26 abril, 2024

Guayaquil al rescate del País

Guayaquil conmemora sus 482 años de Fundación en un ambiente diferente de lo que fueron las celebraciones en la anterior “década ganada”. En la era correísta la Sesión Solemne por el aniversario tenía como marco dos escenarios totalmente diferentes, la genuina y tradicional del Cabildo y la verbena de insultos y bailable del Gobierno.

El Presidente Lenin ha comprometido su asistencia a la Sesión del Cabildo que conduce Nebot. Correa a pesar de su origen mantuvo una constante animadversión hacia la ciudad, a la forma de adminístrala y de destinar sus recursos. El tiempo demostró su equivocación.

Las celebraciones estarán matizadas con actos públicos y de diversión popular. Luego de una década la Armada símbolo de una ciudad de origen navegante, vuelve a participar en el tradicional desfile del guayaquileñismo, el hecho había sido suspendido por la desinstitucionalización del País.

Los discursos de Nebot y de Moreno en la Sesión Solemne concitan una expectativa inusual. El país afronta una gravísima crisis económica. Las decisiones a tomar son urgentes y deben contar con la participación de todos.

Guayaquil ha sido siempre la ciudad motor de la economía del país. Su gente trabajadora que agrupa diferentes orígenes ha luchado contra las más diversas plagas y enemigos, hoy lo seguirá haciendo.

Guayaquil por la patria.

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Difícil seguir el camino del bien

Es un juez que le dice al ladrón: Tú robaste la joya, tengo 5 personas que te vieron.
Y dice el ladrón: ¡Sí, pero yo puedo traer más de 100 que no me vieron!

Este chiste nos pone como reflexión que la mayoría de personas en lugar de esforzarnos en cumplir los diez mandamientos, nos preocupamos de que no nos cojan haciendo algo indebido. Aunque sepamos que estamos actuando mal. Mientras no nos cojan no importa. Podemos robar, pero de manera elegante. Mentir pero con distinción. Ofender e insultar pero que parezca que estamos haciendo algo bueno. Cualquier cosa con tal que no nos descubran.

Es importante siempre poder reconocer el camino del bien y el del mal. Y escoger seguir el del bien porque nosotros lo queremos. No porque nos puedan descubrir. Estamos conscientes que ese camino es muchas veces más difícil. Menos atractivo. El mal en cambio se disfraza de una mujer preciosa, de una manera seductora de hacer dinero fácil a costa de los demás, etc. Pero tenemos que saber decir no.

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