28 marzo, 2024

Los consejos de Olmedo

Entre mis joyas más preciadas, que quiero dejar en herencia a mis nietos, están estos dos poemas de Consejos de nuestro más grande Prócer, el más grande Prócer latino-americano, no por gestas bélicas gloriosas, sino por su hombría de bien, por su integridad, por la rectitud de su vida, por sus procedimientos, por su preclara visión, y por su humildad de hombre grande de alma y de espíritu.

Para orgullo de todos los ecuatorianos, podemos asegurar con seguridad que Olmedo fue el primer visionario de nuestro país, pues desde que asumió el cargo de Presidente de la Junta de Guayaquil, creó la división defensora de Quito. Para él, la Real Audiencia de Quito, debía convertirse en la República de Quito, nombre mucho más lógico para nuestro País que el de una línea imaginaria.

Disfrutemos y me permito sugerir para los que no los tienen, que guarden como un tesoro para sus hijos y nietos, estos dos poemas de Consejos de Olmedo que si los hombres siguiéramos, cambiarían el mundo.

ALFABETO PARA UN NIÑO
José Joaquín de Olmedo

Amor de Patria comprende
cuanto el hombre debe amar,
su Dios, sus leyes, su hogar
y el honor que los defiende.

Bondad, el que la merece
con ánimo siempre igual,
ni se abate con el mal,
ni en el bien se ensoberbece.

Candor en toda expresión,
callar lo más que pudieres;
muy cortés con las mujeres,
pero sin afectación.

Dios es el sabio creador
que conserva y ama al hombre,
sea cual fuere su nombre,
condición, secta o color.

Estudio y aplicación,
forman a la juventud,
y emulación de virtud
sin envidia ni ambición.

Franqueza, nunca indecencia,
usa en la conversación;
disimulo y no ficción,
libertad, nunca licencia.

Gratitud siempre al favor
es un deber justo y grato
y por eso el hombre ingrato
es un monstruo que da horror.

Honor es en sumo grado
el alma del ciudadano;
sin honor es miembro vano,
o pernicioso al Estado.

Ira hace al hombre un tirano
de inferiores y de iguales,
la ira es propia de animales,
porque no es afecto humano.

Juego es una diversión
honesta, si es moderado;
pero si es inmoderado,
causa nuestra perdición.

Libertad, ¡Oh dulce nombre!
Hermoso y celeste don;
tú eres la misma razón,
tú eres el alma del hombre.

Moral, la sana moral
consiste en amarse bien,
en hacer a todos bien
y en no hacer a nadie mal.

Naturaleza sagaz
llena y rige al universo;
todo está bien; el perverso
solamente está demás.

Oro es un bien apreciable
para el cómodo sustento;
pero es el mayor tormento
la sed del oro insaciable.

Pereza es enfermedad
tan mala como la muerte;
así no cabe el inerte
en ninguna sociedad.

Quijotería es un vicio
que causa risa y desprecio,
pues en un quijote necio
corre aventuras el juicio.

Respeto a los superiores,
respeto y amor al padre;
amor, ternura a la madre,
reverencia a los mayores.

Sociedad es el estado
en que con otros vivieres,
y serás social si fueres
justo, modesto y aseado.

Tiranía y opresión
suenan y expresan lo mismo;
para salir de este abismo
es honrosa toda acción.

Venganza, nunca jamás,
nunca, nunca odio o rencor,
porque no hay placer mayor
como amar y perdonar.

Yo debo ser el primero
para mi conversación,
más por buena educación,
en sociedad el postrero.

Zelo en cumplir su deber
en cualquiera condición
es la única ambición
que un niño debe tener.

Estas reglas, hijo amado,
te harán un niño gracioso,
un joven pundonoroso,
un hombre bueno y honrado
y un anciano respetado,
que a sus iguales auxilia,
sus diferencias concilia
con verdad, no con rigor
y muere siendo el honor
de su Patria y su familia.

