3 mayo, 2024

¿Cómo forjar un héroe?

En vez de caer en la trampa de vivir una vida dividida,
Buscaremos una estrategia de vida totalizadora.

¿Qué herramientas o tecnologías utilizas generalmente cuando tienes que tomar decisiones importantes, por ejemplo, elegir especialidad, universidad, el amor de tu vida, cambio de profesión o de estilo de vida? ¿Lo haces de acuerdo a un propósito de vida, a una visión o la tomas según se vaya presentando?

Quien hace los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola, debe salir con una estrategia que le permita crear algo único y poderoso para alcanzar sus fines, para trazarse un proyecto de vida. Para ello debes trabajar los pasos, es decir dedicar tiempo de reflexión significativo para la interioridad, introspección, tener el coraje de aislarte por un tiempo a la soledad y silencio, del ruido, la música y las distracciones para saber oír, pensar y actuar con sabiduría.

Esa era una propuesta radical en el siglo XVI, cuando vivía Ignacio. Hoy en día es más tonificante y necesaria. Después de tanto estrés a causa de marejadas electrónicas, reuniones y distracciones, muchos se relajan pegándose a celulares, equipos portátiles de sonidos u otros aparatos que nos aíslan del mundo interior. Nos hemos vueltos cada vez más expertos en manipular controles remotos por cientos de canales por cable y cada vez menos expertos en sintonizarnos a nosotros mismos. Como individuos –y como cultura-, estamos perdiendo el tiempo, la inclinación, la habilidad para la introspección.

La mayoría de las estrategias para el cambio (ya sean reglas para el crecimiento personal o fórmulas para el cambio organizacional y el liderazgo) no funcionan realmente porque siguen siendo juegos estériles o mezcolanzas de listas de control y soluciones infalibles. En vez de memorizar listas prácticas de control, necesitamos pasar tiempo con nosotros mismos, enfrentar nuestra realidad y comparar nuestra situación actual con nuestras más profundas creencias y aspiraciones acerca de qué tipo de personas debemos ser y qué mundo queremos.

Hay personas en nuestra historia que encuentran el fin de su vida desde la sencillez de hacer bien las cosas todos los días desempeñando un papel común como profesores, abogados, médicos, conserjes, empleados de oficina, padres y madres de familias, etc. Ninguno de ellos es famoso. Pero son HÉROES, entendiendo esto no como lo entiende la cultura cotidiana, de personas famosas y exitosas por tener cosas, dinero y aparecer en la pantallas de tv, etc. ¿Cómo puede un padre, un jefe, un profesor, un alumno, ser un héroe? Ciertamente no por la fama y anuncios, sino por sus cualidades humanas: la fuerza, el valor y la nobleza de sus principios que rigen su actuar.

El heroísmo de muchas personas comunes de actos sencillos, como saber cambiar un pañal, no copiar y esforzarse por ser auténtico, fiel amigo y compañero, saber perfeccionar una hoja de cálculo. Estas personas nos retan no a que los miremos con asombro, sino a que nos miremos a nosotros mismos y encontremos en nuestro trabajo y vida, un fin, un sentido realmente importante. ¿Podemos ver en nuestras rutinas cotidianas oportunidades para demostrar valores eternos?

Por ello, debemos no solo formular una visión más grande, sino descubrir un giro decisivo que pueda darnos el valor y el compromiso para hacer realidad esa visión de nuestra vida e historia. Vivir con un gran propósito requiere un cambio en la manera de vivir, pero hay que unirlo con esa visión para percibir la enorme importancia de lo que hacemos cada día tiene la posibilidad de captar los nobles valores con que podemos hacer las cosas.

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¿Doble discurso?

Hay aparentemente un doble discurso del Gobierno en materia de Salud. Por un lado el compromiso con los más necesitados, atendidos diligentemente en su atención primaria en los centros de salud y los puestos de atención primaria, con derivación inmediata y gratuita a centros hospitalarios más complejos para asegurar la recuperación de la salud de todos los ecuatorianos, y los esfuerzos por asegurar una buena educación para la preparación adecuada de los futuros profesionales del país, hacen ver que este Gobierno busca un avance muy significativo en devolver la salud y el bienestar a su pueblo. Mis felicitaciones para el Gobierno por este importante avance y por su acertada designación de las autoridades de salud.

No hay comentarios

  1. la vertiginosidad con la que nos movemos nos vuelve, en algunos momentos, distraidos de hechos que encanjan perfectamente en el heroismo…creo firmemente que quien esboze una sonrisa, franca y sincera sabe lo que es ser heroe!!!

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