26 julio, 2024

Anhelando el norte

En el camino a ti, me vi. 

Las nubes tocaban las montañas, mientras yo, tan diminuta, las observaba.

Recorrimos un gran camino para encontrarte.

No sabía nada sobre ti. Solo te conocía a través de canciones, de lo que las melodías decían que eras. 

Estuve cada minuto anhelandote, en mis audífonos solo repetía esa canción que tanto nos unía. 

El camino a ti es hermoso, las montañas en un principio parecían rojas, pero al contemplarlas me di cuenta que habían hasta 11 colores (o más) sobre ellas. 

Rojo, verde, celeste, gris, café, amarillo… y así iba descubriendo más colores. 

La canción que te describe habla del camino a ti, de cómo anhelan las compositoras llegar a ti. Hablan de tus montañas, de tu paz, del río que hay que cruzar. 

Recorrer las tierras del norte argentino para verte es una experiencia única. 

Cuando por fin llegué a ti, me decepcioné un poco. No eras un pueblito pintoresco y con suerte había señal. Muy pocas personas te habitaban, y todo eso me hizo sentir un poco de miedo. 

Fotos del camino…

Luego tuve la suerte de conocer a una niña (o un ángel) que me llevó a la cima de la montaña donde hay un mirador. Y desde ahí pude ver todo lo que te abraza. 

El camino a ti es hermoso, el paisaje que te rodea deja sin aliento a todos. Es un recorrido de horas que vale totalmente la pena. 

Han pasado algunos meses desde que fui a conocerte, y todavía te anhelo. 

Pronto iré de nuevo y quiero ver cada parte del camino que recorrí para encontrarte. 

[La canción se llama Anhelando Iruya, de Perotá Chingo]



Artículos relacionados

Estudios comparativos irreales

En días anteriores observé un reportaje comparativo entre países desarrollados y en vías de desarrollo sobre “el porqué la juventud latinoamericana no puede independizarse” cuando ha adquirido mayoría de edad. Enumeraba ciertas […]

Los alemanes (Parte 1)

ESCRIBO ESTAS NOTAS A PEDIDO DE UNA AMIGA Empezaré indicándoles que ALEMANIA es un país para vivir, siempre y cuando respetes sus normas públicas y privadas. Si las quebrantas, las penas son […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×