18 abril, 2024

Cadenas y Sonrisas

Confunde aquella “campaña de la sonrisa” con la que aparentemente se pretende “convertirnos” en gente amable… Confunde, porque ante las chambonadas del actual gobierno, los ecuatorianos tenemos muy pocos motivos para sonreír…

A finales del siglo XVIII, David Garrick, dramaturgo inglés de origen Francés, a pesar de sufrir de spleen (depresión, inmenso despecho, resentimiento social, mal humor y amargura), hacía reír a todo aquel que acudía a verlo en los teatros de la época…

El poeta mexicano Juan de Dios Peza (1852-1910), escribió un poema sobre Garrick, que a continuación se los presento para que experimenten la inmensa amargura del que ríe mientras su corazón llora. Adjunto aquí estos versos para beneficio de los mentalizadores de las “cadenas de la sonrisa” que a cada rato aparecen en nuestros televisores…

REÍR LLORANDO

Juan de Dios Peza 1852 – 1910

Viendo a Garrik actor de la Inglaterra
el pueblo al aplaudirlo le decía:
Eres el más gracioso de la tierra,
y el más feliz…
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen, los altos lores
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores,
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
sufro le dijo, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión la de la muerte.

Viajad y os distraeréis.
¡Tanto he viajado!
Las lecturas buscad.
¡Tanto he leído!
Que os ame una mujer.
¡Si soy amado!
-Un título adquirid.
-¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá?
-Tengo riquezas.
¿De lisonjas gustáis?
¡Tantas escucho!…
¿Qué tenéis de familia?
Mis tristezas…
¿Vais a los cementerios?
Mucho… mucho…

De vuestra vida actual ¿tenéis testigos?
Sí, mas no dejo que me impongan yugos:
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos, mis verdugos.

Me deja, agrega el médico, perplejo
vuestro mal, y no debe acobardaros;
tomad hoy por receta este consejo
"Sólo viendo a Garrik podréis curaros".

¿A Garrik?
Sí, a Garrik… La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa.
Tiene una gracia artística asombrosa.
¿Y a mí me hará reír?
¡Ah! sí, os lo juro,
él sí; nadie más que él; mas… ¿qué os inquieta?
Así -dijo el enfermo-, no me curo:
¡Yo soy Garrik!… Cambiadme la receta.

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
Porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto,
y también a llorar con carcajadas.

El pueblo es como Garrick, señor Vicepresidente… Por favor dejad de malgastar los dineros del pueblo en lavaditos… (De cerebro.)

Y mejor cambiadle la receta…

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Constituye uno de los defectos más graves del ser humano. En las religiones se la señala como la causa más importante de todos los pecados. Es un punto débil a través del cual se pueden cometer un sinfín de conductas aberrantes.

En los que ostentan el control se ve un ejemplo de la vanidad hecha como política de partido. Los que hoy transitoriamente abusan del poder, pregonan un auto endiosamiento repetitivo que va dirigido a ensalzarse y hacerlos creer que son el mejor conjunto de seres que ha existido en toda la historia. Promulgan que todo lo que hacen es bueno; repiten hasta el cansancio que todo lo que se ha hecho antes ha sido malo o nunca se hiso.

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No hay comentarios

  1. El poema de Garrik lo escuché por primera vez en un circo que llegaga a mi barrio, en lo que es ahora el parque frente a la Iglesia San Agustín. Después de tantos años y ver que la risa se tiene decretar, no me sirve la receta porque estoy jubilado y nuestras pensiones harían llorar a un elefante si le dijeramos al oído cuál es el monto

  2. Totalmente de acuerdo con usted. Qué saca el pueblo con una publicidad que no sacia sus necesidades? El vicepresidente, que ahora se ha dedicado al turismo oficial (también pagado por el erario), mejor debería invertir ese mismo dinero que beneficiará a los publicistas afines al gobierno, en motivar a los ciudadanos a respetar los espacios reservados a los discapacitados. Mejor sería a promover los buenos modales tan venidos a menos en este gobierno, pero tendría la contraparte en la patanería y violencia verbal de los dos primeros mandatarios.

    Felicitaciones. I. Hurtado Y.

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