El Seminarista de los ojos negros
Miguel Ramos Carrión, dramaturgo, poeta , periodista y humorista español, nació en Zamora, España en 1848. Zamora lo honra con el nombre de una calle céntrica y con el Teatro Ramos Carrión. Su primera obra, “Un sarao y una soirée”, en 1866, escrita con Eduardo Lustonó tuvo mucho éxito y le abrió las puertas a la fama.
Se especializó en comedias y zarzuelas y colaboró con autores como Vital Aza (autor de la poesía A mi Médico), con quién formó uno de los dúos de dramaturgos cómicos más famosos de la época, con obras como “Los hijos del Capitán Grant”, “Agua, azucarillos y aguardiente” y “La bruja”. Escribió muchas otras obras, como “La gallina ciega”, “Mi cara mitad” y varias más.
Las cruces
Rafael Pombo, poeta, escritor, fabulista, traductor, intelectual y diplomático colombiano nació en Bogotá en 1833, cuando sus padres, miembros de la aristocracia de Popayán, viajaron a Bogotá al ser designado su padre, Secretario del Interior por el General Santander.
Luego viajó a Estados Unidos, donde residió 17 años, volvió a Bogotá donde trabajó como traductor y periodista, fundando varios periódicos, como El Cartucho y El Centro. También trabajó como libretista de óperas con buen éxito.
En 1905 fue coronado como poeta nacional de Colombia. En 1912 fue nombrado miembro de la Academia colombiana de la lengua, de la que fue su Secretario perpetuo. En 1912 el Gobierno de Colombia honró su memoria nombrándolo Gloria de las letras colombianas.
La Poesía de la Semana: Contrabando en el Cielo
Eusebio Robledo, Abogado, poeta, orador y ensayista colombiano, nació en Caldas en 1872 y falleció en Bogotá en 1926. Fue Magistrado del Tribunal Superior de Medellín, Secretario de Hacienda y de Instrucción Pública de Antioquía. Socio de la Academia Nacional de Historia, de Jurisprudencia de Antioquía y Senador de la República. Durante su trabajo en el Ministerio de Instrucción Pública escribió la Reforma Universitaria (1905). Publicó además Notas humanas, Estética y literatura española, Nociones generales de estética de Historia de la Literatura española desde el Siglo I hasta el Siglo XIX y la Antología del temprano relato antioqueño. Colaboró en varias revistas, entre ellas: La Miscelánea, El Montañés, el Repertorio y la Revista Forense.
Es autor entre otras, de la hermosa poesía que pongo a continuación, que describe la gran esperanza que tenemos los católicos, por la fe en la misericordia de Dios y la intercesión de la Virgen María. Vale la pena conocer y recordar esta tierna historia de amor, de fe, de misericordia y de esperanza.
Rudyard Kipling
Rudyard Kipling fue un escritor, historiador, novelista de ficción y poeta inglés que nació en Bombay, India (cuando India era parte del Imperio británico), el 30 de diciembre de 1865 y falleció en 1936. Famoso principalmente por los cuentos de “El libro de la Selva”. Fue el primer escritor de habla inglesa galardonado con el Premio Nobel de la literatura en 1907. Reconocido como el más grande poeta en su patria. Es uno de los más populares escritores de habla inglesa. George Orwell lo llamó el profeta del Imperialismo británico.
Entre sus muchos escritos y poemas, quiero destacar estas dos poesías, que, al igual que los Consejos de Olmedo y otros versos, son parte de mi legado a mis nietos. De estos dos versos, el primero, If… (Si…), describe la forma de ser del hombre que se vence a sí mismo, que se supera, que lucha por salir adelante. Si bien es cierto que puede hablar también de vicios, no es menos real el hecho de que los usa para demostrar el arrojo que se debe tener y que no habla de apegarse al vicio. El segundo poema, No claudiques, indica la necesidad imperiosa de seguir luchando, de no dejarse vencer por la adversidad, y asegura, lo que es cierto, que el triunfo, la victoria, pueden estar en tu siguiente paso.
Disfrutemos estos dos poemas:
El brindis del bohemio
Guillermo Aguirre y Fierro fue un poeta y periodista mexicano, nacido en San Luís Potosí en 1887. Ejerció en la Ciudad de México el periodismo y la bohemia. Entre sus múltiples obras, sobresale la que le dio renombre y celebridad, el volumen de versos titulado “Sonrisas y lágrimas” en donde se encuentra este poema, que con ocasión del fin de año, brindo a nuestros lectores.
EL BRINDIS DEL BOHEMIO
Guillermo Aguirre Fierro (Mexicano)
El Paso, Texas 1915
En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.
Los ecos de sus risas se escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio…
Ofrenda a Jesús
Quiero presentar ahora a otro poeta, Daniel de la Vega y aparte presentar una tierna poesía del poeta de quien ya hemos hablado, que visitó Guayaquil por 1950 y le dedicó uno de los poemas más hermosos a nuestra Ciudad.