CONSEJOS PARA LA JUVENTUD
José Joaquín de Olmedo

Saber poner en práctica el amor
que a Dios y al hombre debes profesar;
a Dios como tu fin único amar
y al hombre como a imagen de su autor.

Proceder con lisura y con candor,
a todos complacer sin adular,
saber el propio genio dominar
y seguir a los otros el humor.

Con gusto el bien ajeno promover,
como propio, el ajeno mal sentir,
saber negar, saber condescender,

Saber disimular y no fingir.
Todo esto con prudencia has de ejercer
para acertar la ciencia del vivir.

Observo el sano consejo
del Espíritu divino,
que en pluma de Salomón,
“Enseña, dice, a tu hijo”.

A los divinos preceptos
de que ya estás instruido,
te quiero añadir ahora
estos morales avisos.

Cual árbol que por el fruto
solamente es conocido,
es el padre, cuyo elogio
hace el buen porte de su hijo.

El dinero se va en breve,
la opinión dura por siglos
y es mejor la buena fama
que los tesoros de Tiro.

Es ciega pasión la ira,
que hace estragos infinitos;
su furor dura un instante,
su arrepentimiento, un siglo.

A responder suavemente
al que airado está, te obligo;
con que te libras de un mal
y le haces un beneficio.

No sigas pronto el informe
ni de ojos, ni de oídos,
pues iris y ecos engañan
con voces y coloridos.

Para que evites la nota
de ignorante presumido
jamás des consejo a otro
que al que viniere a pedirlo.

Si eres hermoso, tu obrar
sea a tu rostro parecido;
si feo, teniendo virtudes
serás de todos bien visto.

Cuanto oculta el corazón,
traslada al labio el sencillo;
sin mentir, calla el prudente
verdades que son delitos.

Lo que callares podrás
en otro tiempo decirlo;
que no hay remedio que pueda
hacer no dicho lo dicho.

Al que hablare mal de ti,
estima, pues te ha advertido,
si con verdad, tus defectos,
si sin ella, tu enemigo.

Favorece cuanto puedas
al que de ti se ha valido,
porque el hombre solamente
no nació para sí mismo.

No la ingratitud te impida
el repartir beneficios;
que el haber muchos ingratos
realza más al que los hizo.

Es interés del prudente
hacer bien al enemigo,
pues pocos hay tan ingratos
que hagan mal, favorecidos.

Es propio de ánimos grandes
deponer lo vengativo;
véncete a ti y perdonando
serás a Dios parecido.

Para dejar vanidades,
mira tu fin y principio;
fuiste nada antes de ser,
serás polvo, habiendo sido.

Para evitar los errores
del amor propio nacidos,
la máxima más discreta
es conocerse a sí mismo.

El pródigo es murmurado,
el mísero aborrecido;
sé liberal, que es el medio
de ser de todos bien visto.

Antes bien pobre que avaro
quisiera verte, hijo mío;
al avaro, falta todo;
sólo, al pobre, lo preciso.

Económico en tu casa,
tasa el gasto a tu bolsillo,
de tal suerte que te sobre
para gastos imprevistos.

El ser avaro de tiempo
solamente te permito,
pues no es el tiempo caudal
que vuelve una vez perdido.

Arrebata la ocasión
favorable, si está a tiro,
que, inconstante, nunca vuelve
a ocupar un mismo sitio.

Tus secretos no confíes
si te importare encubrirlos:
¿Cómo quieres que otro guarde
lo que no guardas tú mismo?

Guarda la fe que prometes
al amigo o enemigo,
si del humano comercio
no quieres verte excluido.

Ofendes con la mentira,
preguntado por testigo,
a Dios, al prójimo, al juez
y con la infamia, a ti mismo.

Huye de lascivos brazos
en que tantos han perdido
ciegamente a Dios, su honor,
caudal, salud y albedrío.

Juego, vicio y vanidades
hacen pobre al que fue rico;
con lo que se da por Dios
no hay quien se haya empobrecido.

Sobre todo, te repruebo
la envidia, villano vicio,
que hace grande al envidiado
y al envidioso, abatido.

