2 mayo, 2024

No humillemos la mano que nos ayuda

Un cop de mà

“No hay ninguna diferencia entre el dolor por algo perdido y el miedo por perder algo”. – Séneca –

Sobre el tema de la consulta ya hablaremos. Por ahora expreso que yo sí estoy de acuerdo con la pregunta que indica que si queremos permitir que se realicen espectáculos donde se matan animales por pura diversión.

Prácticamente nadie recuerda al uro (bos taurus primigenius), el ‘padre y madre’ de los actuales toros, vacas, bueyes, koupreys, bisontes, etc. Y es triste porque a pesar de haber estado entre nosotros desde el Plioceno (hace 2 millones de años), los desaparecimos para siempre en 1627. Un poema anónimo de la época menciona sus virtudes (no muy diferentes a las de los actuales toros): “El Uro no tiene miedo/y posee grandes cuernos./Un habitante solitario del páramo/es un animal valiente.”

El toro (bos taurus) es un descendiente directo de este animal. Desde la antigüedad un animal sagrado. Se diferencia del buey porque este último es castrado. El toro es el macho de la vaca y juntos son de los animales que más aportan para la vida y alimentación de los seres humanos (leche, carne, mantequilla, etc.) y ya esto es bastante para tenerles el más alto respeto y consideración por parte nuestra. Es terrible humillarlos, y más aún perderlos como hicimos con su predecesor, el uro. En la India el toro y la vaca siguen siendo sagrados, con la prohibición explícita de no poder matarlos so pena de un castigo legal.

En este caso es lo mismo llorar por la extinción del uro que temer por la desaparición del toro. Las corridas de toros son un abuso tanto a la naturaleza como a nosotros mismos; después de todo lo que les debemos a estos animales, es una práctica masoquista. Cobardemente se ataca, maltrata y asesina a estos animales tan nobles y necesarios para nuestra subsistencia.

El ser humano es el único que contagia u obliga a que los animales se llenen de violencia innecesaria. Lo que nos diferencia del resto de animales es simplemente el raciocinio. Pero hay seres humanos que no se diferencian del toro sino por su cobardía. Aparte de que por algún motivo en cierta época del año algunos ecuatorianos creen que son españoles y se visten medio raro, y los toreros con bailecitos ridículos más parecidos al ballet que a una pelea hacen espectáculos seguidos por gente que acude más por habito que por haberse puesto a pensar en estos temas. Analícenlo.

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No hay comentarios

  1. César:
    Muy de acuerdo contigo. Por tu foto se nota que eres muy joven y eso me permite tener una perspectiva clara de lo que piensan los jóvenes ecuatorianos, que piden un cambio profundo en la cultura nacional. La llamada aficón a la lidia de toros, nos remonta a la época del circo romano, espectáculo bestial e inhumano. Ya es hora de valorar lo nuestro, deshechar los complejos guardados y las costumbres traidas por los conquistadores ibéricos. El amaor a la naturaleza conlleva preocuparnos por nuestros amigos, los animales.

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