De la gramática a la expresión literaria
Es común creer que la expresión literaria es un resultado, una consecuencia del manejo de la gramática de un idioma. Para muchos, incluso, sin saber las reglas gramaticales, las normativas de cómo vincular los vocablos sean verbos, adjetivos, sustantivos, pronombres y siempre de acuerdo a los paradigmas signológicos de puntuación, es imposible escribir algo legible. Para otros, extremadamente celosos de la formalidad, sin gramática no hay literatura válida. ¿Hasta dónde esto es real, aceptable? ¿Es acaso la lógica de los signos la misma del texto literario construido con dichos signos? Los antiguos decían que “el estilo es el hombre”. O sea, siempre en el contexto idiomático, el manejo que un autor tenga del idioma, en cuanto a la problematización temática y la solución que alcanza por las alternativas que plantea, mediante el uso pertinente de la palabra, expresa y proyecta lo sustantivo de su personalidad y de la creatividad de su proyecto.