La Universidad está viva
Una sombra sobre la centenaria Universidad de Guayaquil ha sido lanzada por los evaluadores del sistema universitario. La categoría D es una ofensa al siempre bien mantenido prestigio de nuestra Universidad. En quienes formamos parte del principal centro de estudios superiores de Guayaquil nos ha causado dolor y amargura.
Estos son tiempos de evaluación y comparación. Nos han comparado con otras universidades y hemos salido perdiendo. La cuna de ilustres pensadores, hombres de ciencia, prominentes médicos, notables hombres de derecho, sabios maestros y grandes rectores ha sido lanzado a la categoría D, lo que deshonra y trae deshonor a su trayectoria. No es fácil aceptar este momento amargo que atraviesa la Universidad de Guayaquil porque se puede llegar a creer que dentro de sus claustros y aulas todo es facilismo y descomposición. Y eso no es así. Hablo desde mi experiencia actual de estudiante de derecho, de la también centenaria Facultad de Jurisprudencia. Y en mi Facultad lo que menos existe es facilidad para que los estudiantes de Derecho puedan obtener el titulo de Abogado. Los profesores son exigentes, implacables, duros en sus exigencias de estudio y de preparación académica de sus alumnos. Aprueba el curso quien sabe y conoce de memoria los diferentes códigos y la doctrina jurídica.