26 abril, 2024

La corrupción

Enrique Santos Discépolo fue un gran visionario de nuestros tiempos, como lo demostró con sus tangos Cambalache, Las cuarenta y algunas más de sus canciones que confirman lo que vivimos, es decir, el ver florecer por medio de la corrupción, y pasar a ser grandes señores a crápulas, vividores, sapos acomodaticios, gente sin moral, caradura y sinvergüenza, que han ido aprendiendo este “modus vivendi” y ahora pasan a ser millonarios con todo su esplendor, cuando antes no tenían prácticamente nada.

Hay casos muy honrosos de gente que ha subido a pulso, que ha crecido con su trabajo y ha logrado amasar grandes fortunas. En nuestro Ecuador no hace falta nada para que todos podamos ser acaudalados si lo deseamos, nos esforzamos y actuamos honradamente. Lo que necesitamos es cambiar la idiosincrasia de la gente. Ese servilismo y abandono al que se quiere conducir al pueblo dándole todo gratis y fomentando la ociosidad es lo más dañino que hay. Le quita al ser humano el deseo de progresar, de salir de su estado y aspirar a una vida mejor, más digna.

Ahora lo que hay que aprender a manejar no es los negocios, sino la política, asegurar ser electo para recibir coimas y bonificaciones por firmar contratos, hacerse de la “vista gorda” o “arreglar” situaciones en forma conveniente. acudir cuando se vota, / que los diputados somos / ovejitas de un rebaño / para votar lo que digan / y dormir en el escaño.”

Ya no se requiere ser un estadista bien cimentado, un hombre de mente clara, CON SENTIDO COMÚN (el menos común de los sentidos), gran visión geográfica y mundial, para ocupar un alto puesto de gobierno. Ahora para hacer política se requiere ser conocido y uno de los pasos para lograrlo es aparecer en TV, ya sea como periodista, artista, deportista o presentador de TV, para que miles de personas vean su simpática cara y lograr sumar votos. Los partidos políticos buscan también ese protagonismo y los escogen como candidatos. La mejor descripción de Político Congresista la hizo hace más de doscientos años un Fraile Dominico, Fray Junípero, en su deleitante poema “Déjame dormir mamá”, que entre otras cosas dice: “Déjame, mamá, que soy / diputado del Congreso / y si falto a las sesiones / ni se advierte ni se nota. / Solamente necesito

Hay que mejorar la dignidad de la política ecuatoriana. Necesitamos cambiar el sistema. El método de la mayoría en la forma en que se lleva en países como el nuestro, lo único que hace es provocar un enfrentamiento de clases y de grupos que en nada beneficia al país, pues crea odios, disputas y revanchismos que hacen mucho daño a la unidad nacional.

Artículos relacionados

Calma preocupante

Luego de que el país viviera días de intranquilidad y tensión por las protestas y marchas, la calma ha retornado por lo menos momentáneamente. Pero es una calma preocupante. Las posiciones se […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×