Con toda seguridad el Señor Ministro de Educación, se encuentra contrariado al tener que acceder a ser instrumento de la insólita determinación gubernamental, de oponerse a la acción del Cabildo de Guayaquil de contribuir con la educación de los niños y jóvenes de escuelas y Colegios de la Ciudad.
Esa maniobra “legal” del Gobierno Central vista de cualquier lado, es un atentado de lesa humanidad a la declaración de los derechos humanos “por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos, como las instituciones, inspirándose constantemente en ella promuevan mediante la enseñanza y la educación, el respeto a los derechos y libertades…”