Nunca te entregues al ocio,
de la virtud enemigo,
que es una vida de muertos
y sepultura de vivos.

En ningún caso dudoso
des por cierto lo propicio,
pues si sucede lo adverso,
te hallará desprevenido.

Todas las cosas humanas
prósperamente han cedido
al consejo, a la razón,
a la prudencia y buen juicio.

Si quieres tomar consejos
sin bochorno de pedirlos,
en los libros hallarás
consejeros fidedignos.

Serás constante en lo adverso,
en las dichas, contenido;
pero en ninguna manera
serás en tus cosas nimio.

A todos, afablemente
debes tratar, advertido
de que hablar con sequedad
es odioso distintivo.

Serás con tus superiores
humilde, atento, rendido;
con tu igual, cortés, urbano,
y con tu inferior benigno.

Habla de todos muy bien,
calla los ajenos vicios,
si caridad o justicia
no te obligan a decirlos.

No sigas las opiniones
del vulgo, ya que en su juicio
se acusan los inocentes
y condenan, sin oírlos.

A todo cuanto se dice
aplica cuerdo, el oído;
es infiel quien nada cree,
quien lo cree todo, muy niño.

Con tu superior, porfías,
por el riesgo, te prohíbo;
por necedad, con tu igual;
con tu inferior, por delirio.

Jamás prosigas por tema,
el error una vez visto,
que es agregar a un pecado,
malicias de repetido.

De un error se siguen muchos;
de un delito, otros delitos,
y es fácil precipitarse
de un abismo en otro abismo.

Usa estilo, en lo que escribas,
claro, natural, sencillo;
sin afectación, sublime,
sin obscuridad, conciso.

Todo el que ofrece se obliga
a cumplir lo prometido;
sé tan fiel que tus promesas
se cuenten como recibos.

Como el crisol en la fragua
califica el oro fino,
así las adversidades
son prueba de los amigos.

Honra siempre a tus mayores
si quieres por premio fijo
ser feliz en la otra vida,
mucho tiempo en esta, vivo.

Visitando algún enfermo
que refieras, te prohíbo
cosas tristes, porque es dar
nueva pena al afligido;

sé breve, atendiendo al tiempo,
sexo, accidente y peligro
y consuela con noticias
de otros que han convalecido.

Para lograr tu fortuna
hay dos trillados caminos:
si por la guerra, la espada
y si por la paz, los libros.

Y si a la corte tal vez
te llevare tu camino,
cauto navega su golfo
todo lleno de peligros.

Lleva por sonda, prudencia;
por norte, aquestos avisos;
por observación, el sol,
la razón y el buen juicio.

No seas crédulo en ofertas
que te hagan los ministros,
que el mentir con esperanza
es un cortesano estilo.

Toma, cuerdo, desengaños
en los casos sucedidos,
que en la corte no se dan
y te cansas de pedirlos.

No por medios indecentes
aspires a ser provisto,
porque aunque digno, vendrás
de este modo a ser indigno.

De los reyes y señores,
no remoto, ni vecino;
toma luz y teme fuego,
huye incendio y busca abrigo.

Frecuenta los sacramentos,
templos y lugares píos,
y los estrados las veces
que no puedas omitirlo.

Mas si acaso quieres ser
en ellos siempre bien visto,
con los señores serás
modesto, cortés, rendido.

En la inconstancia de trajes
deberás ser contenido,
ni el primero en imitarlos
ni el último en recibirlos.

Él asistir a los teatros
es punto controvertido,
mas cuando sea indiferente,
lo más seguro es huirlos.

El más honesto, el más casto,
encontró en ellos peligros;
¿qué hallarán hombres voraces
donde se abrasan los tibios?

Si tal vez al matrimonio
te inclinare tu destino,
busca en tu esposa ante todo
la virtud y el buen juicio.

Es la mujer bien y mal,
solicitado y temido;
la mala, el mayor trabajo,
la buena, el mejor alivio.

Para conservar la paz,
toma, prudente, el arbitrio
de sufrir a tu mujer
lo que no fuere delito.

