26 abril, 2024

La audacia de la esperanza

obama the cowboy

La gran demostración del electorado norteamericano, en la más reñida contienda electoral
de su historia, ha dado un paso adicional en firme para perfeccionar su unión como la
nación con la mejor democracia del mundo.

Los candidatos presidenciales norteamericanos se midieron en una campaña electoral
teñida de desafíos propios de una contienda democrática entre líderes con visiones
opuestas y propuestas radicalmente distantes; donde los argumentos de mayor
contundencia giraban en la misión del gobierno y las responsabilidades del estado.

Pero como todo tiene su fin, concluyó la campaña y el electorado eligió al socialista más
exitoso del mundo para dirigir a la nación más poderosa del planeta.

Un hombre formado por las experiencias propias de pertenecer a una minoría racial,
criado con el sacrificio y esfuerzo de una madre trabajadora y soñadora. Con un
carácter forjado por la excelencia de estudios, la ayuda a los más necesitados, el trabajo
comunitario, y el amor incondicional y cómplice de una extraordinaria esposa. Un
político que cree en la eliminación de las desigualdades, en el derecho de todos los
ciudadanos a tener cuidados de salud, en el derecho y las oportunidades que se deben
garantizar a las minorías, sin importar el color, género, etnia, preferencias sexuales,
condiciones físicas, o ideologías políticas y religiosas. Un político que cree en el derecho
de los inmigrantes y su contribución a la sociedad, que considera que todos los niños
y los ciudadanos deben tener las mismas oportunidades, que la clase media tiene que
ser fortalecida y asegurada, que el sector privado debe ser vigorizado e incentivado,
especialmente los esfuerzos de las pequeñas y medianas empresas. Un político que cree
en los beneficios de la inversión privada y las obligaciones de los más ricos y poderosos
para con los más necesitados y con la patria.

Un político que proclama al mundo que la grandeza de su pueblo no se fundamenta en
creerse acaudalada por ser la nación con mayores riquezas del mundo, o en ser la más
fuerte por tener la más poderosa milicia de la historia. Un Presidente que considera
que lo que hace a Estados Unidos excepcional es la creencia de que sus ciudadanos
entienden que el destino del país es compartido, que el país funciona cuando se aceptan
las obligaciones que tienen unos para otros, y que entiende que las libertades y los logros
vienen con responsabilidades y derechos, con amor, caridad y patriotismo.

En una nación de casi tres cientos millones de habitantes, la más diversa del mundo,
donde a pesar de las grandes diferencias existentes, el Presidente reelecto es un símbolo
de la esperanza, de la igualdad, de los derechos civiles y de las oportunidades que brindan
el esfuerzo y determinación personal.

Un líder que entiende que para avanzar es necesario reconocer que las esperanzas y
los sueños de una nación, más allá de generar diferencias demandan del compromiso
de trabajar en común, incluyendo y respetando a la oposición. Un líder que no duda
en agradecer a su contendiente electoral, sin dejar de reconocer que la pasión de sus
diferencias se fundamentan en el profundo amor que cada uno tiene por su patria y su
visión individual de un futuro mejor para su pueblo. Un líder que entiende que la división
que sugieren los procesos políticos no reflejan la verdad de los sentimientos de unidad
de la nación; que demanda la construcción de consensos y de difíciles compromisos
necesarios para el avance y progreso. Un Presidente que escucha y aprende de quienes le
han favorecido o negado su voto.

El triunfo de Barack Obama, es un triunfo de la esperanza, no solo de los ciudadanos
estadounidenses, sino de la esperanza de los ciudadanos de todas las naciones del mundo.

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No hay comentarios

  1. A Obama por ahi le dicen Oreo, por lo de blanco por dentro y negro por fuera. Yo le digo Empastado de Pinguino, por lo mismo pero ademas por pecho frio. «La buena noticia es que perdio Romney, la mala noticia es que gano Obama»

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