Comencemos por Daniel de la Vega. Nació en Quilpué, Chile en 1892. Poeta, dramaturgo, cronista y novelista chileno. Quedó huérfano a temprana edad y tuvo que afrontar responsabilidades, para subsistir y ayudar a su familia. Encontró en el periodismo lo que necesitaba para subsistir y al cabo de un tiempo dirigía la revista Zig-Zag. Colaboró en El Mercurio y en las Últimas Noticias. En 1942 obtuvo el premio Atenea. En 1953, mientras estaba como Agregado Cultural en España, recibió el Premio Nacional de Literatura. En 1962, fue reconocido con el premio nacional de periodismo. Poeta de verso fácil y tierno, escribió varios libros de poesía, teatro, novela, crónicas, cuentos y prosa.
Entre sus muchas poesías, tiene esta Ofrenda a Jesús, que vale la pena recordar.
Pablo Neruda
Con de la noticia de la probable exhumación de los restos de Pablo Neruda, quiero recordar aquí uno de sus más hermosos poemas.
Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, Pablo Neruda, nació en Parral, Chile el 12 de julio de 1904. Fue un poeta y militante comunista chileno, considerado entre los mejores y más influyentes artistas de su siglo, siendo llamado por el novelista y ex Premio Nobel también, Gabriel García Márquez, “el más grande poeta del Siglo Siglo XX en cualquier idioma”. También fue un destacado activista político, siendo Senador de la República, integrante del Comité Central del Partido Comunista y precandidato a la Presidencia de su país. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y el Doctorado Honoris causa por la Universidad de Oxford en 1965. En palabras del crítico literario Harold Bloom: “Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él”.
Tus cinco toritos negros
Hace unas semanas, a propósito del artículo “Como ser y estar siempre bella”, mencioné otra poesía de Manuel Benítez Carrasco, poeta español que vivió en Guayaquil por 1950 y que nos regaló el hermoso poema “A Guayaquil, barca novia de un río y un mar”, con el que iniciamos esta sección el 25 de julio, día de Santiago de Guayaquil.
Con motivo de las fiestas de Quito, vale la pena disfrutar esta hermosa, torera y erótica descripción de la mujer y la pasión, cuando estamos con aires toreros en la Feria de Jesús del Gran Poder de nuestra Capital, aunque de luto por el martirio que debe sufrir el pobre animal, agonizando todavía más antes de la muerte que clama.
Los consejos de Olmedo
Entre mis joyas más preciadas, que quiero dejar en herencia a mis nietos, están estos dos poemas de Consejos de nuestro más grande Prócer, el más grande Prócer latino-americano, no por gestas bélicas gloriosas, sino por su hombría de bien, por su integridad, por la rectitud de su vida, por sus procedimientos, por su preclara visión, y por su humildad de hombre grande de alma y de espíritu.
Para orgullo de todos los ecuatorianos, podemos asegurar con seguridad que Olmedo fue el primer visionario de nuestro país, pues desde que asumió el cargo de Presidente de la Junta de Guayaquil, creó la división defensora de Quito. Para él, la Real Audiencia de Quito, debía convertirse en la República de Quito, nombre mucho más lógico para nuestro País que el de una línea imaginaria.
José Joaquín de Olmedo
Olmedo nació el 20 de marzo de 1780. Hombre grande y magnánimo de una sensibilidad de alma que destaca por la pureza de sus sentimientos y por la rectitud de su vida. No hay palabras que alcancen a describir su grandeza. “A Dios Glorificador: Aquí yace el Dr. José Joaquín de Olmedo. Fue el Padre de la Patria. El ídolo del pueblo. Poseyó todos los talentos. Practicó todas las virtudes”, reza con toda razón y justicia su epitafio. El célebre cantor de Junín no fue sólo un eximio poeta, autor de quizás el más grande poema épico de la lengua castellana, que engrandeció al Libertador de cinco naciones. Fue un abogado extraordinario, representó brillantemente al Virreinato de Lima en las Cortes de Cádiz, donde con su famoso discurso sobre la supresión de las Mitas, logró que se aboliera esa Institución, y fue designado Secretario de la Corte de Cádiz hasta que fueron disueltas por Fernando VII, que lo persiguió. Fue además un político brillante, redactó la constitución de Guayaquil en 1820, reorganizó el ejército y colaboró con Sucre en el triunfo de Pichincha. Un Estadista de dimensiones gigantes, un hombre íntegro en toda la extensión de la palabra, amado por sus compatriotas por su generosidad, su defensa de la justicia y su entrega al bien de la Patria. ¿Pruebas? Olmedo es el ejemplo a seguir para cualquier persona que busque con desinterés y con deseo sincero, servir a la patria y a sus compatriotas con amor, y el bien y el progreso de la Patria. Cuando murió, en todas las ciudades del país se celebraron funerales en su honor. Tras la Independencia de Guayaquil, fue designado unánimemente Presidente. Fue luego el primer Vicepresidente del Ecuador, puesto al que renunció por su integridad y por discrepancias con el Presidente Flores. Fue Presidente de la Convención Nacional que redactó nuestra segunda Constitución, en época de Rocafuerte y fue parte del triunvirato que tomó el país tras el derrocamiento de Flores el 6 de marzo de 1845.