7 mayo, 2024

El hijo del sueño

Uno de mis poetas favoritos es sin duda, José Ángel Buesa, poeta cubano que nació en Cruces, de la antigua Provincia de Las Villas, actual Cienfuegos, Cuba, en 1910. Desde los siete años ya escribe versos. Muy joven se traslada a La Habana, A los 22 años, en 1932, publica su primer libro de poesías “La fuga de las horas”, del cual su poema El hijo del sueño, se repite en todas partes. A ese libro le siguen Misas paganas, Babel, Oasis, su libro más conocido, Nuevo oasis, Poeta enamorado y muchos otros, que no menciono por falta de espacio. Poeta exquisito, romántico, de verso fácil, metafórico, tiene muchísimas poesías preciosas, de las cuales luego publicaremos algunas. Quiero en esta entrega presentar el más grande elogio que se le puede dar a una esposa embarazada, el hijo del sueño, descripción romántica y triste de lo que será el hijo que están esperando. Pero dejemos que sea el mismo Buesa quien nos lleve de la mano por esta descripción.

El hijo del sueño

José Ángel Buesa

¿Un hijo? ¿Tú sabes? ¿Tú sientes que es eso?
ver nacer la vida del fondo de un beso
por un inefable milagro de amor.
Un beso que llene la cuna vacía
y que ingenuamente, nos mire y sonría,
¡un beso hecho flor!

Un hijo… ¡un fragante, fuerte y dulce lazo!
Me parece verlo sobre tu regazo
palpitando ya.
Y miro moverse con pueril empeño
las pequeñas manos de nuestro pequeño
como si quisieran sujetar un sueño
que llega y se va.

En el agua fresca de nuestras ternuras
mojará las alas de sus travesuras
como una paloma que aprende a volar.
Y será violento, loco y peregrino
y amará igualmente la mujer y el vino
y el cielo y el mar.

Con la sed amarga de la adolescencia
beberá en la fuente turbia de la ciencia
y tierno cantor,
irá por el mundo con su lira al hombro
dejando un reguero de rosas de asombro
y un áureo fulgor.

Cruzará al galope la árida llanura,
pálido de ensueño, loco de aventura
y ebrio de ideal.
Y en su desvarío de viajes remotos,
volverá algún día con los remos rotos
trayendo en los labios un sabor de sal.

Caminante absurdo de caminos muertos,
pasará su sombra sobre los desiertos
en una infinita peregrinación.
Y su alucinada pupila inconforme
verá en su destino, grabada una enorme
interrogación.

Pero será inútil su tenaz andanza
persiguiendo un sueño que jamás se alcanza
y ha de ser así,
pues no hallará nunca como yo, la meta
de todas sus ansias de hombre y de poeta,
porque en las mujeres de su vida inquieta,
no hallará ninguna parecida a ti.

Que tú eres la rosa de una sola vida,
la rosa que nadie verá repetida,
porque al deshojarse, secará el rosal.
Y como en el mundo ya no habrá esa rosa,
él irá en su larga búsqueda infructuosa
¡en pos de una igual!

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Perdón por continuar con Buesa, pero incluso en sus poesías fuertes lleva una melancolía escondida que le da ese tono de ternura que inunda el alma cuando se lee sus versos.

Voy a presentar ahora su Soneto I

Soneto I
José Ángel Buesa

Como quien boga contra la corriente
aún comprendiendo que su afán es vano
y el remo se le cae de la mano
y se siente arrastrado nuevamente,

así mi amor se aleja indiferente,
pero, al recuerdo de tu amor lejano,
reverdece el deseo en su desgano
y regresa mi sed hacia tu fuente.

No hay comentarios

  1. Muy bella y profunda poesia: gracias por darnos de ese mar un pez, denos a conocer el contenido de ese mar, para poder pescar los demás – De ser posible -.Gracias anticipadas.

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