro, producto de su gran capacidad para manejar sus pensamientos y convertirlos en una
historia que provoca seguir leyendo, si cansancio, ni fatiga.

Dentro del relato histórico de su agitada vida, fundamentalmente, por sus varios contratiempos
de salud, que interrumpieron sus estudios y su trabajo, pero que jamás dejó por difícil que
parecieran sus tratamientos médicos.

En su relato, se destaca su pasión y amor por Francia, en donde fijo su principal interés para
realizar sus estudios superiores. En el desarrollo del tiempo de su vida, relata con claridad los
principales acontecimientos del desarrollo mundial y fundamentalmente de nuestro país y de
Guayaquil en especial, donde se instala en 1968, para colaborar en la empresa PYCCA, de su
tío carnal, Don José Antón, en donde permaneció por 42 años, entregando todo su esfuerzo y
capacidad para lograr el éxito y progreso que ha logrado alcanzar esta importante empresa
Guayaquileña, de conducción e ideas Libanesas. Se retira, no por cansancio, ni aburrimiento, si no
por discrepancias empresariales, naturales y lógicas, cuando los capullos crecen y las ambiciones
florecen. En definitiva por una obligada renuncia.

Insertar en su relato, pensamientos como el del alemán Schopenhauer, demuestran su
personalidad y decisión en sus actuaciones a lo largo de su vida, con interrupciones ocasionadas
por varios trastornos en su salud.

“No solo es la pasión la que a veces tiene un desenlace trágico. El amor satisfecho conduce
también a menudo a la desdicha que a la felicidad. Porque las exigencias del amor, en conflicto
con el bienestar personal del amante, son tan incompatibles con las otras circunstancias de
la vida y sus planes cerca de lo venidero, que minan todo el edificio de sus proyectos, de sus
esperanzas y de sus ensueños.”

“Al paso que la primera mitad de la vida no es más que una infatigable aspiración hacia la
felicidad, la segunda mitad, por el contrario, está dominada por un doloroso sentimiento de
temor. “

“La felicidad esta siempre en lo futuro o en el pasado, y en lo presente tal cual una nubecilla
oscura que el viento pasea sobre un llano alumbrado por el sol. Sentimos el dolor, pero no la
ausencia del dolor. La vida no se presenta en manera alguna como un regalo que debemos
disfrutar, si no como un deber, una tarea que tenemos que cumplir a fuerza de trabajo.”

En su inquieta existencia se involucró en la vida política de la ciudad y con un poco más de arrojo
y decisión, pudo llegar más arriba, pues tuvo todo lo necesario para lograrlo, pues la capacidad e
inteligencia le sobran.

Fue concejal de buena trayectoria, aportando ideas y ordenanzas que contribuyeron al éxito de
la administración Municipal, bajo el mando Social – Cristiano. Fue candidato la Presidencia de la
Junta Cívica de Guayaquil y mantuvo siempre su permanente preocupación por su éxito, en busca
de la superación y desarrollo autonómico de la ciudad

Felicitaciones Henry, comparto tu opinión “Valió la Pena” escribir tu historia, para conocerte mas
y conocer más aún hechos del País y del desarrollo tecnológico mundial que tu analizas con
oportunidad y acierto en el tiempo en que se produjeron.

Les dejas una hermosa herencia a tus hijos. Tu personalidad y tu limpia trayectoria.

“Guayaquil, por la Patria con autonomía.”

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Acaricio la campana y empiezo a escuchar el despertar de su silencio. El sonido son los latidos de su corazón. Su cantar pausado, continuo y rítmico sale de su boca abierta a la vida que da a conocer su presencia. La campana siempre es campana: avisa, enciende, revela, convoca, despierta, acompaña, abraza, suelta todo lo que se ha guardado, no deposita nada, da, entrega todo lo que es y no espera nada a cambio. Sólo ser campana, campana para cantar, campana para la vida.

La campana me anuncia que mientras la tengo en mis manos está conmigo, cuando la dejo en el rincón, duerme su vida olvidada. La campana es la cenicienta de los cuentos de hadas: duerme el sueño de vivir y vive la retumbar de estar despierta. Para despertar necesita ayuda, sola no puede despertarse, ¡pobre campana echada en un rincón o colocada en lo alto de la torre pendiente de la soga de quien se acuerde de tocarla! Sola en la esquina es el recuerdo de que puedo alcanzar pero puesta en manos es la alegría de ser campana y soltar maravillosamente sus dones, su vibrante cantar. Sonando es la alegría de ser campana, tirada en el piso es el olvidar que estamos vivos para ser fuego y tierra, bronce y circulo, agua y cebras corriendo sobre la selva virgen de los deseos.

No hay comentarios

  1. cuanta alegria me da ver llegar a este honorable caballero, a quien conozco solo de referencia por su vida publica y por ser uno de los colaboradores mas importantes y valerosos del Ing. Leon Febres Cordero y el P.S.C! Lo felicito por llegar a una edad intermedia con una vida publica limpia y que ha sido y es muy fructifera en lo civico, y tengo la seguridad que asi sera en lo personal y familiar! Por favor, honrrenos con su presencia 71 anos mas Henrry!

  2. No se si en Guayaquil existen asociaciones non profits, de ninguna tendencia ni politica ni religiosa donde se organicen charlas interactivas en las que participen estos seniors con tanto de compartir con los jovenes de nuestra ciudad. Serian charlas increibles donde estos jovenes podrian aprender tantas experiencias.

  3. el prestigio es como el honor,solo se pierde una vez.por eso vale mas no perderlo.cada hombre es arquitecto de su propio destino.saludos dr raad.sobrevivir es un triunfo verdaderamente grande.

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