No la posesión te canse,
sé con ella siempre fino,
que esta obligación te impone
el título de marido.

Imperiosa y dulcemente
debes criar a tus hijos
y serás un padre cruel
si no corriges sus vicios.

Repréndelos de manera
que logres el reducirlos
y consiguiendo enmendarlos
te queden agradecidos.

No despidas los criados
por cualquier leve motivo,
que es mejor que buscar otros,
tolerar los conocidos.

Trataráslos bien si quieres
que te sirvan siempre finos,
pues aún las fieras más bravas
se amansan con el cariño.

Paga pronto a gente baja,
porque un cobrador indigno,
cobra en tu fama primero
y después en tu bolsillo.

Siempre darás a Dios gracias,
que de la nada te hizo,
dándote un alma capaz
del eterno paraíso.

Jamás has de serle ingrato
y sí muy reconocido,
que si en Dios cupiera pena,
la tuviera de tu olvido.

Sé virtuoso, prudente
Liberal, caritativo,
no avaro, ni vengativo.
ni airado ni negligente,
Antes bien casto, paciente,
modesto, muy advertido,
siempre a Dios agradecido
y tal que puedan decir
que debieras no morir,
como otros, no haber nacido.

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Cuando vayas al azar, deja alguna huella de tu paso: ella te guiará de regreso: una piedra colocada sobre otra, algunos pastos aplastados por algún bastonazo. Pero si llegas a algún lugar […]

Amado Nervo

Luego de este compendio de biografía, empezaré a mandar varias poesías que me han sido pedidas de diversos autores de los cuales ya he escrito algo y que me han sido solicitadas varias veces por algunos de nuestros lectores.

Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo (Amado Nervo) nació en Tepic (hoy Nayarit) en Jalisco (en ese entonces), México, el 27 de agosto de 1870 y murió a los 48 años en Montevideo, Uruguay siete años después de la muerte de su amada Ana Cecilia Luisa Daillez. Escritor, poeta y diplomático mexicano, perteneció al movimiento modernista. Fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la lengua.

Estudió en Michoacán, luego en Zamora y el primer año de leyes en El Seminario, a donde regresó posteriormente con el ánimo de hacerse sacerdote, pero urgencias económicas lo hicieron desistir. Colaboró en varios periódicos y revistas como El Universal, El Nacional y el Mundo. Se hace famoso después de la publicación de su novela “El Bachiller” y sus libros de poesías “Perlas negras” y “Místicas”. Fundó y dirigió la revista Moderna, sucesora de Azul.

9 comentarios

  1. Por favor! Me has pedido permanentemente que deje los sectarismos: ¿Olmedo el mas grande Procer latinoamericano?, eso es un verdadero chiste. ¿Olmedo el primer visionario? Se ve que te obnubila el entendimiento, el verdadero hecho eso si, de que Olmedito fue el unico pensador guayaquileño. No fue Procer, atente al significado de esa expresion: PRIMERO. Antes que Olmedito hay 1.000 (Mil proceres en America Latina) y verdaderamente ejemplares y no ubicuos e indefinidos. ¿El primer visionario del Ecuador? ¿Por donde? Entonces en donde quedan Juan de Velasco, Pedro Vicente Maldonado y sobre todos: FRANCISCO EUGENIO DE SANTACRUZ Y ESPEJO?. No has leido nada mas que los cuentos de los aprendices de historiadores de la ciudad realista de Guayaquil.

    Saludo cordial.

    JFMS

  2. Juan Francisco Morales. Olvidaba decirte, que PRÓCER no significa primero como tu das a entender con tu triste comentario.
    Que pena y que verguenza.

  3. Pido disculpas por la ausencia de tildes.
    Tienen razon la señora que contesta a mi comentario, Jose Fernando y mas personas. Rectifico en lo referente a algun epiteto y cualquier expresion que signifique desprecio y minusvalia al magistrado, pensador, estadista y humanista don J.J de Olmedo y presento formales excusas. No puedo rectificar en cambio en el aserto no compartido, de Primer Visionario y mas Grande Procer Latinoamericano.

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