1 mayo, 2024

¿Bendición? ¿Emoción? o ¿Indiferencia? El papa en Ecuador

Nuestro país es una comunidad de comunidades, una nación plural, y esto es una bendición, pues reconocemos la diversidad y diferencia como oportunidad  para enriquecernos mutuamente, de maravillarnos por lo que cada uno puede aportar. Y por ello hablamos bien de los distintos grupos culturales que conforman nuestra nación, su comida, sus costumbres, sus valores. Es una verdadera bendición.

Tanta diversidad tiene algo que la puede aglutinar, que nos une, que nos hace uno en la diferencia, y es la creatividad humana, su inteligencia para superar dificultades y barreras sociales, religiosas. Lo más grande y lo más bello del ser humano es su espíritu, como la fuerza que lo empuja a salir adelante, a trascender. Esta característica común de la humanidad es la que el cristianismo en la persona de Jesús de Nazaret, Dios hecho hombre,  ha predicado durante siglos. No siempre hemos sido coherente con ella, pero este es el mensaje central de nuestra fe. El haberla convertido en religión, un sistema de ritos, símbolos y creencias, a muchos ha ayudado a canalizar mejor sus sentimientos. Pero la fe no es un sentimiento.

EL PAPA FRANCISCO, sucesor de san Pedro, y este como el mayor, no el mejor discípulo de Jesús garantizan la continuidad del mensaje cristiano que Jesús de Nazaret nos dejó más en obras, signos y palabras. LA VISITA DEL PAPA FRANCISCO NO PUEDE CONSIDERARSE COMO UNA GRAN EMOCIÓN O BENDICIÓN ESPECIAL, pues eso sería reducir el mensaje cristiano a la centralidad de una persona y a la manipulación del mismo. Reyes, tiranos y dictadores lo han intentado y el resultado ha sido desastroso para la religión, la fe, la humanidad.

No hay duda que algunos no son ni de un bando ni de otro. Si esto fuera así es triste pensar que la realidad es dual y todo se reduce a lo bueno y a lo malo. La mente humana es inquieta y tiene el derecho a hacer su propio camino y darse el tiempo para encontrar sus respuestas, ponderarlas y disfrutarlo. Lo trascendente, lo espiritual lo desarrollará a su manera y lo expresará en sus propias formulas. Lo indiferente como tal no existe, lo que hay es una postura ante la realidad

Quienes se dicen creyentes, católicos tienen todo el derecho de expresar su fe de muchas maneras, sentir emoción, alegría, no como reducción a un sentimentalismo, sino como expresión de la totalidad de lo que somos, y nos expresamos a través de nuestro cuerpo como de las palabras e imágenes y reconocemos en la figura del PAPA al mensajero de la paz, al profeta del siglo XXI que nos invita a recuperar la alegría y la autenticidad de la fe más allá de las pésimas caretas que se han dibujado en la historia.

¿COMO PREPARARNOS PARA LA VENIDA DEL PAPA A NUESTRO PAÍS? No reduciendo esa preparación a un espiritualismo, la oración por la oración, pero tampoco  descuidarnos de ella, sabiendo de la importancia de la invocación para sentir la fuerza de lo alto. La mejor manera es con la acción, haciendo realidad aquello que se predica. Y ojalá con la reflexión, conociendo el mensaje del PAPA FRANCISCO. Leyendo sus escritos.

¨Dios hace  a sus fieles siempre nuevos, aunque sean ancianos, les renovará el vigor, subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse (Is 40,31). Cristo es el evangelio eterno (Ap 14,6). El es siempre joven y fuente constante de novedad. El puede renovar nuestra vida, nuestra comunidad y, aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. (EG. n11).

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